༄Hace años y años en aquellos tiempos donde la realeza era el alma de un pueblo, se encontraba un hermoso y resplandeciente príncipe que estaba a punto de ser sacrificado para ser entregado a su verdadero creador, el señor sol.
「 ¡Bienvenido al apar...
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➳ Título: ❝ Que pequeño es el mundo. ❞ ➳ Pareja: SeokSeok; Kim SeokJin y Jung HoSeok. ➳ Advertencias: Fluff. Leve smut ➳ Extensión: +3081 palabras.
Hoseok se entera en la boda de su hermana que su ex, Seokjin, es el hermano del novio. La chispa que había en un pasado vuelve a saltar entre ellos.
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El salón era enorme, en las paredes había un elegante color beige que hacía juego con los manteles negros y marrones en las mesas redondas, adornos de listones gruesos y flores combinando por todas partes. En el centro de cada mesa yacía un florero largo relleno de flores plásticas de color blanco que seguramente todas las madres invitadas se pelearían para llevarse uno a casa cuando la fiesta terminara.
La fiesta de compromiso de su hermana iba muy bien; habían muchos invitados, casi toda la familia reunida en un solo salón, así como la del novio y algunos amigos de ambos. Hoseok estaba tan feliz por Wheein, su hermana se veía radiante en ese precioso vestido ajustado a la cintura, encaje en el escote de pico que le hacía verse sexy, la falda cayendo lisa y esponjosa, como si fuera una princesa en el baile real. La sonrisa parecía pintada en sus labios rojos, sus ojos achicados, decorados en un precioso ahumado marrón que resaltaba sus rasgos. Iba del brazo del novio, un joven apuesto que caminaba junto a ella como si estuviera presumiéndole a todos que ahora estaba casado con la mujer más hermosa del mundo. Era lindo ver lo orgulloso que estaba de contraer matrimonio con ella, sin duda, era algo que cualquiera desearía en el día de su boda.
Hoseok no lo conocía muy bien, ya que hacía poco regresó desde la capital hacia su ciudad natal, Gwanju, precisamente por la boda. Tuvo solo medio mes de poder tratar con Kim Taehyung, quien era del año noventa y cinco como su hermana, un par de meses menor que ella. Era educado, amable y muy inteligente, aunque era de esperarse tratándose de un joven cirujano. También era muy alto, un poco más que él mismo (aunque Hoseok se veía muchísimo más bajito de lo que en realidad era por alguna razón), tenía en la piel un atractivo color bronceado que se veía sumamente sexy. Su cabello rizado y oscuro le caía por la frente, cubriendo las tupidas cejas que enmarcaban un par de grandes ojos felinos, marrones e intimidantes, refugiados por espesas y largas pestañas. Wheein se había ganado la lotería con un hombre así, que además de guapo, la amaba como nada en el mundo.
Él por el contrario, no había tenido tanta suerte en lo que el amor concierne. Desde que se mudó a Seúl para encontrar mejores oportunidades en la industria competitiva de las bienes raíces no había tenido tiempo de volver al juego. Como alguien orgulloso y abiertamente gay, era en verdad difícil hallar hombres que estuvieran dispuestos a formalizar una relación con él, y el trabajo lo mantenía lo suficientemente ocupado que no tenía ni un minuto libre para preocuparse por ser un hombre solterón de veintiocho años en abstinencia desde su última relación, a los veintidós años.
