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Abrí la puerta de mi casa, pero sentí sus dedos alrededor de mi muñeca.

-Solo quiero saber si dejaremos de vernos

-Voy a casarme ¿Crees que es correcto ver a otro hombre que no sea mi prometido?

-Pero...

Me solté.

-Nos vemos luego, ve seguro a casa ¿Quieres?

-Isabella

Entré a casa y cerré la puerta.

Namjoon

Llevé mis manos a mi cabello y miré a todos lados. Me sentía molesto y quería golpear a algo o a alguien, pero no puedo hacerlo, soy tan idiota que, no quiero meterme en problemas y decepcionarla.

Suspiré frustrado.

Subí a mi auto y regresé a casa, donde mis padres aún no habían llegado.

Fui a mi habitación y me recosté en mi cama.

He mejorado sin darme cuenta y todo por ella, pensé que al final, Isabella se enamoraría de mí, así como yo lo estoy de ella.

Me cubrí el rostro con mis manos.

Me siento idiota, siento como si ella solo me hubiera visto la cara y cuando vio que me tenia en sus manos, le pidió a su novio que diera el siguiente paso para burlarse de mí. Me siento como un maldito juguete.

Me puse los audífonos y subí el volumen de la música esperando que eso me hiciera sentir menos molesto, incluso me quede dormido por un momento, pero volví a despertar unas horas después y fue como si yo fuera gasolina y alguien me hubiera lanzado un encendedor. Las ganas de golpear algo regresaron con más fuerza.

Eran las 6 de la mañana y eso me dio más coraje porque ya no podría seguir durmiendo hasta que desahogara toda mi energía.

Me levanté de la cama y salí de mi habitación solo para ver la habitación de mis padres con la puerta cerrada, indicándome que ellos ya habían llegado. No sé hace cuanto tiempo llegaron, no los escuche, pero por lo menos ya estaban aquí.

Me cambié de ropa por algo más deportivo, hice una maleta con ropa limpia y cosas para darme un baño. Tomé la tarjeta de miembro del club de papá y las llaves de mi auto.

Si no puedo golpear a alguien o romper cosas, creo que un poco de box me ayudara un poco.

Dejé el auto en el estacionamiento, mostré la tarjeta en la entrada y no me dijeron nada, entré al gimnasio y fui al salón donde había sacos de boxeo, me envolví las manos en vendas, conecte mi teléfono en las bocinas que había aquí, puse música y comencé a calentar.

Golpeaba el costal, con fuerza, sacando todo mi coraje, dejando que todo ese recuerdo de anoche saliera por mis puños.

Quiero cansarme lo suficiente como para poder dormir muchas horas, no quiero pensar en ella, no quiero pensar en lo que siento por ella.

Incluso se me pasó por la cabeza averiguar la fecha de la boda y pedirles a mis padres que me dejaran ir a casa de mi tío, ese que tiene una granja en Alemania, donde no llega la señal del internet y pasar tiempo con él y mi tía hasta que pase un tiempo, no quiero estar aquí ese día, no quiero verla casarse con ese imbécil.

Todo en mi cabeza era un caos, en vez de que el box me ayudara a distraerme, solo me había causado pensar más en eso.

Terminé por desesperarme, solté un grito que sonó más como un gruñido y di el golpe más fuerte que pude.

Sentí como si una descarga eléctrica demasiado potente subía desde mis nudillos hasta mi hombro, una sensación tan dolorosa que me hizo caer de rodillas mientras abrazaba mi brazo.

Isabella

Después de un buen tiempo dando vueltas en mi cama, logré quedarme dormida, pero terminé por volverme a despertar cuando mi teléfono sonó. Era las 8 de la mañana, por lo que tomé el teléfono sin ver quién llamaba, seguro era Isaac, o mamá, papá, o mi representante.

-Diga -dije con voz ronca

-¿Señorita Isabella?

-Sí

Abrí los ojos de golpe cuando la voz no me sonó reconocido.

-¿Quién habla? -pregunté

-Hablamos del hospital universitario ¿Es familiar del joven Namjoon?

-oh por dios ¿Esta bien?

-No se preocupe, solo tuvo un pequeño accidente mientras entrenaba, ahora mismo lo esta atendiendo un médico, pero necesitara que alguien lo ayude

-Entiendo, entiendo, estaré en un momento

-De acuerdo

La chica colgó y yo bajé de mi cama con rapidez, busqué un pantalón de mezclilla, una sudadera color azul cielo, unos tenis blancos y me ate el cabello en una coleta. Tomé mis llaves y mi celular antes de bajar corriendo las escaleras y salí de casa.

Llegué al hospital universitario y pedí informes sobre Nam, me dijeron que estaba en el tercer piso, en el área B.

Subí por el ascensor y llegué. Namjoon estaba sentado en las sillas de la sala de espera, llevaba un pantalón deportivo color negro, tenis negros y una camisa de tirantes color gris.

-Namjoon -me acerqué corriendo y me senté a su lado -¿Estas bien?

-Estoy bien -no quiso mirarme a los ojos

Tenia su brazo derecho enyesado.

-¿Cómo me puedes decir eso cuando estas así?

-Solo fue una fractura de tallo verde (El hueso se fisura, pero no se rompe por completo, similar a lo que ocurre cuando doblas una rama verde de un árbol.)

-¿Qué fue lo que paso?

-Estaba boxeando un poco y di un golpe mal... no era necesario que vinieras

-Esta bien, no me molesta haber venido -me senté a su lado

-Pero a mi sí

-Namjoon...

-No soy un juguete, Isabella, no puedes venir con tu cara linda y amabilidad solo para convencerme de que nada es tu culpa y que tengamos sexo para después dar un paso más con tu novio

-Sé que es malo, pero, tu me usaste primero como juguete, solo querías acostarte conmigo desde un principio

-Lo sé,lo sé, sé que eso fue lo que dije, pero... pensé -lamió sus labios -pensé que tus sentimientos habían cambiado

-... Lo hicieron

-¿En serio? -sonrío burlón -¿Y por eso ahora te vas a casar con un hombre que no soy yo?

No sé si lo habían inyectado para el dolor y ahora estaba algo drogado, pero, sus ojos estaban cristalizados. 

Mi Querida Profesora (KimNamJoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora