Cap 19

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*LEER BAJO RESPONSABILIDAD PROPIA*

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Le había dado a Sally la semana libre. Liam me había comentado que se sentía solo en su casa y que extrañaba abrazarme. Me decía que aunque fuera sólo un día de diferencia, para él eran más de mil años. Sintiendo la enorme necesidad de que sus enormes manos rozaran mi piel, seguí mi instinto femenino y le propuse pasar el resto de la semana conmigo. Él sin pensarlo dos veces, aceptó.

Unas de las razones que me gobernó a tomar la repentina decisión, fue que había una enorme posibilidad de que en un futuro no muy lejano, viviéramos juntos. Luego de una autoterapia convenciéndome de que no iba a caer en pánico por tener a un hombre viviendo conmigo. Me encontraba bajando las escaleras para abrirle al chico que tocaba el timbre por segunda vez.

Abrí la puerta dejando a mis ojos ver un chico de cabello castaño algo alborotado, unos jeans grises, un jersey de lana azul y tennis rojas.

-Hola, princesa.

Sonrío.

Sus maletas negras con rodines esperando en el suelo ansiosos por entrar a la casa.

Sonreí cómplice y lo invité a pasar.

-Hola, Liam.

Reí.

-¿Dónde dormiré? -interrogó con picardía.

-¿Dónde quieres dormir? -respondí de la misma manera.

-Contigo.

Mi cuerpo se congeló ante la explicités de sus palabras. Me rodea la cintura con su fornido y tatuado brazo mostrando autoridad sobre este, acercándome lentamente a él para besarme de la misma manera. Sigo el beso dejando que él tome el control del anterior, dependiendo completamente de sus labios; seguimos disfrutando uno del otro hasta que la vida se esfumó de nuestros pulmones haciéndonos parar para no morir en los brazos del otro, o al menos no aún.

Recuperamos el anhelado oxígeno y susurré en sus labios sacándole una sonrisa algo traviesa.

-Dormirás conmigo entonces.

-Te lo agradezco. ¿Me muestras la casa?- dijo en un susurro algo ronco.

Aclaré mi garganta para salir del trance en el que me había ido al contemplar sus ojos.

-Vamos.

Subimos las escaleras, él atrás de mí y yo guiándolo para que no se confundiera con las habitaciones del segundo piso. Lo conduje hasta mi habitación que durante esta semana sería nuestra habitación. Giré la cerradura y la puerta se abrió dejando a mi vista mi habitación. Liam entró a la habitación y aspiró fuerte por su nariz, como si oliera un aire diferente al que respira con frecuencia.

-Adoro el olor a vainilla... -murmuró casi inaudible.

Caminé dentro de la habitación y me senté en el borde de la cama y me limité a sólo observar cada movimiento que su anatomía hacía en mi recámara. Me deleitaba con su simple presencia, me deleitaba sin tener que articular una simple palabra. Se acercó a mí paso firme y acompasado que resonaba en la madera bajo sus pies. Me miraba fijamente tratando de hacerme entender sus pensamientos; pues sus ojos me decían que me quería sin pensarlo, sin tener que forzarlo, sólo me decía quería como si su vida dependiera de eso, era simple, como dientes de león que se dejan soplar por un niño.

Se puso de cuclillas frente a mí y me sonrió con complicidad y le devolví una sonrisa tímida.

-Te mostraré el resto de la casa. Empezaremos arriba y luego te mostraré la parte de abajo.

El Beso del Final - Liam Payne - HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora