24 - Martes

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TU SONRISA TAN RESPLANDECIENTE A MI CORAZON DEJA ENCANTADOOO —cantaban como locos desesperados tan ebrios como lo podía estar un grupo de adolecentes revoltosos.

Tanaka trataba de tocar la guitarra mientras cantaban aunque más bien parecia que la estaba acariciando.
Asahi tenía el cabello desatado y lo agitaba como si estuviera en un comercial de Pantene. Incluso Yamaguchi y Tsukishima habían bebido, pero Yams solo les celebraba las payasadas con una sonrisa de oreja a oreja, no podía verse más feliz, y Tsukishima solo aplaudia con su cara totalmente seria pero riendose del resto en sus interiores. El unico que no habia bebido era Ennoshita, pero solo para poder tomar fotos y videos de ellos, quería reírse luego.

¿Me ayudas? —le preguntó Yamaguchi a Tsukishima, levantandose a llevar las cajas de pizza y las latas vacias.

El más alto solo asintió tomando todo lo que podía en sus manos para ir detras suyo, escaleras abajo pasando por la sala hasta la cocina donde separaron las latas para reciclaje y tiraron el resto en la basura común.

Te ves muy animado. —soltó en un tono algo molesto a lo que el menor lo miro con confusión.

—Si, bueno... Es divertido... —balbuceo tratando de acomodar todo, era dificil ya que todas las luces estaban apagadas. —Tu no pareces estar divirtiendote... —Dijo mostrandose algo triste por eso.

—Ah... Si lo estoy, solo... Estoy cansado. —mintió.

—Bien, entonces durmamos. —le mostro una sonrisa reconfortante y calida, infantil y dulce como solo Yamaguchi sabía hacer.

Tomo su mano volviendo a hacer el recorrido por la sala hasta las escaleras, sin soltarlo ni un segundo, así se sentía seguro y reía cuando ambos tropezaban con alguna cosa en el suelo por la oscuridad.

Tuvó el privilegio de oir la risa de Tsukishima en un momento, y aunque tenía a todos sus amigos en su habitación, nada lo hizo más feliz que aquello.

Ambos tenían el alcohol subido, ninguno era resistente al alcohol y no habían tomado precisamente poco, no midieron consecuencias.

Sobretodo Tsukishima quien no era calculador, no al menos cuando se trataba de Yamaguchi, era más bien impulsivo y temperamental.

Regresaron a la habitación no sin antes soltarse la mano y saltar los cadaveres a los que llamaban "amigos".

Yams saco de su armario varias mantas y almohadas, los futones estuvieron armados desde el principio pero aun así los chicos  estaban tirados en el suelo. Tuvó la paciencia de pedirle a cada uno que se acomodara adecuadamente, obvio con la ayuda de Ennoshita. Hinata habia estado toda la noche peleando con Kageyama pero a la hora de dormir se pegaron como si fueran dos imanes. Suga y Daichi se abrazaban con mucha delicadeza, como una tipica pareja melosa, daban diabetes. Noya era un desastre durmiendo y Tanaka igual, los unicos 'normales' eran Asahi y los tres despiertos.

Los tres se desearon buenas noches y se acostaron, el futuro capitan en un futon individual y Yamaguchi con Tsukishima en la cama, era nomal que algunos tuvieran que compartir así que nadie dijo nada.

Todo fue silecioso y tranquilo, Yams escuchaba algunos ronquidos o aquellos suspiros que daban las personas al dormir, era el unico sin hacerlo incluso Tsukishima había caído. Las cosas se dieron muy lentas el peliverde no podía dormir ni un poco, daba vueltas para ver si ello lo hacía cansar y dormir.
En un momento quedo frente a su amigo, lo escucho balbucear algunas cosas pero no podía escuchar el qué. La curiosidad lo consumio y se acercó a Tsukishima lo suficiente para leer sus labios. No alcanzo a entender nada y es que en dos segundos el rubio lo habia atrapado apretandolo contra su cuerpo, rodeandolo con sus brazos. Yamaguchi no entendía nada, su cara roja y su expresion sorprendida fue todo lo que pudo hacer cuando notó que el mas alto de los dos tenia los ojos levemente abiertos... Mirandolo como si estuviera en una especie de trance. No sabía si estába teniendo un mal sueño o ese sueño era real. Las manos de Tsukishima iban una por su espalda y la otra bajando hasta su cintura, sin embargo se detuvo a verle a los ojos, se notaba a kilómetros que Tsukishima estaba despierto pero no se notaba si era consiente de lo que hacía.

