Capítulo 11.

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Capitulo 11. ¡No tan feliz Halloween! (Parte 2)

Tal vez pasaron dos horas, quien sabe, pero era extraño que ningún profesor haya ido a quejarse por el ruido, la dama antigua de Rose se acerco al ''PAZTO'' de Fred.

—¿Por qué no he visto a McGonnagall por ningún lado?—Grito por sobre la música.

Su primo sonrió con picardía y se acarició las orejitas de gato.

—Bueeeno...

—No me gusta ese ''bueno'', ¿Qué hiciste, Fred?

—Bueeeno... ok, tal vez se me cayeron unas gotitas de somnífero en sus cenas—Carraspeo y espero su sermón.

Rose se puso tan roja que parecía tomate, le dio un coscorrón y se fue hacia la mesa de bebidas gruñendo algo asi como ''Odio que sea mi primo''

Se sirvió un poco de jugo de... bueno, en realidad no sabia que era, pero supuso que era jugo de naranja. Y cuando iba a tomarselo, alguien choco a sus espaldas, el jugo cayo por su pecho manchando el vestido. Se volteo, dispuesta a matar al idiota que le hizo semejante cosa, tenía las groserias que su madre prohibiría en la punta de la lengua, pero al ver quien fue, se quedo tildada.

El chico sonreía penosamente, y solo podía ver sus labios y sus bonitos ojos marrones claros, Rose ya no sabía que decir.

—Perdona, no quise mancharte—Saco su varita de su bolsillo y la señalo—¿Me dejas limpiarlo?

—Umm si quieres.

Murmuro algo e hizo un movimiento de muñeca, la mancha desapareció y quedo como antes. Él volvió a guardar su varita.

—Que vergüenza—Dijo con nerviosismo—Choqué con una chica linda...

Ambos quedaron abochornados, al parecer no estaba en sus planes decirlo en voz alta. Se toco su bien cortado cabello. Rose supuso que él no era de Hogwarts, su acento lo delataba, era uno de esos cavernícolas de Durmstrang... Aunque no tan cavernícola, pensó.

—Qui-quieres, bueno, ¿bailar?

Ella asintio y ambos sintieron un perfume dulzón que los dejo en las nubes. Fueron a la pista sin siquiera preguntar sus nombres.

Afrodita estaba especialmente interesada ese día, iba a hacer esa noche completamente inolvidable.

Mientras que al otro lado, hablando y riendo sin parar estaban un par de ''griegos'' James pensó, nunca se había divertido tanto en una fiesta, y tampoco había estado tanto tiempo sin escabullirse con una chica. Pero, por más que en realidad se quería escabullir con Meredith, no veía apropiado hacerlo, no queria aprovecharse ni nada, además, ella se veía tan linda y tan solemne que lo dejaba idiotizado.

—Entonces salimos del casino gritando y corriendo—Reía ella con los ojos brillosos por las lágrimas de risa—Yo tenía el pelo rosa, una perrita rosa, mi amiga estaba mojada y a punto de resfriarse...

—¿Y tu amigo? ¿Leo?—Pregunto de repente, sería muy estúpido si solo se le quedaba mirando sin nada que decir.

—Ah, jajajaja, él se vistio de niña, pobre.

—Si, pobre.

—Y luego quedamos en medio de la nieve...—Su mirada se oscurecio y la sonrisa desaparecio—Y vino ese gigante... y ya sabes.

Parecía agobiada, como si tuviese cargo de consciencia por haber matado a ese monstruo, puso una mano en su hombro y le dió una linda sonrisa.

—No te preocupes, fue en defensa propia.

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—Claro...—murmuro y miro para abajo, y cuando volvió a levantar la mirada, esta sonriendo espléndida—Entonces vino Nico...

—¿Quién es Nico?—Paso de dulce a celoso en cinco segundos.

—Un amigo—Respondió con simpleza y miro a su alrededor—¿Sabes cómo venía vestido Albus? Es que quiero hablar sobre ya-sabes-quien, a ver si ya le hablo.

Caminaron entre la gente.

—Si ya lo hicieron

—¡James!

—¿Qué? Albus no es un santo—Dijo obvio—Además... es gay.

—¿Y eso que tiene que ver?

—¿Acaso no son más pervertidos? ¿O ninfómanos?

Ella solto una carcajada limpia, él lo había dicho con tanta inocencia que dolía.

—Deja los estereotipos, y confía en tu hermano.

—Le confiaria mi vida—Quiso decirlo para sí mismo, pero ella lo escucho y lo miro con ternura—Ni se te ocurra decirle

—Tu secreto esta a salvo conmigo.

No tan lejos noto a un zombie de cabello azabache. Fueron hacia él y por desgracia no era Albus.

Siguieron buscando.

Pero resulta que Albus no estaba tan lejos, a penas a dos metros del chico con el que lo confundieron, estaba escondido en las sombras, pensando seriamente en ir a ver a un psicólogo muggle... aunque si le hablaba sobre todo lo que pasa, seguro lo llevaría al loquero.

Le tocaron el hombro, al volverse vio a su amiga, o eso penso, sonreirle con alegría.

—Al fin te encuentro.

—Si, lindo vestido.

—Gracias—Ladeo su cabeza y su cabello negro fue hacia un lado—¿Qué me cuentas?

—Bueno—La miro a los ojos, el verde estaba algo extraño, pero lo ignoro—¿Sabes quien es Dita?

—Dita—Repitio en voz baja y fruncio el ceño—Nop. ¿Por?

—Oh, nada... tengo que decirte algo.

Y sin siquiera fijarse en que aquella no era Meredith, le conto todo, sobre lo nervioso que estaba por Scorpius, lo mucho que quería besarlo. La chica lo escucho en silencio, pensando enfada que aquello debía saberlo todo el mundo.

—Vamos—Lo arrastro hacia la mesa de bebidas—Bebe algo y tal vez se te pase.

Le paso un vasito anaranjado con contenido dudoso, él lo bebio sin rechistar y sintio su garganta arder.

—Esto es whisky de fuego...

—Lo se... es mejor.

*****

—Nunca vamos a encontrarlo—Dijo después de media hora Meredith, estaba sudando un poco y James también.

—Tal vez se esté divirtiendo... ¿Y si lo dejamos?

—Mmmm, pero ya me desespera estar aquí—Admitio sintiendo que una chica se restregaba contra su trasero. Si que era incómodo.

—Vamos a tomar aire y volvemos.

—Bu-bueno.

Él tomo su mano y sintio un hormigueo, la arrastro hasta la salida, en el camino chocaron con varias parejas a punto de llegar a la acción. Meredith penso en lo loca que se pondría esa noche y en el reto que se llevarían al dia siguiente. Entonces su mente le dio un golpe a la realidad.

Una semidiosa en Hogwarts (S&B2)Where stories live. Discover now