Una semidiosa en Hogwarts (S&B2)

Capítulo 19.

Capítulo 19. Todo según el plan.

Meredith no sabía si vomitar, implorar piedad o escupirle la cara a Zeus. Es que, bueno, por alguna razón se veía jodidamente poderoso.

Pero Andy si estaba segura de que hacer. Se retorció hasta dar con el control.

—¡VOY A MATARTE! —Le espetó con gran rencor.

Zeus alzo una ceja y camino hacia ella, ignorando todas las miradas. Le toco la nariz tan solo para enfurecerla aún más. Ares se partió de la risa y ni aún así la soltaba.

—Soy inmortal, no puedes matarme querida.

—¡Pero puedo herirte! Y pienso cortarte las pelotas.

La risa del dios que la apresaba se apago y terminó con un graznido. Zeus permanecía tan pacífico que te entraban ganas de morderle los tobillos.

—Andrómeda, ahora sólo te diré una cosa —Tomo su cara y la sujetó con más fuerza de la necesaria —. Ni pienses en que voy a sacarte para que seas un alma libre, no señorita, eres un monstruo, ¿Sabes donde van los monstruos?

Meredith volvió en sí y sollozó cayendo en la cuenta de que Andy iría al Tártaro.

—No, por favor, no lo hagas. No puedes...

—Si quiero, puedo —Declaro con arrogancia.

Ella pensó, por un momento casi sonrió burlona ¿Y si quiere divorciarse de Hera? ¿Será que podrá lograrlo?

—No dejaré que la lastimes.

—Ella te está lastimando a ti —Murmuro Ares casi sólo para si mismo.

—Veamos que piensas ahora.

Zeus comenzó a contar del uno al tres. Los dolores de cabeza se hacían más intensos. Casi creyó que sus ojos iban a salir o explotar.

—¿Quieres que siga ahí? ¿Podrás con el dolor Meredith? ¿Lo controlaras durante lo que te queda de vida?

—No, no, no, deja de hacerlo.

Una sonrisa satisfecha apareció en su rostro.

—Ares, hijo, llevala al carruaje. Terminemos con esto de una vez.

Él lo miro confundido.

—¿No íbamos a esperar a Poseidón?

Su padre echó chispas por los ojos.

—Lo que tratas de decir... ¿Es que yo no tengo suficiente poder como para decidir que hacer?

—Es su papá...

—¡Él mismo decidió llevarla al Tártaro! Ahora llevala.

No puede ser, pensaron ambas y el corazón de Meredith se rompió. Su propio padre quería llevarla a una eternidad de sufrimiento.

Ares la levanto sobre su hombro y salto de la ventana. Pensó que caerían hasta llegar al suelo, pero en su lugar los atrapo el carruaje del dios. Un rayo salió tras ellos y supo que era Zeus dando su dramática salida.

Podía oír a su mamá gritar su nombre, en realidad a todos.

Pero no podía ni alzar la cabeza, uno porque le dolía.

Y también porque se sentía traicionada, incluso vendida. ¿Qué razones tenía Poseidón para darle a su hija semejante castigo? No era culpa de Andy tener aquella maldición, si él no rompía el juramento, nada de eso hubiese pasado.

Se dejó llevar, rogando que tal vez cuando sea liberada, pueda hacer algo para ayudarla.

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