Yamaguchi quién tenía sus manos en el pecho del mayor las subió hasta poder abrazarlo, en un principio creyo que el mayor solo tenia frio o estaba siendo sonámbulo, fue demasiado inocente hasta que su rubio amigo comenzo a acariciar su espalda baja. En ese momento se asustó, mas rojo que un tomate escondio su rostro en el hombro del mayor, dejandolo hacer lo que quisiera, como siempre.

Tsukishima aprovecho la cercania para hundirse tambien en el cuello de su amigo... Rozando la punta de su nariz en el cuello ajeno para asi sentir su aroma. El peliverde respondió soltando aire con rapidez, estaba asustado, pero Tsukishima lo tomó de otro modo y aprovecho para pasar las manos hasta el vientre del menor tocando tanto como podía y erizando la piel de su amigo.
Pero poner a Yams asi no fue suficiente para él, movió su cuerpo hasta subirse encima del otro mirandole  a los ojos con aquel descaro, pasando sus manos por el borde del pantalon ajeno, y hubiera metido la mano de no ser porque un Yamaguchi totalmente asustado y al borde de las lagrimas lo detuvo, negando con su cabeza varias veces para no hacer ruido, no quería despertar a sus amigos, no queria que lo vieran asi.

Tsukishima obedeció volviendo a subir sus manos y tomando las del menor para entrelazar su dedos y así inclinarse a dejar un beso en su mejilla, sin despegarse de su piel pasando a su mandibula, menton y finalmente en su cuello... Donde comenzo a hacer una marca a costa de la primera lagrima de Yamaguchi. Se dio cuenta rápidamente, separandose para mirarlo con impresión, quizo decirle algo hasta que Yams lo empujó haciendole bajarse de encima suyo y enseguida pasando el dorso de sus manos por sus ojos sentandose en la cama, todo esto haciendo el minimo de sonido posible.

Aquél rechazó le hizo sentir una fuerte punzada... Salió totalmente de ese estado en el que obedecio sus deseos y comenzo a darse cuenta que habia hecho llorar a quien más le importaba. Fruncio el ceño y apreto los puños bajandose de la cama rapidamente para salir de la habitación y apurarse en bajar las escaleras, quería huir.

Pero se sorprendio en cuanto la mano temblorosa de su amigo tiro de él en medio de la oscuridad.

— ...T-tsukki... —susurró entre lagrimas, le había seguido. —...No t-te vayas....

Pero estas llorando... —contesto en aquel tono frio sin ser capaz de verlo a los ojos.

L-lo siento.... —se disculpó con el como si tuviese la culpa de lo sucedido, agachando la cabeza y mirando al suelo.

Tsukishima no lo entendia ni un poco.

—...Ya... No llores... —dijo para tirar de su muñeca y tratar de abrazarlo, Yams solo hundía su rostro en el pecho ajeno mientras lloraba. — olvidemos que esto pasó y ya...

No entendía porque decir eso hizo temblar al menor de nuevo, solo que esta vez detuvo su llanto levantando el rostro para mirarlo a los ojos, con tristeza

El rubio acarició su cabeza como si fuera un cachorro y suspiró algo cansado de la situación. Se habría detenido allí de no ser porque Yamaguchi se paro en puntitas de pié dejando un timido beso en su mejilla.

Se portaba como si hubiera juntado valor toda su vida para hacer eso.

Y esa pequeña accion abrió mil puertas para Tsukishima.
Tomo su rostro entre sus manos cerrando los ojos y juntando sus labios con lentitud, jugaba con los belfos ajenos dandose el gusto de deborar al fin la boca de su mejor amigo. Volvía a bajar sus manos a la cintura del mas bajo apegandose a su cuepo y cumpliendo todos esos deseos reprimidos.

Yamaguchi se dejaba hacer... Totalmente perdido, dejandose llevar y abrazando al más alto mientras trataba de seguir el beso aun con su torpeza... Tenía tantas emociones dentro de el que solo podía responder con miedo.

Ambos sabian que todo sería diferente a partir de ahora.

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Recuerden reforzar la amistad con sus mejores amigos (?)

Se me cuidan ♥

Los Chicos Del Club de Voley || HQ YAOI Where stories live. Discover now