Parte 1

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La etapa de la adolescencia era una por la cual uno se sentía sofocado al escuchar siempre lo mismo: coger, fiestas y alcohol. Por tal razón, no era la excepción para el pequeño grupito del salón, casi mayor, en el instituto. Ellos siempre tenían un tema para hablar en común: coger. El grupo de cuatro, según Jaemin, ya habían experimentado de todo, con varias chicas, siendo esa la razón por la cual ninguno de ellos esté en pareja. La única excepción era Jeno, siempre mantenía relaciones con la misma chica, confundiendo a los demás de si ese tipo de relación no se consideraba una pareja, relación amorosa, pero de nuevo, esa mañana, estuvieron hablando de ese mundo tan conocido por el cuarteto.

—Y vamos de nuevo, ¡No somos pareja!—exclamó molesto Jeno, destruyendo el vaso vacío del batido.

—Oye, ¿Por qué te pones tan a la defensiva? Sólo queremos saber la verdad—esta vez, dijo Jisung.

—No me gusta que piensen que ella me gusta o algo por el estilo, es simplemente mi fija...—al recibir un silencio, su vena casi estalla—¿Quieren ver mis conversaciones con ella?—inquieto, sacó su móvil y lo dejó en medio de la mesa.

—Te lo dejaré en tus manos Jaemin.

—¿Estás seguro?—contraatacó Jaemin, luego de sostener el móvil de las manos de Renjun, entregándole.

Jeno asintió tranquilo. Tenía pensado en que ese momento todo acabaría y que ya no recibiría esa clase de comentarios y bromas de parte de sus mejores amigos. Estaba seguro de que allí no tendría nada que esconder, nunca le dijo algo amoroso a Yeeun, ellos ya habían armado un pacto, ella no estaba molesta con el trato que le había propuesto Jeno desde hace ya más de un mes, quizás hace dos meses estaba cogiendo con ella. En sus más profundos pensamientos, ella era genial en la cama, aunque nunca se lo haya dicho. Yeeun era su favorita entre todas, nunca se cansaba, por culpa de ella había desatado su lado precoz, acababa muy rápido, pero diablos, su lengua era muy profesional encima de su pene, sus manos eran hábiles, simplemente era perfecta para cualquier hombre, ni hablar de su lindo cuerpo, nunca vio uno con tantas curvas.

—Ven a mi casa...—Jaemin prosiguió, chupando una paleta, haciendo ruido constantemente, sacando a Jeno de su pequeño resumen sexual—Trae las esposas...—frunció el ceño al igual que todos los demás, eso lo había tomado desprevenido.

—¿En serio les resulta extraño?—inquirió descontento por tal reacción, ahora era su momento de contraatacar a alguno—Recuerdo muy bien cuando a Jaemin le vomitaron encima de su flácido pene.

—¿En serio era necesario decir eso?

Tanto como Jeno y los demás comenzaron a soltar risas descontroladas. Jisung le daba golpes a la mesa, Renjun no dejaba de casi gritar y producir eco por todo el comedor del instituto, llamando la atención de los demás alumnos, pero claro, eso era lo de menos cuando uno disfrutaba así con sus amigos. Jeno tenía una mirada de triunfo plasmada en su cara, no dejaba de ver la cara de indignado de Jaemin. Recuerda bien ese día. El rubio había querido experimentar con una chica vírgen, un grado menor que ellos. Según él, lo estaba haciendo bastante bien para no haber tocado nunca un pene y no haber visto alguno, hasta que comenzó a mover sus caderas, llegando a su garganta. Admitía que no había cuidado su límite, él había llegado con un par de golpes profundos, tan así era lo necesitado que se sentía que se olvidó de darle placer a la vírgen chica, y eso fue un grave error, ya que había sentido al poco tiempo de correrse como otro líquido caliente se colaba alrededor de su hombría.

—¿Así que juegas sucio?—lo desafío con la mirada, no deteniendo a los demás chicos en su mundo lleno de risas y burlas hacia su persona, de por sí estaba muy arrepentido por eso, procurando nunca más meterse con alguna vírgen.

—Me gusta verte enojado—admitió Jeno luego de calmar su propia risa.

