Todos tenemos un alma gemela, algunos sueñan y esperan encontrarla, pero, ¿que si solo los seres sobrenaturales pueden sentir cuando encuentran a su compañero?
Katherine sin buscar encontró a su alma gemela, pero, ¿que si él no la quiere por estar...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
•Narra Katherine•
— ¿En que les puedo ayudar?— pregunté como por décima vez, después de desayunar todos se dispersaron diciendo que harían sus tareas diarias o que simplemente jugarían hasta que fuera hora de su deber.
— Kathy, ya te he dicho que descansarás.— Alma Peregrine se pone delante de mi y sujeta mis hombros.
—Pero yo ya me siento bien— asegure, aunque bueno, si me dolían horriblemente las piernas.
— Katherine— mi nombre abandonó en su boca de manera de regaño.— Si quieres ayudar ve a ver si Enoch te necesita.— Dijo y me guiño un ojo con complicidad. La mire extrañada pero asentí y subí las escaleras para caminar al cuarto de Enoch.
— Hola— saludé asomando mi cabeza por su puerta, él estaba solo mientras parecía arreglar algo en su escritorio.
— Oh, hola— dice con algo de sorpresa.
— ¿Necesitas ayuda?— pregunté y pase a su habitación.
— No realmente, ¿por que? — preguntó dejando de lado lo que hacía.