Saga Omegaverse Marvel: Ya somos padres

Thorki

Thor estaba consolando al pequeño y regordete omega que en ese momento se estaba ocultando en su cuello, el niño no dejaba de sollozar haciendo que al alfa se le estrujara el corazón, no le gustaba ver a su bebé de esa forma, no sabía que hacer para consolarlo. Y no sólo eso, sabía que en su habitación se encontraría con otro gran problema, pues su omega de seguro estaba como Fenrir o incluso peor.

— Ya mi amor, tranquilo — dijo el alfa dándole un suave beso en la frente — no tienes que llorar bebé, nada de lo que ocurrió fue tu culpa. Sólo papi está sensible por Hela.

— Pero papi me gritó — un sollozo más grande escapó de su boca — dijo que era un estúpido omega, que sólo lo preocupaba — respondió el pequeño llorando aún más fuerte.

Thor soltó sus feromonas mientras lo arrullaba, realmente no sabía que responder, como hacer para explicarle a un niño pequeño las razones del porqué Loki le había gritado, simplemente era difícil hacerlo entender.

Lo mejor sería dejarlo descansar, una vez calmado y que además hubiera hablado con su esposo, podrían hablar con el cachorrito y aclarar las cosas. Minutos más tarde por fin el pequeño omega había caído rendido, aún entre sueños se le escapaban algunos sollozos, sus ojitos habían quedado hinchados de tanto llorar, Thor besó sus mejillas y se fue suspirando mientras se apretaba el puente de la nariz, ahora le tocaba la parte difícil.

Entró con cuidado a la habitación, de inmediato lo golpeó el aroma a tristeza de su omega, apuró el paso y se encontró a Loki sentado en el suelo, revisando algunas fotografías mientras de sus ojos no dejaban de brotar lágrimas.

El alfa se acercó y lo rodeó por atrás, comenzando a dar besitos en su marca, haciendo que el omega llorara con mayor intensidad. Con cuidado lo levantó del suelo, lo llevó hasta la cama y lo acunó sobre su regazo, no dejó de emitir sus feromonas y llenarlo de mimos, ya luego lo regañaría, lo importante por ahora era lograr que se calmara.

— ¿Soy un idiota? — Thor le besó la frente.

— Tus palabras, no las mías — soltó junto a una grave risa mientras hizo cosquillas en su omega, quien al fin soltó una risita.

— Amor, yo no diría idiota. Pero no debiste tratar al pequeño de esa forma, él no merecía esas palabras — Loki comenzó a hacer un puchero el cual fue atrapado por los dientes de Thor dándole un pequeño mordisco — pero también te entiendo, casi me dio un infarto al ver a Fenrir correr, no pude evitar pensar en nuestra Hela — explicó Thor al fin dejando salir sus sentimientos, los cuales hasta el momento había guardado por el bien de su hijo y su esposo.

—Tuve tanto miedo.

— Yo también. Pero ahora vamos a dormir, mañana arreglarás las cosas con el pequeño. Te aseguro que Fenrir lo comprenderá, es un niño muy inteligente para su edad.

— Por eso el estúpido de Vincent se prendó de él — bufó el omega y Thor no hizo más que soltar una carcajada. Se supone que el padre celoso sería él, pero al parecer era a Loki a quien no le gustaba para nada que su niño estuviera en la mira de un alfa.

Loki se removió en la cama, rápidamente estiró su mano para sentir el otro lado frío, maldijo a Thor por levantarse tan temprano, no entendía como a su alfa le podía gustar madrugar, mucho menos entendía como con el frío que hacía era capaz de salir a correr, estaba seguro que era el único idiota en la ciudad que hacía eso, soltó una risa al recordar que no era el único, también se sumaba el idiota de Rogers.

Intentó volver a dormirse, pero simplemente no pudo conciliar el sueño. Se levantó y puso una mullida bata, para luego ir a la habitación del cachorrito. De inmediato lo golpeó el aroma de su hijo, olía dulce pero no empalagoso, era más bien un aroma reconfortante y sutil, lleno de inocencia y calidez.