♕ 5: Solelum. ♕

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Dedicado a:

💛 AAmeSaGa 💛
💛 LiaaGomezz 💛



Harry inventó una excusa y dejó un recado para el maestro de moneda antes de salir de la mano de su esposo por las puertas principales del Krestum.

Dejó a sus guardias encargados de sus hijos y pidió que mantuvieran todo en orden -o al menos la mayoría-, mientras él se ausentaba por un par de horas, a lo que la prakhane dorada de Kargem aceptó sin rechistar. Dejando que Harry casi corriera de la mano del omega en dirección a la explanada de dragones.

Entre risas y mejillas ruborizadas, llegaron a la superficie rocosa y poco uniforme en donde los dragones reales solían pasar la mayor parte de su tiempo cuando no estaban volando o cazando. Pero, para su buena suerte, no muy lejos, una cola blanquecina se hallaba entre unas rocas, guiando al resto de un cuerpo que nunca dejaba de crecer, cubierto en escamas de color hueso y con pequeños detalles en dorado.

Hace unos años, cuando Louis había llegado al sur, lo reconoció como una de las bestias más grandes que había en Dragonscale. Meses después lo vio en batalla, abriendo sus fauces para derramar fuego a través de la guerra y sintió mucho más respeto por él. Aún así, ese siempre sería quien lo había llevado a conocer Vulkam por primera vez. Había sido la primera criatura que habia bajado la cabeza para ser tocado por él, un extranjero, un príncipe omega del norte que pensaba solo haber venido al sur para trazar una alianza con los Akgon.

Pero ahora, años tras ese momento, se hallaba dos, tres, cuatro veces más grande de lo que era. Tan imponente, tan bello y extremadamente intimidante. Se giró ante ellos con brusquedad antes de reconocer su olor y mostrarse dócil solo frente a ellos.

—Hante Reikon, —saludó el omega mientras la bestia se acercaba y se dejaba acariciar por las suaves manos del príncipe. Siempre respetuoso bajo su toque.

— ¿Dónde habías estado? —preguntó Harry en un perfecto vhestry. —Tenía días que no te veía, ¿acaso te aburres del sur?

Louis sonrió mientras Harry acariciaba con afecto al dragón, la bestia brillaba como el oro bajo los directos rayos de sol que proyectaba los días de invierno. Y mientras Kargem mimaba más a la criatura, el omega se alejó con una tierna sonrisa en sus labios. Se volvió ante los bordes de la explanada, a donde el risco de aquella montaña resguarda a muchos mas dragones reales que iban y venían a casa. Los ojos azules de Louis se perdieron en el cielo mientras buscaba con la mirada.

Sihny! —gritó a través del viento frío, su capa ondeando detrás de él mientas el eco de su voz aguda reboteaba en las montañas y a sus alrededores.

Pero nada.

Hubo silencio durante un largo rato y no parecía haber respuesta alguna. Apretó la mandíbula, Harry quedándose expectante desde su lugar con Reikon, antes de que Louis gritara otra vez.

Pero a mitad del segundo llamado, desde las profundidad del risco, un par de alas se alzaron frente al oomega, que retrocedió en cuánto la fuerte brisa lo bañó entero. La enorme cabeza apareció brevemente antes sus ojos mientras el dragon se alzaba en vuelo y daba una vuelta sobre la explanada para aterrizar no muy lejos de Kargem.

Reikon le soltó un rugido, que no era para nada una actitud hostil, si no, una señal de familiaridad entre ellos.

El dragón se quedó expectante ante Louis.

No eran tan grande como Reikon, pero quizás igual de imponente y hermoso. Sihny, un dragón de escamas azul eléctrico, que brillaba entre destellos plateados bajo la luz del sol. Tenía alas un poco dañadas, y una que otra herida a traves del cuerpo, pues este había sido uno de los dragones reales que habia ido a la guerra..., pero no solo eso.

Drakhae [l.s]Where stories live. Discover now