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—¡Jongho, vámonos!—exclamé.

—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, amén.—dijo.

—¿Qué estás haciendo?—pregunté pero fui ignorada.

—Oh Señor...Seonghwa, prometo no tocarla, cuidarla y traerla sana y salva.—dice uniendo sus manos a la altura de su pecho y cerrando sus ojos. Los demás chicos reían.

—Andas muy sarcástico últimamente.—dije mientras lo halaba de la oreja, para salir del departamento.

—Ya puedes soltarme.—se queja y procedo a darle un abrazo por el hombro.—Oh Señor...Seonghwa, no fui yo, ella me abrazó, perdona mis pecados.—exagera mientras miraba al cielo.

—¡Hey! ¡Son mis amigos! Nadie va a prohibirme abrazarlos, ni sus fans, ni tu "Señor Seonghwa"—dije riendo y él imitó mi acción.

Llegamos a la universidad y esperamos a transcurriera el día. Luego llegamos al departamento, ya era aproximadamente las 17:00.

—¡San-i! ¡Wooyoung!—dije sentándome en el sofá entre ambos.—Oh, una peli. ¡Me uniré a ustedes!—les dije.—Y no acepto un no como respuesta, si me duermo, me recostaré en alguno de ustedes aunque Seonghwa se ponga celoso.

En eso viene Seonghwa saliendo de su habitación, quien al escuchar mis palabras quedó sorprendido.

—Eso me tiene sin cuidado.—respondió Seonghwa.—Sé que me amas a mí.—dijo riendo.

—¿Lo ven? Ahora pongan la maldita película de una buena vez.—dije sonriendo.

—Sin maldiciones.—me corrige San y yo asiento.

Luego de que ponen la película, entendí que fue mala idea unirme. Era de Terror.

Me la pasé casi toda la película gritando y tapándome los ojos, aveces me refugiaba en Wooyoung, y este solo se burlaba de mí.

Cuando terminó la película, me fui a mi habitación. El miedo estaba consumiéndome.

—¿Ya se acabó?—entró Seonghwa, se refería a la película. Solo asentí con la cabeza. —Era de terror ¿no es así?—dijo y asentí una vez más.

—No tienes idea del miedo que siento ahora mismo.—dije y el se río.

—¿Quieres que te acompañe?—me pregunto.

—Ya lo estás haciendo.—respondí riendo.

Ya había pasado casi un mes desde que comenzamos nuestra relación, y aunque aveces era incómodo, era realmente reconfortante pasar tiempo a su lado.

Seonghwa se sentó a mi lado y me abrazó, mientras tarareaba la canción que había escrito para mí.

—Tenía mucho tiempo sin escucharte cantarme.—le dije mientras correspondía su abrazo.

—Lo sé.—dijo riendo.—Ellie.—dijo separándose del abrazo.

—¿Si?—pregunté confundida.

—Quiero que conozcas a mis padres.—me sonrió.

—¿Crees que le caeré bien?—cuestiono y él asiente.

—Te amarán.—dijo riendo.

—Esta bien, ¿cuando vamos?—pregunté.

—Mañana.—lo miré confundida.—Es sábado, Ellie.—dijo y asentí riendo.

[...]

—¿Nos vamos?—preguntó Seonghwa y asentí.

Ibamos con Yunho, al parecer se llevaba bien con los padres de Seonghwa, y quería ir a saludar.

Nos subimos al auto. Al parecer el viaje era largo.

Los chicos habían comprado un auto, el cual compartían, dependiendo de quien lo necesitara en ese momento, o si era importante usarlo.

—Duerman un poco, si desean. Los llamaré cuando lleguemos.—nos dijo a Yunho y a mí y ambos asentimos.

Llegamos a la casa de sus padres. Era realmente grande.

—Oh, al parecer están mis tíos, también. Esperen aquí.—dijo bajándose del auto.

Seonghwa se bajó del auto y nos dejó ahí, para saludar a sus padres, al parecer iba a avisarle que no venía solo.

Sus tíos llegaron, y él no tan sonriente los saludo. Seonghwa hizo una señal para que bajáramos del auto y su tío volteó a ver.

Quedé helada.

—¿Qué pasa Ellie?—dice Yunho quien ya se encontraba afuera.

—E-es él.—dije y me miró confundido.—Es él quién me compró.—le dije y quedó sorprendido.

—¡Yunho! ¿Pasa algo?—gritó Seonghwa desde donde estaba.

—¡Hyung! Ellie no se siente bien.—le gritó de vuelta.

Seonghwa vino corriendo hacía el auto y me observó preocupado.

—¿Qué tienes?—me preguntó pero ninguna palabra pudo salir de mi boca.

—Deberíamos volver, hyung.—le dice Yunho y el asiente.

En el trayecto no dije nada. Y Seonghwa y Yunho me miraban preocupados, más Yunho, quién sabía que era lo que estaba pasando.

Llegamos al departamento, y lo primero que hice fue irme a mi habitación, cerré la puerta con llave asegurándome de que nadie pudiera entrar.

—¡Ellie!—me llamó Seonghwa desde el otro lado de la puerta.—¡Ellie! ¿Estás bien?—dijo tocando mi puerta con fuerza.—¡Ellie!—forcejeaba con la hebilla de la puerta.

—Déjala, hyung. Luego hablarás con ella.—escuché la voz de Yunho.

Solté un suspiro y retuve mis lágrimas de frustración. ¿Por qué él de todas las personas?

—¡Ellie!—insistía Seonghwa,tocando mi puerta desesperado, se escuchaba realmente mal.—Yunho me contó todo. ¿Hablemos si? Por favor.

No dije nada. No podía decir nada. Tan solo, no lo hice.

[...]

Ya habían pasado dos días y yo no salía de mi habitación, no he comido nada en todo este tiempo. Solo tomaba agua del grifo del lavamanos del baño que estaba en mi habitación.

En cualquier momento me volvería loca. Me pregunto cómo estará Seonghwa. ¿Cómo se sentirá ahora? Aún así no me atrevo a salir y preguntar.

Los chicos estaban preocupados por mi, cada segundo tocaban mi puerta preguntando si iba a comer algo o si necesitaba algo. Pero simplemente los ignoraba.

Jamás había aguantado tantos días sin comer. Pero estaba haciendo mi mayor esfuerzo. Sé que estaba mal, pero simplemente lo hacía.

•my only star• >>park seonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora