Saga Omegaverse Marvel: Ya somos padres

Extra: Wolvesilver

El extra que había prometido. 

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Peter iba manejando en silencio, de vez en cuando le dedicaba una mirada a su hija, quien iba mirando por la ventana ignorando rotundamente. El omega movió la cabeza mientras negaba, no podía creer que su hija hubiera llegado a golpes con algunos muchachos de la escuela, entendía perfectamente que estaba defendiendo a Josephine, pero eso no significaba que pudiera quebrar algunos huesos, que dañara de esa forma. Además, ahora él tenía que fingir y disculparse falsamente con todos los idiotas padres que no sabían criar hijos que respetaran a los omegas.

Laura se bajó del auto gruñendo y luego entró a casa dando un fuerte portazo que hizo a Peter gruñir, ya había soportado demasiado, no permitiría ese tipo de faltas de respeto.

Entró tranquilo, suspiro un par de veces y se preparó para lo que venía, realmente odiaba parecerse a Erik, al parecer si había heredado su mal genio ¿o aparecía con la edad?

— ¡Laura Elizabeth ven en este mismo instante! — gritó mientras se sentaba en la mesa del comedor — Laura no me hagas ir por ti, será peor — dictaminó de forma seria.

A los pocos segundos se vio a la pequeña alfa, la muchacha se veía avergonzado, pero eso no quitaba que mostrara una mirada desafiante, se veía realmente idéntico a Logan cuando estaba enojado, pero él era el esposo de ese animal, ese tipo de gestos no lo intimidaban para nada.

— Laura, me explicas ¿qué diablos pasó? Porque entiendo y perfectamente, que quieras defender a Josephine, pero Laura no era necesario que los maltrataras de esa forma, eso es sadismo. Tú sabes pelear y muy bien, tienes control de tu cuerpo, y por lo mismo no puedes infligir la violencia de esa forma, eso es ser abusiva y está absolutamente mal.

— Ellos molestaron a Joss, yo le partí los huesos, merecían mucho más — respondió la castaña sentándose de mala forma. Peter respiró intentando calmarse.

— Laura no puedes tratar a la gente de esa forma, para eso existe el lenguaje. Si tienes diferencias las hablas, además, para eso están los profesores ¿por qué no fuiste a por uno de ellos?

— Porque son unos viejos de mierda.

— Laura ya basta — la voz de Peter soltó realmente enojada, Laura no pudo evitar pegar un respingo y sentirse genuinamente asustada — estás castigada, no saldrás por un mes. Y no, ni siquiera para pasar los fines de semanas con Josephine o con quien sea, no saldrás de esta casa.

Laura lo quedó mirando, su labio inferior comenzó a temblar y poco a poco un sollozo salió de su boca. Sus lágrimas poco a poco comenzaron a caer, pero en su mirada solo había ira hacia su padre, quien le sostuvo la mirada sin siquiera inmutarse.

— Y mañana te disculparas con tus compañeros, además, nos iremos a disculpar con sus padres por las facturas del hospital. Y no quiero que vuelvas a maldecir.

— Pero papi ellos...

— Ellos nada, ahora ve a buscar tus tareas. Te vas a sentar a hacerlas y ni pienses que tendrás televisor o postre.

Laura se fue sollozando, sorbiendo por la nariz, la niña había dejado el lugar con el aroma de su tristeza.

Logan que desde la entrada había escuchado todo el regaño, se mordió el labio, quería salir corriendo a consolar a su niña, su omega había sido muy duro. Todos pensarían que él era quien regañaba en ese hogar, que era el más enojón, pero la realidad era muy distinta, porque si dependiera de él, Laura sería la niña más mimada y caprichosa, el jamás la había regañado, en realidad era Peter quien siempre se encargaba de eso, el omega era realmente estricto en algunos aspectos y uno de esos era el respeto por los otros, Peter tenía como lema de vida tratar a las personas con amabilidad.