My Husband Park Jinyoung// Bnior- JJPROJECT

Cambio de hábitos

¡Mierda! Es difícil ser un Jaebeom. Llevé a mi dulce bebé al restaurante "Lullaby", la comida italiana, allí, es deliciosa. Jin devoró 2 platos de pasta y tres postres diferentes ¡Dios! Ni siquiera en mis mejores tiempos podría engullir tanto. Jinnie frunció el ceño, cuando lo miré comer- ¡¿Te molesta?! ¡Me dejarás de querer, por comer tanto! ¿Cierto?- su voz entrecortada, era un signo de mal augurio. Mi esposito estaba haciendo un gran drama, suspiré abatido y me acerqué a él rozando sus labios- Bebé, haría lo que fuera por ti. No llores, te amo. Puedes comer toda la comida del mundo mundial- él suspiró, aferrándose a mi cuello, casi asfixiándome- ¡Eres el mejor esposo del universo! Te amo, gatito- Nos besamos con lujuria y ¡Señores! Ha sido la mejor recompensa del puto día.

En el cine, nuevamente, la sorpresa me invadió con la película que veríamos "The Ring"- ¿Estás seguro bebito?- Jinnie asintió feliz. Luego, compramos un sinfín de palomitas y gaseosas ¡¿Cómo podía comer tanto?! Disimulé mi sorpresa y suspiré; tendría que soportar los llantos de Jinyoung, por subir de peso.

- Amor ¿Desde cuándo ves películas de terror?- Jin me dio una mirada de arpío del infierno.

- ¡¿Acaso no puedo?!- soltó un bufido y se enfocó en sus palomitas.

- ¿Bebé, aún tienes hambre?- lo vi fruncir, aún más, el ceño.

- ¡¿Me estás diciendo gordo?!- negué con la cabeza. Evaluaría, en el futuro, aquella amistad de mi bebé con el arpío de Mark.

- No, duraznito precioso. Solo, algo cambió...- sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas ¡Jodido infierno!

- ¡¿Ya no me amas?! ¡¿Es eso?! ¡¿Quién es la zorra?- Jinnie gritó, a todo pulmón, en medio de la sala.

- ¡Park Jinyoung!- vociferé. Estaba, realmente, molesto.

- Beommie...- masculló, seguido de un mohín. Sin advertir sus acciones, se lanzó a mi regazo casi asfixiándome.

- A-Amor...no puedo respirar...- Jin, soltó el agarré ¡Maldición! Odio el modo "Perra del inferno"- Te amo, bebito. Eres el amor de mi vida. No puedo vivir, sin ti. No llores ¿Está bien?- acuné su rostro.

- Quiero ir a casa, gatito...- asentí. Le daría todos los mimitos y besos del puto mundo.

En 10 minutos llegamos al departamento y devoré a Jinyoung, como un maldito cavernícola. Jinnie, ama cada vez que lo empotro contra las paredes de nuestro hogar y eso hice. Besé, acaricié y lamí, de pies a cabeza, al perfecto hombre. Estaba más duro que una piedra, cuando me introduje entre aquellos dulces muslos, su cavidad me dio la bienvenida con delicia- Te amo, bebé. Jamás lo dudes. Eres mi vida entera- gemí, desbordando mi fuerza animal. Finalmente, agotados y extasiados, caímos en nuestro lecho.

- ¡Te amo, gatito! También, eres el amor de mi vida- besó mis belfos y juro que me derretí.

- ¡Malvado bebé! Harás que Beommie Junior despierte, otra vez- sonrió coqueto-

- Bobito ¿Me amas?- suspiré, cada amaba más a Jinnie. Por ello, la posibilidad de un hijo de puta esté con él, me hizo hervir la sangre.

- Sí, amor. Mucho, mucho- lo senté en mi regazo, dándole cortos besos.

- ¡Me iré a duchar! Debemos revisar el borrador- expuso, yendo a nuestro baño.

- ¡Voy contigo!- él, abrió sus ojos como platos.