Chapter 26.

397 29 9
                                    

Sebastian.

Ellis planeo llenar el jacuzzi de nuestra habitación con agua tibia para así darnos un baño juntos. Por otro lado hasta ahora la estancia en la cabaña a sido súper tranquila, Ali se ha comportado y mi familia también, todos estamos tratando de hacer que sea cómodo estar aquí, también estamos tratando de ocultar la verdad ya que Ellis aún no sabe que mi prima es la madre de mi hija y no lo sabrá nunca, tengo miedo a que se aleje de mi o de mi familia por eso.

—No le has dicho.—Entra Ali a mi habitación, en sus ojos puedo ver la maldad. Con cuidado cierra la puerta detrás de ella y se queda recostada de la misma.

—¿Disculpa?—Le pregunto sin entender nada, sonríe sin mostrar los dientes y a la misma vez se le agrega una pequeña pizca de maldad. A paso lento se acerca a mi hasta colocar sus manos en mi cuello, mi piel se pone de gallina ante su tacto. No se si es que aún tiene efecto en mi o es solo el efecto del tiempo al no haberla tenido cerca.

—No le has dicho a tu perfecta novia de ojos azules y cuerpo de muerte que yo soy la madre de Gravity.—Suelta de una, un nudo se forma en mi estómago y me dan muchísimas ganas de vomitar.

—Legalmente no eres su madre.—Le digo con voz dura.

—Biológicamente si lo sigo siendo, Sebastian.—Suelta un suspiro, doy dos pasos hacia atrás alejándome de su tacto.—¿Aún tengo efecto sobre ti? Se que te excito, ¿Que pasaría si me desnudó frente a ti justamente ahora?

—Nada, una parte de mi sentiría vergüenza y la otra sentiría asco.—Le digo rápidamente y no, no es mentira, esas palabras en serio salieron de mi interior.

—No sentías eso cuando me cogias en el escritorio aquella vez, la vez que quede embarazada de nuestra hija.

—Ya no es nuestra, es solo mía.—Le digo en un tono duro.—Lo qué pasó entre nosotros ya no pasará más, todo acabo y mantente alejada de mi, de mi novia y de mi hija estas dos semanas sino atente a las consecuencias.

—Respóndeme algo.

—Sal de mi habitación.—Niega con la cabeza, ni siquiera la asusto mi tono duro.

¿Por qué diablos no intimidó a nadie?

—¿Te la coges en la misma cama, en el mismo sofá, en el mismo baño, en la misma cocina donde me follabas a mi casi todos los días?—Me pregunta y trago en seco.—Respóndeme Sebastian.

Escucho la puerta del baño abrirse y me giro rápidamente, los ojos de Ellis están llenos de lágrimas, mi corazón se rompe al verla ahí de pie, mirándome fijamente a los ojos, con esos hermosos ojos azules que me vuelven malditamente loco aunque ahora solo me miran con tristeza y decepción. Giro mi mirada y veo a Ali, parece que ha visto un fantasma.

Solo sabes ser perra cuando estamos solos, ¿No es así? Pequeña Arlette.

Ya me cagaste

Ya arruinaste lo único bueno que podría llegar a tener, mi pequeña familia.

—Ellis...—Aprieta los ojos, salen unas cuantas lagrimas de ambos, lame su labio inferior y los vuelve a abrir rápidamente.

—Cuando estaba en la cocina esta tarde.—Dice con un hilo de voz.—Creía que eras amiga de la madre de Gravity pero no, resulta que eres la madre de Gravity. Por eso tu afán de sostenerla cuando llegamos, por eso tu afán de quedar como la buena a toda costa.

—Yo...Yo no sabía que estabas ahí.—Dice en un susurro de diría que, ¿Arrepentida? ¿Arrepentida después de haber tirado el inicio de mi nueva vida por la borda?

La familia Costello Where stories live. Discover now