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Ir a clase era demasiado aburrido, pero de todos modos debía ir o mis padres me joderían todo el día en casa.

Bajé de mi auto y entré al edificio, caminando por los pasillos, mirando a todos los estudiantes aun andando de un lado al otro, consiguiendo sus libros, o hablando, o solo existiendo.

Caminé hasta mi casillero para tomar el libro de la primera clase que me tocaba en el momento, pero tan solo ver el nombre de la materia me daba una inmensa pereza, pensar en el profesor hablando y hablando, entrar al salón, sentarme en mi lugar... horrible.

Pero, no podía quedarme en los pasillos o algún profesor, en caso de que me encontrara, me reportarían de no haber entrado a clases. No entiendo cómo a estas alturas aún nos obliguen a entrar a clase, se supone que somos lo suficientemente grandes como para decidir si entramos o no, pero... como sea.

Miré a mis lados tratando de encontrar alguna buena idea para donde poder esconderme, lo cual, conseguí.

Muchos chicos estaban entrando en el auditorio, no tengo la más mínima idea para que, pero si me quedaba lo suficientemente atrás como para que no me notaran, ese sería mi lugar de escape y tal vez pueda dormir un poco. Tengo bastante sueño.

Dejé el libro de nuevo dentro de mi casillero y me acomode la mochila en el hombro al mismo tiempo que caminaba hasta el auditorio asegurándome de que ningún profesor me estuviera viendo.

Al entrar, las luces estaban bajas, las más fuertes eran en el escenario, lo que era más que perfecto para poderme esconder de los profesores. Me fui a la última fila de atrás y me senté en medio de la fila. Los alumnos no alcanzaban a completar todos los asientos, así que mi fila y dos más adelante estaban completamente vacías.

Me acomode en mi lugar, dejé mi mochila en el asiento de un lado mío, me puse los audífonos y me relaje para poderme quedar dormido. Mientras los alumnos se acomodaban en sus asientos y hacían un poco de ruido por sus platicas.

No sé qué demonios va a pasar, pero, no me interesa de todos modos.

Un profesor se paró en el escenario y comenzó a hablar con el micrófono, el ruido fuerte de su voz aun podía escucharla a través de mis audífonos, por lo que terminé quitándomelos.

-Le damos la bienvenida a la señorita Isabella Wells

Todos aplaudieron y una chica sonriente, con unos tacones negros, una falda entubada por debajo de las rodillas de color gris, con una camisa de cuello de color blanca, con su cabello oscuro en ondulaciones, labial rojo intenso y maquillaje suave, alta, delgada, hermosa. Apareció en el escenario saludando al profesor y tomando de sus manos el micrófono.

El profesor bajó del escenario y se sentó en uno de los asientos de la primera fila.

La chica comenzó a hablar, con una voz de la que debo admitir era sexy.

-Muchas gracias por haberme invitado, espero que todos los que estén aquí estén por que les interesa y no porque algún profesor los haya obligado -algunos sonrieron un poco

Ella se movía de un lado al otro en el escenario, muy segura.

La chica comenzó, primero con su infancia, su adolescencia, sus retos y como los consiguió, pero toda la historia iba enfocada en una cosa. El piano.

No me di cuenta, pero me había pasado toda su plática poniéndole atención, se me había pasado el sueño y había escuchada cada una de sus palabras.

-Ser concertista me ha dado muchas experiencias, tanto buenas como malas, me ha dejado visitar tantos países hermosos, Australia, Japón, Canadá, Inglaterra, España, Francia, Holanda, Grecia, me ha dejado participar en duetos con diferentes artistas como ThePianoGuys, Yiruma, Yoko Shimomura, entre muchos otros y he grabado dos discos, pero ahora, me he tomado a la tarea de visitar escuelas, para encontrar esos talentos ocultos que necesitan un pequeño empujoncito para salir adelante

En ese momento hubo un pequeño alboroto que el profesor tuvo que hacer callar con un simple shhh haciendo que ella sonriera divertida.

-Por eso, estaré aquí, dando clases de piano para quienes jamás hayan estado en contacto con uno o para aquellos que ya han tenido la oportunidad de aprenderlo, estoy aquí para evaluarlos, ayudarlos y en todo caso, convertirlos en concertistas, si así lo desean

De nuevo un pequeño alboroto.

-Las inscripciones deben hacerlas con el profesor -señaló amablemente al profesor -y estaremos comenzando pasado mañana, con los horarios que a ustedes mejor les convenga. Yo estaré aquí de las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde

Después de eso, le entregó el micrófono al profesor quien le dio las gracias por haber venido y les dio indicaciones a todos los demás para quienes quisieran inscribirse.

Por un momento, por un fugaz momento se me pasó por la cabeza inscribirme, pero, tengo la misma delicadeza que un luchador, así que no.

El resto de mi día, me escondí en algunas de las clases y solo esperé hasta que fuera el momento de regresar a casa.

Al llegar a casa mis padres ya estaban en el comedor comiendo.

-¿entraste a todas tus clases? -pregunto papá

-sí

-¿y ahora que harás?

-comer, dormir, comer y volver a dormir para mañana hacer lo mismo

-deberías inscribirte a algunas clases, tus calificaciones no son las mejores

-entiendo las clases, no necesito tutorías

-¿entonces porque tus calificaciones son bajas?

-porque no me interesan mucho

-Namjoon -chillo mamá -¿no quieres graduarte?

-sí

-¿entonces?

-mamá, déjame disfrutar de mi vida, el día que tenga que entrar a un trabajo, dejare todo esto y me enfocare solo en eso

-si sigues así, nadie te querrá en sus oficinas -dijo papá

-ya no quiero escucharlos

Me di la vuelta y fui a mi habitación. Me puse los audífonos y me acosté en mi cama, bajaría a comer algo cuando ellos se fueran, no tengo ganas de escuchar sus discursos sobre mi futuro.

Cuando baje a comer, mis padres ya no estaban, supongo que mamá había ido de compras y mi padre estaba en su oficina haciendo trabajo. Me hice de comer y me senté en la sala para mirar el televisor mientras comía, pero la idea de tomar clases de algo me rondaba por la cabeza.

Ciertamente, después de la escuela no tenia mucho que hacer y unas clases de algo no me vendrían mal, me aburría en casa y solo los fines de semana salía a divertirme un poco.

¿Qué tal si me inscribo a esa clase de piano?

La maestra es sexy y no sería una tortura del todo estar una hora junto a ella.

Tal vez.

De todos modos, en caso de que no me guste, puedo simplemente irme y ya no regresar, no es algo que me importe del todo.

No lo sé, ya tomare mañana una decisión, por el momento, lo único que quiero es, terminar de comer y dormir un momento.

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Mi Querida Profesora (KimNamJoon)Where stories live. Discover now