Parte 2

7.1K 608 292
                                    

Durante lo que restaba de la mañana, todo era super tranquilo, como siempre. Algunos riendo, otros que no les importaba nada lo que el profesor dictaba durante la clase, otros se sacaban los mocos, otros comían o dormían, mientras que Jaemin peleaba con su mente para desechar esas locas ideas de colarse un pene por su boca.

Por suerte su compañero de banco no sé daba cuenta de lo ido que estaba, quería por lo menos distraerse con la voz del viejo profesor de ciencias, tendría que dar un examen recuperatorio si seguía sin entender el nuevo tema, era evidente de que habría un examen cuando se le presenta un nuevo tema. A Jaemin le importaba bastante el estudio, siempre lo hizo por más que no lo diera a notar a los cuatro vientos como los nerds de su clase. Sus otros amigos no estaban en las mismas condiciones que él, siempre les echaba una mano a cada uno y no tenía problema de ayudarlos en todas las materias. Aunque siempre había uno que se abusaba de su cordialidad, Jeno. El chico directamente no hacía nada en clases, se la pasaba jugando con su celular, de vez en cuando dibujaba en la hoja que le pedía "prestada" a Jaemin, si claro, esa hoja nunca más volvía sana.

Habían otras veces en qué Jeno se escapaba con ridículas excusas, como una vez dónde le mintió a este mismo profesor diciéndole que le dolía la uña y que necesitaba urgentemente a la enfermera, ja. Más tarde se enteró de que se había ligado con la joven enfermera. Nadie del grupo le regañó o algo así, todos admitían de que la joven estaba muy buena y por mucho que Jaemin quería reprimir, le tenía un poco de envidia en ese sentido.

Jeno siempre tenía lo que quería.

Es más, cuando él se propone a estar con alguien, lo hace. Cuando se propone a romper una relación amorosa sólo por estar caliente con la chica, lo hace. Bueno, ésto último no estaba de acuerdo, esa vez si le había regañado y muy feo, sabía que no era su culpa de que él chico estaba triste llorando al enterarse de la infidelidad de la chica con él, pero por alguna razón se sentía culpable. Por esa razón siempre decidió no meterse en relaciones y esas cosas, había hecho una barrera ante eso.

—Jaemin, necesito hablar contigo ahora mismo.

Dijo Jeno en voz alta, lo suficiente para que Jaemin lo escuchara. Bueno, si el mayor tenía alguna inquietud el menor estaba allí, era su hermano pero aún así, no sabía mucho sobre él, creyó que ese era el momento en que ambos pudieran hablar a solas sin ser interrumpidos por el otro par de amigos ruidosos.

—¿Cómo harás para que el profesor te deje? Y que también a mí me deje salir.

—Tú tranquilo, Renjun con Jisung lo van a distraer y en eso, nos escapamos.

—¿Eres idiota?—lo fulminó con su mirada—Es más sano decirle que vamos al baño y listo.

—¡Profe! ¿Puedo ir al baño?—aquello había cortado el pequeño debate, Jeno había alzado más la voz llamando la atención del profesor.

—Si, anda.

—¿Qué te dije idiota?—replicó Jaemin, viendo cómo Jeno se avergonzaba a través de una sencilla sonrisa.

La cosa era que Jeno estaba apto para salir, no Jaemin, pero al no importarle mucho, de por sí estaba estresado con todo, agregándole que no entendía el nuevo tema, decidió hacerle caso a su lado puberto y rebelde de típico adolescente e irse con Jeno. Se había escabullido por la puerta de atrás, mientras que Jeno había tomado la principal donde todos eran testigos de quién entraba y salía. El par de chicos ya estaban afuera, Jeno estaba muy tranquilo para cuando se acercó a su amigo, quien tenía el pulso muy acelerado, sentía que su cuerpo estaba caliente, tenía miedo, había cometido una infracción. Sabía que había hecho cosas peores que esa, pero temía por su calificación, tenía miedo en qué al volver de la charla que le esperaba con Jeno, el profesor notara la ausencia de él.

—¿Qué ocurre?

Para ese momento, Jeno se había acercado mucho, tan así, que al abrir sus ojos—los tenía cerrados para poder calmarse o hacer un intento—se encontrara con los de él. El acercamiento lo tomó por sorpresa, no se lo esperaba, mucho menos cuando su gran mano se apoyaba en una de sus mejillas calientes, haciendo peor la presión que estaba sintiendo. Joder, eso era normal en ellos, no debía ponerse más nervioso de lo que estaba. Jaemin realmente estaba sufriendo y tal acercamiento que hasta sentía su respiración, no ayudaba mucho.

