8

740 71 9
                                    

Quitó varias camisas doblabas de encima hasta que llegó a la última de la caja, revisó la etiqueta y me la entregó.

-Grande

-Gracias

-Tu equipo está por allá -me señaló por donde estaba mi equipo y después de eso, solo me ignoró y continuó con el otro chico que había llegado ya

-Sí, gracias -susurre molesto

Me molestaba que me ignorara de ese modo.

Había una especie de cabina, de paredes de tela de color negro, había dos, una de chicas y una de chicos, donde podías quitarte la camisa y cambiarte. Entré a una de ellas y me cambié por la camisa roja que me dieron.

Al salir, me acerqué al circulo de chicos color tomate, me quite la mochila y la dejé en la primera grada, junto con todas las demás, me acerqué a los demás que en su mayoría estaban sentados en el piso y me quede de pie detrás de ellos, con las manos en mis bolsillos, mirando y esperando por lo siguiente.

El sol estaba muy fuerte y comenzaba a sentirlo en mi piel, pero a los estúpidos profesores parecía no importarles ese hecho y eso me molestaba, odio estar quemándome.

Terminé por sentarme en la grada, a un lado de mi mochila, con mis codos en mis rodillas y mis manos juntas. Por momentos no podía evitar mirar a Isabella, mientras ella me ignoraba al estar ocupada entregando las camisas.

Ella piensa que solo la quiero por la anécdota de haberme acostado con una profesora, pero, siendo sinceros, no tengo a muchas personas a quien contarles esa hazaña, siendo sincero, no hay nadie. Cuando me acuesto con alguna chica es porque me gusta, pero ella... es difícil y eso me fascina, hasta el punto de que ahora no puedo dejar de pensar en ella.

-Chicos -dijo una profesora -por favor, necesito que se dividan en mujeres y hombres y después se apunten en los siguientes deportes, por favor

Todos hicieron lo que ella ordeno, pero yo simplemente me quede en mi lugar.

Los miré dividirse y anotarse en los diferentes deportes que estaban programados, pero, yo no, no pienso participar en ninguno de esos deportes, por eso, me levanté de mi lugar antes de que todos terminarán y me escabullí al gimnasio, desde la puerta del lugar, podía ver con perfección todo lo que ocurría en el campo, pero era poco probable que alguien me viera.

Después de que todos se acomodaron, los juegos comenzaron, primero con la reta de voleibol femenino, la cancha se dividió en dos, primero el equipo rojo contra el verde y el azul contra el amarillo.

Las chicas del equipo amarillo eran malas, lo que le sigue de malas, pero las del equipo rojo y verde eran muy buenas y se daban buena pelea. Era un poco entretenido, pero no demasiado como para mantenerme entretenido completamente.

Miré a donde se supone que Isabella estaba, pero ya no, así que la busqué con la mirada hasta que la encontré en otra zona, supongo que, en la zona de enfermería, porque en la mesa había una caja blanca abierta y dentro, había vendas y pomadas, todas esas cosas.

Había varias sillas y solo algunos chicos, por ejemplo, un chico que apoyaba sus codos en las piernas y parecía mareado.

Isabella se acercó a él, con una bebida en las manos, se hinco delante suyo y se la entregó, mientras le daba palmadas en la espalda y parecía que le decía algo por lo que él solo aceptó con la cabeza.

Salí de mi escondite y caminé hasta la zona de enfermería, me senté en una de las sillas y me quedé en silencio.

-Namjoon -se sorprendió al verme aquí -¿Te sientes mal?

-Mareado

-aj ¿Qué a nadie se le ocurrió hacerlo en un lugar fresco? -se dio la vuelta y fue a la mesa, donde había una hielera, sacó una botella de suero y regresó conmigo para entregármela. La botella no estaba helada, simplemente fresca -espera a que se baje un poco tu calor aquí en la sombra y te la bebes ¿Entiendes?

-Entiendo

Isabella

Cuando inicie en esta escuela, mi idea simplemente era dar clases de piano, nunca me imaginé que debería ir y venir como enfermera cuidando a chicos con inicios de un golpe de calor. Por lo menos, no me obligaron a participar en alguno de estos juegos.

Me acerqué con algunos de los chicos mareados y me asegure de que ya estuvieran mejor, uno de ellos ya estaba mejor y le dije que ya podía irse, pero aun quedaban cuatro, dos chicas y dos chicos, incluidos Namjoon.

-¿Te sientes mejor? -le pregunté

-Un poco

-¿Esto es verdad o solo estas usándolo como pretexto? -me crucé de brazos

-Pretexto ¿Para qué?

-Para no jugar

-Pretexto

-Por lo menos miente

-No hace falta, no me interesa que sepas que no quiero jugar, es tortura jugar bajo este sol

-...Tienes razón

Si fuera él, también usaría como pretexto el sentirme mal, pero en mi caso, puedo usar que estoy en mis días para no hacer estos deportes. Un clásico de cualquier chica.

-Señorita Isabella -me llamó uno de los profesores -¿Podría ayudarme un momento? -señaló las cajas de cartón 

No quiero.

-¡Claro!

Me acerqué a la mesa y amontone las cajas con algunas camisas aun, una caja encima de la otra y así poderlas llevar a donde estábamos juntando toda la basura.

Caminé con las cajas mientras ignoraba a los chicos gritones que jugaban. Solo quiero que termine esto y poder irme a mi casa a descansar un poco.

-¿Puedo ayudarte?

Tuve que hacer mi cabeza un poco hacia atrás y girar a mirar quién me hablaba por que las cajas me estorbaban un poco.

-¿No estabas enfermo? -pregunté

-Era mentira ¿Lo olvidas?

-Por lo menos finge un poco

-No hace falta -quitó las cajas de mis manos -¿A dónde?

-A la basura, afuera del gimnasio

-Bien

Ambos caminamos, uno al lado del otro. Sin decir nada, hasta que llegamos a donde estaba toda la basura.

Dejó las cajas en el suelo y yo tomé todas las camisetas que habían sobrado y las dejé en una sola caja.

-¿Podrías aplastar las demás? -pregunté

-Claro

Tomé la caja de las camisas y entré al gimnasio para dejarlas en la bodega.

Salí de la bodega, cerré la puerta y salí, pero el fuerte ruido de las cajas haciéndose pedazos bajo los pies de Namjoon me tomaron por sorpresa un poco. 

Mi Querida Profesora (KimNamJoon)Where stories live. Discover now