21

13.4K 479 23
                                    

.

.

Poche POV

.

.

Estar cansada era poco. Era veintidós de diciembre y desde hace una semana Juli  me llevaba cada día a todos los centros comerciales que había en Los Ángeles  a comprar regalos, decoraciones y cualquier estupidez que se le ocurriese. Había tratado de negarme, pero como teníamos vacaciones Navideñas, no pude hacerlo. Dije que me quería quedar con Anthony, pero Calle  se ofreció a cuidarlo y tener "tardes de mamá eh hijo" dejándome sin ninguna escapatoria. La diferencia es que hoy no andaba en el centro comercial con Juli , si no que con Calle .

Anthony estaba en casa de Mi papá  siendo cuidado por Marta  y Phill que habían venido a pasar la Navidad con nosotros, ya que Mafe  quería hacer una gran cena, todos querían que Anthony tuviera una linda primera navidad. Era un poco extraño que tus padres separados pero se llevaran tan bien, pero me gustaba porque mi mamá podía estar más cerca de mi.

- ¿Cuál encuentras mejor? – pregunto calle   con cara de indecisión.

Rodé los ojos. Tenía dos autos de carrera en sus respectivas cajas y los miraba atentamente. Nunca pensé que comprar con Calle pudiera llegar a ser peor que con Juli . Ella se llevaba muchas cosas, en cambio Calle  pensaba y pensaba cual podría ser mejor antes de comprarlo. Ahora tan solo nos faltaban los regalos de Anthony y su madre  estaba escogiendo regalos (que en su mayoría eran juguetes) más para  ella  que para nuestro bebe.

Nuestro hijo...sonreí involuntariamente solo en pensar en él. Estaba gordito y hermoso. Sus ojos eran unos enormes avellnas , iguales a los de su madre . A pesar de tener aun su suave cabello castaño , sus pestañas eran oscuras, enmarcando sus ojos. Ahora ya podíamos dormir un poco más y estábamos más descansadas porque Anthony ya tenía un horario. Se alimentaba cada cinco horas, por lo que durante el día utilizábamos rellenos para que yo no perdiera clases por ir a amamantarlo a la casa, pero durante las tardes y noches era feliz de arrullarlo junto a mi pecho, acariciarle, cantarle y hablarle mientras lo amamantaba. Si, dolía a veces, pero tenerlo así, pegadito a mi pecho era algo mágico. Además ahora que estaba más grande estaba mas despierto también. Te miraba atento mientras le hablabas y solía agarrarse del pelo de la persona que lo tomaba en sus brazos. Miraba a su alrededor y gorgoreaba cuando le hablaban. Se volteaba de boca arriba a boca abajo, cuando estaba sobre su estómago levantaba su cabeza para mirar.

También descubrimos que amaba la música, adoraba que Calle  lo llevara con  ella  al piano y tocara alguna pieza, si estaba inquieto de inmediato se calmaba. Ya nuestro hijo nos reconocía y sonreía mucho cuando nos veía llegar después de clases.

Suspiré mirando a Calle  que aún examinaba los autitos, moría de sueño. Anthony había tenido cólicos, y lo único que hacia que dejara de llorar era que le sobara su pancita y Mafe  me recomendó que le diera agua de hierbas para que le aliviara el dolor. Marcos, el pediatra de nuestro bebe, y Germán  nos dijeron que era normal que tuviera cólicos y que no era nada grave, pero era mejor que no le diéramos medicamentos porque aun era muy pequeño.

- Calle , dudo que a Anthony si quiera note lo que le regales – dije acariciando su frente para que quitara su seño fruncido.

- Pero quiero darle un regalo genial – añadió haciendo un puchero. Reí. A veces era la mujer más madura del mundo, otras era una niña pequeña  – Creo que le compraré los dos.

- ¡Calle ! Son carísimos – dije mirándole incrédula. No veía que tenían de especiales esos autitos.

- Si pero no puedo decidirme si el Bugatti o el Maserati. Además, son geniales ¡Yo siempre quise uno! Pero Sebas  me los quitaba – hizo un puchero y yo suspire con resignación. Ella sonrió sabiendo que ya me había convencido con sus pucheros. Definitivamente mi novia  podía ser peor que Juliana .

¿Embarazada? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora