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Cerré la libreta y la volteé para poder ver las cosas que seguramente ha escrito en las ultimas hojas. Siempre hay información en las primeras y en las ultimas hojas.

En la última hoja tenia su nombre y su apellido escrito en una esquina, mientras que en toda la hoja había miles de firmas, todas eran la misma, la suya.

Me dio risa, porque suelo hacer lo mismo cuando estaba aburrido, solo que suelo hacer dibujitos, no mi firma.

Me pregunto ¿En que momento se aburrió tanto como para hacer esto?

Tomé mi teléfono y le tomé una foto a toda la hoja y cuando guardaba la foto, escuche la puerta del auditorio abrirse y en ese momento me di la vuelta y dejé la libreta.

-Lo siento, lo siento -dijo ella apresurada -estaba en el tocador

-No hay problema

Subió al escenario y yo me senté en el banco del piano.

-Otra regla que tengo -tomó la libreta que yo ya había hojeado -si llegas y yo no estoy, no me esperes, practica ¿Entiendes? Aprovecha el tiempo

-Entiendo

-Bien -hojeo su libreta hasta que llegó a donde supongo tenia anotado lo que me había dejado de tarea

-¿Estudiaste?

-Sí, señora

-Veamos, entonces

Tomó una silla y la arrastro hasta mi lado.

Tomé la partitura sencilla que ella había conseguido para mí y leí las notas, después ella me dio una de las suyas y me pidió que las leyera. En ambas claves.

-¡Muy bien! -sonrío cuando terminamos -en un día aprendiste muy bien, eres listo

-Gracias -sonreí

-En todo caso no será un problema que cumplas lo que me prometiste

Siguió con un poco de teoría y después fuimos por fin al piano, practicar movimientos y conocer escalas. Y con eso se pasó la hora.

-Bueno, como no cuentas con un piano en casa, puedes ir a la sala de música y practicar un momento todos los días

Lo anotó en su libreta y ese momento aproveche para deslizarme en mi banco hasta quedar cerca de ella.

-Nos vemos el lunes, ent... -hizo su cabeza hacia atrás un poco y me miró con ojos sorprendidos -¿Me puedes explicar qué haces? -su mirada era de una persona sorprendida, pero su voz era de una persona totalmente relajada

-Quería saber si ¿Podrías darme un beso de despedida?

-Te dije, que no me gustaba meterme en cosas estresantes, si alguien viene y nos ve de este modo...

-¿Tienes miedo de que diga algo y te corran?

Sonrío y con sus dedos me empujo del hombro para que me alejara.

-Me da lo mismo si me corren de aquí o no

-¿Por qué?

-Mi carrera está bien, me deja mucho dinero, mis padres tienen una compañía que obviamente voy a heredar, si hago esto es por pura diversión

-¿Diversión? ¿Dar clases?

-aja -se levantó de su silla y caminó a la mesa -en mis viajes he visto a muchos chicos que darían todo por ser concertistas, por eso, estoy haciendo esto, para ver quién de aquí quiere ser concertista

-Pues no muchos

-Sé que no, pero, por otras cosas es que estoy aquí

-¿Qué cosas? -me crucé de brazos

-Cosas personales y porque, estoy en proceso de abrir una fundación musical que apoye a niños, adolescentes y prácticamente quien quiera aprender un instrumento sin pagar nada, el 70% de lo que reúno en cada concierto será para pagarle a los profesores y comprar instrumentos, además de que hay muchas empresas que están interesadas en esto

-¿Te han dicho que eres como un ángel?

-¿En serio? -sonrió

-Sí

Parece que se avergonzó un poco porque jugueteo un poco con su libreta que había dejado sobre la mesa.

Linda.

-Como sea, no me interesa si me corren de esta escuela, así que no me interesa si le dices a alguien, en caso de que me hubieras besado, pero, piensa en tus demás compañeros. Hay tres chicos y una chica que parecen muy interesados en esto, piensa en ellos

-Realmente no me interesan mis compañeros, todos son idiotas y solo quiero alejarme de ellos lo más posible

-No seas envidioso, Namjoon, en algún momento, necesitaras de alguien

La puerta del auditorio se abrió atrayendo la mirada de los dos.

-Buenos días, profesora -dijo un chico con mochila al hombro

-Buenos días

Me miró.

-Nos vemos el lunes, Namjoon

-Claro

Me levanté del banco y bajé las escaleras justo después de que el chico subiera y a mitad de mi camino me giré para mirarlos por ultima vez.

El chico dejó su mochila en el suelo y se sentó en el banco mientras que ella se quedo sentada sobre la mesa mientras miraba su libreta.

-Bien, vamos con las escalas que te encargue -dijo ella

-De acuerdo

El chico puso los dedos sobre las teclas y comenzó a tocarlas. Supongo que él era uno de esos chicos que estaban demasiado interesado en esto.

Fui al salón de música antes de irme a mi casa, solo para ver, jamás había venido a este salón y quería conocerlo.

Era un salón grande, con techos altos y muchos instrumentos. Había dos pianos, uno de color café y uno de color negro, de esos pequeños, no de los grandes elegantes.

No lo sé, no me gustaría venir aquí y que alguien me interrumpiera. Tal vez, mejor compre uno, digo, si son así de pequeños, no creo que cuesten demasiado y si se lo pido a mis padres, no creo que me digan que no, ellos estarían mas que encantados de que les pida algo como esto.

Regresé a casa y encontré a papá haciendo la comida.

-¿Dónde esta mamá? -pregunté

-Fue a comer con algunas amigas -dijo mientras probaba un poco del estofado que estaba cocinando -¿Qué te parece? -me dio a probar un poco

-Esta bien

Caminé al refrigerador para ve qué podía picar en lo que él terminaba.

-Estaba pensando -dije -que, sería bueno si me compran un piano

-¿Cómo? -me miró

Logré conseguir pure de papa de ayer y eso fue lo que saqué.

-Es claro que debo practicar, pero no tengo un piano

-¿No hay pianos en la escuela?

-Sí, pero no creo que pueda practicar por mucho tiempo, piénsalo, somos 17 alumnos, solo hay tres y uno lo usan para clase

-mmm... investiga algunos, dime cuál quieres e iremos por uno

-De acuerdo

Caminé al comedor para sentarme y no estorbarle en la cocina.

-Me alegra que te estés tomando esto con seriedad

Sí, sí, como sea. 

Mi Querida Profesora (KimNamJoon)Where stories live. Discover now