—También recuerdo algo, cuando a ti te mordieron muy fuerte y gritaste como una llorona, lo peor fue que yo estaba presente...—ignoró el puchero de arrepentido de su mejor amigo y las miradas curiosas de los calmados amigos.

—¿Tienes el pene mordido ahora?—preguntó Renjun, señalando sin ninguna prevención a su parte baja, y por inercia, su propia mano protegió su fuerte.

—Claro que lo tiene, te dije que estuve presente.

—¿Le mordiste el pene a Jeno?—esa vez fue Jisung, abriendo fuerte los ojos al igual que el resto, por alguna extraña razón, el pulso de Jeno comenzó a acelerarse.

—¿Qué?—dijo con la paleta casi a terminar en su boca, tratando de que él dulce desviara su notable nerviosismo—No soy gay tontos.

—Si tú fueras mujer, cogería contigo sin dudas.

Nunca pensó escuchar esas palabras saliendo de la boca de su mejor amigo Jeno.

Bueno, a decir casi siempre bromeaban entre ellos, era normal. A veces se decían cosas amorosas, otra veces se daban besitos en las manos del otro y se abrazaban diciendo que se amaban mucho delante de sus amigos. Todo eso pertenecía al combo de ser mejores amigos. Sin embargo, últimamente no se quitaba la idea de su cabeza saturada en tener relaciones sexuales con alguien de su mismo sexo. Trataba, de verdad, trataba de no pensar en cómo sería hacerlo con un hombre, no importaba si era con Jeno o con los otros, últimamente le estaba llamando la atención ese lado y porqué muchos hombres deciden y dicen que un segundo pene en el sexo es súper placentero y a la vez es agobiante, porque te deja con más. Había visto porno gay, claro, pero ningún video lo puso duro, como varias veces lo hacía el porno heterosexual, dónde había una vagina, no dos penes. Pensaba también que era incómodo, es decir, había otro pene ahí frente a tu cara o dentro de tí.

—Oye, es broma, tranquilo...—un movimiento de mano lo sacó de su pequeño trance.

Después de eso, la conversación fluyó normal como siempre, dejando el sexo de lado y tomándose muy en serio los próximos exámenes. A pesar de que su boca hablara mal de la profesora de inglés, su mente estaba en otro lado, todavía sin superar el anterior tema y como por poco su mente estaba por comenzar a mostrarle imágenes de él estando con un chico. Era extraño, se sentía extraño cada vez que esa loca idea se colaba en su mente. Tras todo su drama, el receso terminó, mandando al cuarteto a su salón.

—Oye Nana, ¿Estás bien? Te vi muy ido.

—No es nada Jeno, sólo que...—suspiró simulando estando cansado, en ese momento esperó a que una excusa lloviera y cayera en su boca nerviosa, hasta que salió—Tengo miedo de fracasar en mi vida.

—Bueno ya sabes, si tú fracasas, yo fracaso.

Jeno mostró su cálida sonrisa, dónde sus ojos se volvían pequeñas medialunas, unas muy lindas con ese brillo particular que ilumina a cada ser visto por él. Quien iba a creer que a él le gustaba el sexo masoquista, ni el mismo Jaemin sabía de eso, apenas hoy se había enterado de eso. Creía de que era momento de charlar sobre sus gustos, quería conocer mejor a su amigo, esa faceta que no muchos conocen de Jeno. En parte era injusto que él supiera todo y él apenas un par de cosas, las cuales los demás sabían eso, volviéndose no único para él, quizás Jeno lo trataba como uno más, mientras que el rubio lo consideraba su gran mejor amigo. Sentía que la química la tenía con Jeno, era una mucha más grande a comparación de los demás.

—Después de esta clase, iré a tu casa, estoy aburrido y no tengo ganas de estudiar—Jeno apoyó un brazo alrededor de Jaemin, sin dejar de caminar a su destino.

Si fueras mujer, cogería contigo sin dudas.

Por el amor de dios. Cuando sus ojos hicieron contacto con los de Jeno, esa frase apareció en su cabeza. Se autoconvencía de que se trataba de una broma pero joder, la manera en que fue dicha esa frase no podía decir lo contrario a una broma. La seriedad que manejó Jeno lo dejó perplejo, ido, asustado y ansioso por una razón.










SMILEJAEMIN

Straight Curiosity | Nomin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora