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-Vaya -se sentó a la orilla de mi cama -es guapo ¿Es el chico que te quiso chantajear? -me miró

-Ese mismo, en persona y a todo color

-Amiga, si un chico como él me diera esa oportunidad, le diría que sí sin pensarlo

-Eres una pedófila -sonreí

-Soy un año menor que tú, soy más valida

-Asco -chille

-Parecía molesto ¿Pasó algo entre ustedes?

Patee su trasero para que se levantara y poderme sentar, después ella regresó a sentarse y amablemente me pasó mi zapato

-Esa es su cara normal

-Pensé que estaba molesto contigo

-No tiene porqué -sonreí

-¿De qué hablas?

-Te hice caso, le dije que aceptaba su chantaje

-¡¿En serio?! -se cubrió la boca con la mano

-aja

-Eso es excitante -tomó mi brazo y me agitó un poco

-En poco -me levanté de la cama y ella también

-¿Qué pasara con Isaac? ¿Le darás una paliza por fin?

-Eso quisiera -sonreí al imaginarme dándole una buena paliza a ese estúpido, pero solo puedo imaginarlo así que solo me quedó suspirar -esto es solo ocasional, nada serio, no tengo que darle explicaciones y él tampoco tiene que decirme nada

-Debería conseguirme a uno así ¿Recuerdas al profesor que nos daba física en el último año de preparatoria?

-¿El de pestañas lindas?

-Ese mismo

-¿Qué tiene? -tomé mi bolsa

-¿Crees que él hubiera aceptado hacer algo como esto? Me hubiera gustado que fuera conmigo

-Nina

-¿ah?

Tomé la almohada y la golpee.

-¡au! ¿Por qué fue eso?

-Solo llévame a casa ¿Quieres?

-Bien, bien -me tomó del brazo para ayudarme a caminar

Nos despedimos del médico encargado y salimos de la escuela. Un largo camino cuando tienes el pie lastimado.

Nina fue inteligente y vino por mi en taxi, por eso al ir a casa, nos fuimos en mi auto.

Se quedó un momento mientras las dos tomábamos un poco de vino y nos poníamos al tanto de lo poco que nos había pasado en los dos días que no nos habíamos hablado. Después de eso, ella tenía que irse, por eso me dejó en mi habitación, pero volvió a subir, con un ramo de flores en las manos justo antes de irse.

-¿Y eso? -pregunté

-¿Quién crees? -puso una mala cara

Se sentó a la orilla de la cama y me entregó el ramo, que venía con una tarjeta.

Eres la luz que ilumina mi oscuridad.

Isaac

-ja, dice que ilumino su oscuridad -arrugue la tarjeta y la arroje al bote de basura. Un tiro perfecto

-¿Cuántos focos necesita su lampara para iluminar su oscuridad?

Mi Querida Profesora (KimNamJoon)Where stories live. Discover now