—Ya me conoces, siento que algo va a pasar...—pausó para bajar su mirada hasta llegar a sus zapatos, es allí donde notó la gran cercanía de ambos, dónde la punta de sus zapatos marrones chocaban con los de Jeno.

—No seas tonto y créeme, necesito ayuda moral, no será en vano lo que hiciste.

Sus ojos mágicamente, o eso creía, se posaron en los de Jeno. Éste último había alzado su mirada con ayuda de su mano, sosteniendo con una leve firmeza su mentón. Ellos tenían una diferencia de altura no muy notoria, eso creía Jaemin hasta ese momento, realmente tuvo que alzar bastante su mirada. Por alguna extraña razón, sus ojos se posaron por accidente en sus labios. No lo había notado pero eran gruesos a comparación de los suyos, tenían apenas color, no eran rosados como los de él o con toques carmesí como el de las chicas. Siempre encontró a su amigo como el más guapo de todo el instituto, nunca se imaginaría en ponerlo en segundo lugar, es allí donde se percata que su amigo no sé había movido de su lugar y que estaba haciendo el ridículo en frente de la clase, corriendo el riesgo en qué alguien los vea en ese pequeño trance que se estaba creando entre ellos por culpa de unas curiosas miradas.

—Bueno, vayamos al baño, es más privado que el salón abandonado.

—¿Tú crees?—Jeno se separó y comenzó a caminar, sin darle otra mirada a Jaemin, a cambio, recibió una incómoda respuesta.

—B-bueno, ese salón da miedo y dicen que van ahí para... coger.

Jeno decidió jugar un poco con su amigo.

—Nunca fuí a ese salón para coger, ¿Te gustaría probar?

Si Jaemin ya estaba lo suficiente alterado con tal acercamiento por la preocupación de su amigo, ahora lo estaba aún más cuando Jeno lo acorraló contra los casilleros. Su espalda había recibido el golpe, no muy fuerte pero fue suficiente para que el ruido de metal hiciera eco en él. Por el amor de dios, se decía. Estaba súper nervioso que hasta ese estúpido ruido le estaba molestado, sin descartar que Jeno lo miraba con otros ojos.

—Mejor iremos al baño...—Jaemin lo empujó con todas sus fuerzas, haciendo que Jeno lo dejara respirar y soltar un suspiro pesado mientras escuchaba como éste se mataba de la risa—¿Qué mierda te causa gracia?

—Tu cara...—señaló a él mismo, a ese adolescente cansado por ese tipo de bromas que le hacía cuando estaba desprevenido e ido de la realidad.

Jaemin simplemente salió del lugar y con pasos muchos más ligeros, ignorando el hecho de que Jeno lo estuviera llamando y en otras ocasiones le pidiera perdón por haber hecho eso. No era que Jaemin estuviera enojado con Jeno, él estaba descontento consigo mismo, osea, ¿Cómo era posible que estuviera tan vulnerable cuando Jeno se acercaba de esa manera? Quizás tenía un culpable, y era evidente: era su mente.

Su mente le estaba jugando una broma muy pesada. Desde que ella le mostró escenas de chicos desnudos con bonito cuerpo le había llamado la atención, joder, hasta cierto punto le habían puesto pero no al extremo de llegar a tener una erección, a eso se la dejaba a las chicas japonesas, que para su gusto, eran las más lindas y brutas al tener sexo. Su sueño siempre fue acostarse con una, quizás estaba generalizando y pensando que todas las japonesas eran así, pero al diablo, el quería estar con una. En base a su gusto, su mente debía darle escenarios con una, no con un chico super bonito y adorable con culo redondo que le daban ganas de amasarlos y quizá, muy en el fondo, meter su polla allí dentro.

Tras haber discutido un poco con su maldita y enferma mente, había llegado al baño, que para su sorpresa había un estudiante pero al poco tiempo se va del lugar, dejándolo solitario, hasta que los pasos agitados de Jeno llegarán e hicieran un poco de eco, tanto para así mismo como para el lugar en sí.

—Ahora si, dime qué sucede.

Jaemin se había apoyado un poco sobre el lava manos, cruzando sus brazos, esperando lo que tanto interrumpía en la vida del rubio.

—Creo que alguien me gusta.












SMILEJAEMIN

Straight Curiosity | Nomin [+18]Where stories live. Discover now