60. 𝗧𝗨́ 𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗔𝗡𝗤𝗨𝗜𝗟𝗜𝗭𝗔𝗦

12.4K 1.3K 2K
                                    

.capítulo sesenta

                     LUEGO DE QUE PAGARON LOS HELADOS, cruzaron la calle para ir a la tienda de animales

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                     LUEGO DE QUE PAGARON LOS HELADOS, cruzaron la calle para ir a la tienda de
animales.

  No había mucho espacio dentro. Hasta el último centímetro de la pared estaba cubierto por jaulas. Olía fuerte y había mucho ruido, porque los ocupantes de las jaulas chillaban, graznaban, silbaban o parloteaban. La bruja que había detrás del mostrador estaba aconsejando a un cliente sobre el cuidado de los tritones de doble cola, así que Harry, Ron, Lucy y Hermione esperaron, observando las jaulas.

—¿No quieres que lo tenga? —preguntó Lucy a Harry, viendo a Rawraq dormir en el hombro del azabache.

—No, creo que está cómodo —dijo Harry, mirando de reojo al pequeño dragón.

  Un par de sapos rojos y muy grandes estaban dándose un banquete con
moscardas muertas; cerca del escaparate brillaba una tortuga gigante con joyas incrustadas en el caparazón; serpientes venenosas de color naranja trepaban por las paredes de su urna de cristal; un conejo gordo y blanco se transformaba sin parar en una chistera de seda y volvía a su forma de conejo haciendo «¡plop!». Había gatos de todos los colores, una escandalosa jaula de cuervos, un cesto con pelotitas de piel del color de las natillas que zumbaban ruidosamente y, encima del mostrador; una enorme jaula de ratas negras de pelo lacio y brillante que jugaban a dar saltos sirviéndose de la cola larga y pelada.

  El cliente de los tritones de doble cola salió de la tienda y Ron se aproximó al mostrador.

—Se trata de mi rata —le explicó a la bruja—. Desde que hemos vuelto de
Egipto está descolorida.

—Ponla en el mostrador —le dijo la bruja, sacando unas gruesas gafas
negras del bolsillo.

  Ron sacó a Scabbers y la puso junto a la jaula de las ratas, que dejaron
sus juegos y corrieron a la tela metálica para ver mejor. Como casi todo lo que Ron tenía, Scabbers era de segunda mano (antes había pertenecido a su hermano Percy) y estaba un poco estropeada.

Comparada con las flamantes
ratas de la jaula, tenía un aspecto muy desmejorado.

—Hum —dijo la bruja, agarrando y levantando a Scabbers—, ¿cuántos años tiene?

—No lo sé —respondió Ron—. Es muy vieja. Era de mi hermano.

—¿Qué poderes tiene? —preguntó la bruja examinando a Scabbers de
cerca.

—Bueenoooo... —dijo Ron.

  La verdad era que Scabbers nunca había dado el menor indicio de poseer ningún poder que mereciera la pena.

  Los ojos de la bruja se desplazaron desde la partida oreja izquierda de la rata a su pata delantera, a la que le faltaba un dedo, y chascó la lengua en señal de reprobación.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora