has que tu alma te guíe

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¿?:—Denotando una joven chica de cabello negro, la misma tenía una túnica blanca, dejando apreciar una banda azulada con el símbolo de los elementos—. No te estaría despertando. Sino fuera importante, soy la primera estudiante del Maestro Eón, Laguna. —Decidió agacharse para poder saludarlo, porque quería ver los ojos amatistas del Dragón más de cerca—. ¿Qué tal? Es la primera vez, que nos vemos. Creo. —Tocó su labio con el dedo índice.


Spyro:—Puso una expresión contenta, diferenciando algunos banderines decorando las paredes del cuarto—. Eso creo. —Emitió un leve rugido, moviendo la cola de lado a lado; la joven maestra puso una cara sorprendida, distinguiendo la daga amarilla en su punta.


Laguna: ¿Lo estaré haciendo bien? —Inclinó la cabeza de duda, escuchando el leve sonido de las aves, los cuales salían del ventanal que estaba mirando con determinación.


Spyro: —Levantando la ceja de duda, dejando ver sus ojos amatistas pensativo—yo creo que sí.


Laguna:—Trago un poco de saliva, suspirando algo nerviosa—. Bueno. El maestro Eón, quiere que vallas con los otros a la biblioteca.


Spyro:—Con una sonrisa leve, emitiendo un rugido de tranquilidad—. Ok... Gracias —Dijo, mientras su hocico era deslumbrado por la luz tenue, que salía del ventanal en el muro.


Laguna: —Puso un puchero, dejando ver unos ojos de iris azulada, insegura miró las espinas dorsales de color amarillo del Dragón—. Es algo incomodó, pero bueno. El es muy estirado para mi estilo. Es un placer conocerte. —Hizo una reverencia de respeto, provocando que El Dragón púrpura pusiera una expresión algo confundida—. El otro aprendiz Ignoe. Estará con ustedes para la misión. —La joven se colocó sobre sus pies, asintiendo con la cabeza.


Spyro: entendido, gracias —Agradeció con un tono contento, por el gesto amable de la joven de cabello negro; la misma carcajeó de forma delicada posando sus ojos sobre los del Dragón.


Laguna: ¿Una pregunta? —Alzó la ceja de incertidumbre, sintiendo el suave viento que hacía mover tanto su túnica blancuzca; como la banda azulada que llevaba. Se escucharon los pisos con gravados en forma de ondulaciones, mientras se acercaba a la ventana para poner sus manos sobre el marco de madera.


Spyro: —Hizo un rugido sordo de duda— ¿sí? —Mirando a las paredes de piedra caliza con inseguridad.


Laguna: ¿De verdad eres un Dragón muy especial como dice Eón? —Se dio la vuelta para caminar al Dragón de escamas púrpuras, denotando sus dientes afilados como navajas—. Aparte de ese aliento de fuego, sin mencionar... que debería buscar unas mentas para tu aliento. No veo nada especial, que me atraiga de verdad.


Spyro: mm... ¿ok? —Puso una cara extrañada, pegando las alas de sus costados pensativo. «Mi aliento no huele tan mal»


Laguna:—Poniendo un puchero reflexivo—. ¿que mas puedes hacer? ¿aparte de volar? —Se agachó para extender la mano, sintiendo con los dedos las placas amarillentas del Dragón, dándoles algunos golpes suaves con el puño, a la vez su cabello largo se movía levemente—. Tal vez pase algo, si te toco en algún lugar.

Skylanders Runer: Mītingu 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora