Wrong Train ➵ Im Changkyun

Since that day.

Tiempo atrás.

—Escucha, no puedo quedarme, recuerda que tengo trabajo y hoy me toca el turno de cierre. —agarraba su mochila mientras su cuerpo levantaba de la banca en la cual estaba. —Además, estoy tratando de adelantar algunos trabajos, necesito algo de tiempo libre.

—Bro, ¿para qué necesitas tanto tiempo libre? —cuestionaba levantándose igual. —¿Qué? ¿Estás viendo a alguien? ¿Otro trabajo? —continuaba con sus preguntas, haciendo que éstas últimas hicieran al otro chasquear su lengua.

—JooHeon, ya para con tanta pregunta. —pidió mientras rascaba bruscamente su nuca. —¿Recuerdas la chica que nos atendió en la cafetería? —él preguntó ahora, iniciando a caminar a las a fueras del campus.

—¿La chica de la cafetería? —dudó brevemente. —¡Ah! Hablas de la tal Won, ¿verdad? —pausó brevemente. —Espera —comenzó a reír con leves carcajadas, mordió sus labios y luego habló. —, ¿estás saliendo con ella?

—Sí, estoy saliendo con ella. —negó a sus risas para suspirar.

—Es linda. —murmuró haciendo a Im voltear para verle. —¿Qué? —preguntó mirándole confuso. —Sólo digo la verdad, no pongas esa cara. —volvió a reír, pero con más fuerza, haciendo que sus hoyuelos aparecieran con más notoriedad. —Ay, Dios, sí que eres fácil de molestar.

—¿Ya terminó el chistecito? —cuestionó antes de suspirar. —Ya vamos. —negó volviendo a retomar su paso, uno moderado.

—Bro, cuéntame, ¿que le viste? Digo, más allá de su físico. —Lee apresuró su andar para alcanzar al menor, estando a su lado le dedicó un leve golpe en el hombro. —Anda, cuéntame, solo sé que la semana pasada estaban juntos en una cita y se miraban felices.

El castaño enarcó su ceja para luego reír. —Es que eres especial. —suspiró un poco antes de hablar. —Bueno, realmente no lo sé —comenzó a hablar creando una pequeña mueca al pensar. —, pero aquella vez que vi sus ojos me llevó a la mejor época de mi vida. —una delicada risa escapó de sus labios. Elevó su nariz para llevar sus ojos con esta y ver el vivo cielo, permaneciendo callado por un corto tiempo. —No sé si sea la misma persona de la que me había enamorado antes, pero se que su mirada me da calma. —bajó su mirada para ver a su mayor, quien le dedicaba una suave sonrisa. —Por otro lado, tiene un corazón blanco.

—¿A que época te refieres? —preguntó ladeando su cabeza curiosamente. —¿Niñez?

Im asintió sonriendo con amplitud. —Mi niñez. —susurró frotando suavemente su mejilla. —Mis padres fueron invitados a una fiesta por unos conocidos. Todos eran adultos y yo estaba realmente aburrido, me dijeron que fuera al área de juegos del complejo. —un par de sus risillas escaparon, a lo cual mordió su belfo. —Cuando llegué a ese lugar no sé por qué, me sentí mal y lloré. Al rato una linda niña se me acercó, sin conocerme o preguntar mi nombre, ofreció ayuda y una hoja con una enorme sonrisa. —miró a su amigo por unos cortos momentos. Después desvió su mirada para ver algunos de los árboles cercanos y arrancar una de sus verdes hojas. —No sólo hice una amiga aquel día, sino que con el pasar del tiempo, entre más nos viéramos, se adentraba más y más en mí. —miraba lo que yacía en su mano con una melada sonrisa, una mirada llena de nostalgia. —Conocí a mi primer amor.

—Y, ¿que pasó con ese primer amor? —cuestionó el mayor. —¿Siguen en contacto?

El castaño negó. —Me mudé fuera de Corea por el trabajo de mi padre, no logré despedirme de ella. Olvidé su nombre y rostro, han pasado tantos años que dudo reconocerla. —dejó caer la hoja, pero la brisa resopló e hizo que alzara en vuelo.