Vacío

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-¡Joven Amo por favor resista!

Su tono de voz alarmante lo decía todo... él estaba preocupado.

Por más que lo intentase no había forma de que mi tos cesara. Había inhalado el humo suficiente para que mi asma regresara. Comenzaba a sentir más denso el aire y mis pulmones pesados...

-Sebastian... Debemos regresar por Elizabeth. - Con dificultad hablé . A pesar de mi estado ella me tenía preocupado.

-¡De ninguna manera! No puedo regresarte al humo. Primero debo ponerte a salvo.

Tan obstinado como de costumbre... Había prometido no volver a pronunciar esas palabras... además de eso sabía que no estaba pensando bien mi jugada. Aún así... no iba a poder permitirlo. No podía permitir que alguien más muriera a causa mía.

-¡Sebastian! ¡Es una orden! ... ¡Regresa y salva su vida sin importar que! - Le dije alzando mi voz para demostrarle que hablaba en serio.

Como era de esperarse mi orden lo obligó a detenerse abruptamente.

-¿A caso olvidaste cuál es mi objetivo principal? -Su mirada demoníaca no tardó en aparecer. Claramente mi orden lo había hecho enfadar.

-¡Exacto! Tu objetivo principal es mi alma... así que... - "Mi alma... pensar en eso estremeció mi corazón. -Así que pase lo que pase no me dejaras morir ¿Verdad?

No estaba convencido. No del todo.

-Mantenerte con vida y evitar grandes consecuencias son cosas diferentes... -Entendía bien lo que quería decirme. No había certeza alguna de que si regresaba yo saldría ileso de todo.

- Lo sé... -Agaché mi mirada en forma de resignación. No podía. No había forma de que continuara cometiendo el mismo error una y otra vez... No podía seguir adelante a costa del sacrificio de otros.

No podía imaginar que cruzaba por la mente de Sebastian, ni siquiera me atrevía a mirarlo a los ojos... fue entonces cuando me tomó por desprevenido. Un cálido beso.

Ese dulce tacto me transmitió todos sus pesares y sentimientos por mí... Ese prohibido sentimiento que nos unía, tan dulce y venenoso que ambos compartíamos.

-Eres demasiado amable... Mantente al margen... deja que yo me encargue de acabar con todo. -Esas fueron sus dulces palabras al separarse de mis labios.

De alguna forma podía sentir que él deseaba tranquilizar mis miedos. Quería hacerme saber... que está vez no estaba sólo.

Do you love me...?Where stories live. Discover now