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¿¡Qué mierda!? ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué no me separé?

Ya era de día, no pude dormir bien por aquella escena que recorría mi mente una y otra vez.

—¿Me puedes decir que carajos le pasó a Seonghwa? está embobado, no reacciona—entró San a mi habitación sin previo aviso.

¿Por qué no se acostumbran a tocar la puerta?

—Y-yo...—dije nerviosa.—Yo que sé, ¿por qué sabría? Seguramente se cayó y se golpeó la cabeza.—solté de golpe.—Ja ja, está loco.

—¿Pasó algo entre ustedes?—preguntó curioso.

—Jajajaja.—reí nerviosa.—¿qué podría haber pasado? Nada, no pasó nada.

—Esta bien—respondió dudoso.—Ven a desayunar, recuerda que tienes universidad.—dijo saliendo de mi habitación.

¿Universidad? Eso es lo menos que me importaba ahora. No tenía espacio en mi mente para procesar todo lo que estaba pasando.

Salí de mi habitación y vi como los chicos rodeaban a Seonghwa, quién estaba sentado en el sofá. Al parecer, no reaccionaba aún.

—¡Ellie!—lo escuché, mis nervios nuevamente atacaron.

Los chicos lo miraron sorprendidos al ver como  reaccionó de la nada, y con mi nombre.

—E-eh, c-como que hace calor ¿cierto? ¿Quién bajo la calefacción?—dije mientras me echaba aire con la mano.

—Yo lo siento bi...—dice Yeosang.

—¿Y Jongho? ¿Aún no está listo?—lo interrumpí y cambié de tema.

—No irá, no se siente bien.—me responde HongJoong.

—oh ¿en serio? ¿Saben? Tampoco me siento bien, ¿debería quedarme, no? Iré a ver a Jongho, a su habitación, aún no habrá desayunado, le llevaré el desayuno.—dije tomando un plato de la mesa.—y el mío también.—dije tomando otro.—Ja ja que tengan un buen día.

Fui a la habitación de Jongho, los chicos, menos Seonghwa, seguían mis pasos, curiosos de lo que haré. Estoy actuando raro, lo sé.

—¡Jongho! Mi pobre Jongho.—dije abrazándolo exageradamente.—Estás pálido, si necesitas algo, estaré en mi habitación, mándame un mensaje y vendré.—dije, le di un beso en la frente, dejé su desayuno, tomé el mío y me fui de su habitación.

Jongho me miraba sorprendido. Estaba tan confundido que no dijo una sola palabra. Tampoco los chicos, quienes observaban desde la puerta.

Entré a mi habitación y solté un grito de frustración. Ya hasta el apetito se me había quitado. Aún así comí lo que había en el plato, porque sé que me arrepentiría después si no lo hacía.

[...]

[Seonghwa]

¿Qué pasó entre ustedes, hyung?—me pregunta Yunho, mientras los demás miraban atentos.

—La besé.—dije en un tono de voz casi inaudible.

—¿¡Qué!?—me gritaron todos.

—Fue un impulso, no lo soporté. Debe estar odiándome ahora.—dije pasándome las manos por la cabeza.

—¿En serio te ayudamos a guardar un secreto y tu mismo lo rompiste?—dice Yeosang cruzándose de brazos.

—¡Daebak! Debo ir a contarle a Jongho.—dice Mingi y se va.

—No te odia, Seonghwa. Tal vez, solo está confundida.—me dice San y y asiento.

—Creo que deberías hablar con ella, hyung.—me dice Yeosang.

—¿Tú crees?—pregunto.

—Pues, claro, no es como si un Seonghwa viniera y la besara todos los días, debe estar acostumbradísima.—dice Wooyoung sarcásticamente.

—Debes hacerlo, y pedir disculpas, por si acaso.—dice HongJoong.—Ya sabes, para que la amistad permanezca.

—Gracias, chicos.—digo y ellos asienten.

—¿Qué estás esperando entonces? Ve.—dice Yunho.

[...]

Tocaron mi puerta.

—¡Ellie! Soy yo.—era él.

Me metí a la cama y me tapé con las sábanas. No tengo idea que como mirarlo a la cara.

—Sé que estás despierta.—dice entrando a mi habitación y sentándose en el borde de la cama.

—Oh, oppa, ho~la—dije destapándome de la sábanas.

—Quería disculparme por lo que pasó ayer. Se que estuvo mal. De verdad, lo siento.

De alguna manera, llegué a sentirme mal, porque se estaba disculpando, pero a decir verdad, también tenía un poco se culpa, por no separarme o no reaccionar a tiempo. Más bien, lo incité a que siguiera.

—Esta bien, oppa. Sin rencores.—le sonreí.—No estaba enojada contigo de todas formas.

—¿Ah no?—rió nervioso.—Pensé que sí, como nunca has tenido novio, pensé que nunca habrías tenido tu primer beso tampoco.—se rascó la nuca.—creí que estarías enojada por robarte "tu momento especial".—se sonrojé.

—No, para nada.—reí.—es decir, emm, no es que no fuera especial, digo, emm, no quise decir eso...¡Aish!—me quejé y el se río.

—Al menos, no lo odiaste.—dijo haciendo que me sonrojara.

Me quedé viendo sus labios. No piensen mal. Lo hice inconscientemente. Al parecer se dió cuenta.

—Supongo que me estás mirándome de la misma manera en que te miraba yo, ayer.—dijo riendo.

—¿Eh? Ah, lo siento.—dije nerviosa.

Maldita sea. Que vergüenza.

Pero es inevitable, sus facciones son tan perfectas.

Tomé impulso. Debo hacerlo de nuevo. Al menos, por última vez. Lo besé.

El me correspondió, pero caí en razón y me separé rápidamente.

—L-lo siento.—dije tapándome mi cara con mis manos a lo que él ríe.

—Ven aquí, pequeña.—dijo abrazándome.

Aún tenía mis manos tapando mi rostro, y mientras me abrazaba, tenía mi cabeza recostada en su pecho. Sentí como su corazón palpitaba con fuerza, aunque no más que él mío.

Estaba nerviosa, jamás había estado en una situación similar. Sé que él también lo estaba, pero lo disimulaba muy bien.

Se iba a separar del abrazo, pero lo impedí. Mi cara estaba muy roja ahora y no quería que lo notara. Escuché una risa de su parte. No se si de nervios o se burlaba de mi repentina timidez.

—Ellie, debo irme, tengo una canción que terminar.—asentí.—los chicos salieron un rato, solo estamos tu, Jongho y yo.—asentí.—¿Podrías quitar las manos de tu cara?—preguntó riendo y negué.—Esta bien, estaré en mi habitación si necesitas algo.—dijo y asentí.

Una vez salió de mi habitación, quité mis sudorosas manos de mi cara, la cual estaba menos roja que antes.

Me dirijo a la habitación de Jongho, quería ver cómo estaba.

Toqué la puerta, y escuché su "pase".

—Hola, de nuevo.

—¿¡Cómo que te besaste con Seonghwa!?—me grita y lo miro sorprendida.

—Jaja, vaya, los rumores corren rápido.—dije con una risa nerviosa.—No lo sé, pregúntaselo a él.—dije tratando de restarle importancia.—¿Cómo sigues?

—Mejor que antes.—dijo riendo.—el dolor de cabeza se redujo.—dijo y asentí.

—Me iré entonces. Recuerda llamarme si necesitas algo.—dije y asintió.

—Claro, ya olvidé todo el espectáculo que hiciste hace un rato. Para nada extraño.—dijo sarcásticamente.

Reí y salí de su habitación.

•my only star• >>park seonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora