"-Pequeña margarita.-"

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—«Tu abuelo está grave en el hospital, me llamaron para decirme que lo van a operar de emergencia...»

Su pecho dolió ante aquellas palabras, sus manos comenzaron a temblar de temor ante lo dicho. —¡¿Qué le pasó al abuelo?! ¡Mamá, tengo que ir a verlo! —exclamó mirando hacia el interior de aquella cafetería, notando ciertas miradas de preocupación por parte de sus acompañantes.

«Mi niña, mejor quédate con tus amigos, cualquier cosa te llamo, ¿sí?» —su madre pedía con un muy suave tono en su voz, trataba de calmar a su hija pese a la distancia.

—¡¿Cómo pretendes que me quede acá sin hacer nada?! —gritaba al teléfono al mismo tiempo que cubría parte de su rostro al sentir éste humedecer ante un repentino llanto. —¿En cuál hospital está? Mamá, te lo pido, dime por favor...

Justo en ese momento el castaño salía a paso rápido del local, su expresión era una de preocupación y algo de ansiedad. La fémina, por su parte, se mostraba pálida, sus mejillas habían perdido su color, sus ojos ahogados en lágrimas, su cuerpo tambaleante por el dolor que se había instalado en su pecho.

—HeeSeok.. —llamó a su nombre al mismo tiempo que aproximaba su mano hasta el antebrazo de la adversa.

La azabache apartó el teléfono de su oreja al la llamada haber terminado, su semblante se notaba peor, su mandíbula temblando como si la temperatura fuera extremadamente baja. —Abuelo, él.. —jadeó fuertemente sintiendo su pecho reprimir, la respiración faltar.

Él no pudo resistir ante aquella desgarradora imagen ante sus ojos, por ello extendió sus brazos hasta ella, una de sus manos posó en la nuca y la otra paró en la espalda alta de HeeSeok. La abrazó fuertemente a su cuerpo, escondiendo el rostro de ésta sobre su pecho. —Tranquila, todo va a estar bien, ¿sí? —sentía las temblorosas manos de la muchacha corresponder al gesto. Percibía el fuerte latir de ella extenderse por su propio cuerpo, sus lágrimas humedecer la camisa cual portaba. —Todo va a estar bien, me tienes aquí. —sus dedos delicadamente se enredaban en las finas hebras de la azabache al acariciar sus pelos. La otra mano paseaba lentamente en su espalda y sus labios besaban cálidamente la cabeza de la más baja.

Los sollozos de Won se ahogaban en el pecho del mayor, le abrazaba con cierta fuerza como si deseara entrar en esa cavidad. Suavemente fue soltando ese abrazo para poder acomodar su rostro en el cuello del contrario. —ChangKyun.. —murmuró entre suaves y húmedos jadeos, respirando con profundidad, deseaba y necesitaba calmar su llanto, sentía que no podía, pero aquel aroma ayudaba a tranquilizar su ser.

—Shh..— mandó a callar dedicándole otro cálido beso. —Tranquila, aquí estoy. —le abrazó de mejor forma al mismo tiempo que recargaba su cabeza de la otra. —Aquí estaré.

—¿Qué sucedió? —una voz se escuchó cuestionar, quien hablaba era YangMi, ésta se acercaba a paso rápido hacia su amiga. —¿HeeSeok?

La mencionada poco a poco movió su cabeza para poder ver a la persona que llamaba a su nombre. Sus párpados estaban algo hinchados, sus ojos irritados, su rostro aún húmedo. —Abuelo está en el hospital, no se cómo está, tengo miedo de perderlo. —arrugó sus labios y abrazó un poco más al muchacho cual la sostenía.

—HeeSeok, el va a estar bien, ¿sí? —le dedicó una suave sonrisa y extendió su mano para acariciar los cabellos de la más baja. —Cuídala, ¿sí? —su voz dirigió al castaño, tragó en seco para alejarse de su amiga.

Wrong Train ➵ Im ChangkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora