Los Orígenes 👑 | LIBRO 1 - TO | ✔

👑 Capítulo 4: "Los celos de Tatia"

👑 Capítulo 4 👑

Luego de unas largas insistencias por parte de mis padres, acepté llevar una cesta con comida a casa de Elijah. Yo no quería ir realmente, pero no podía negarme.

Como Ingrid no podía acompañarme, Ethan y Aidan, irían conmigo. A ellos, como a mí, la idea no les entusiasmo mucho que digamos. Los dos tenían el ceño fruncido mientras madre terminaba de llenar la cesta con pan caliente y un frasco de frutos rojos en estado líquido. Parecía sangre.

-Recuerden ser educados.-repitió, acomodándome el vestido.-Muchachos, no permitan que su hermana salga a ningún lado con nadie que no sea Elijah.-madre me miró con una ceja en alto.

-Le cortaremos las manos a aquel que se atreva a tocarla.-dijo Ethan, sonriendo de lado.

-No te preocupes, madre. La mantendremos bajo nuestra vista todo el tiempo.-prometió Aidan, sacudiendo la cabeza, como si quisiese espantar la idea de nuestro hermano.

-Recuerden que solo contamos con tres días para todos los preparativos.-madre me entregó la cesta, no sin antes acariciarme la mejilla. Ante ese gesto, di un respingo. Ella lo notó, pero no dijo nada. Jamás en toda mi vida, hizo eso.-Mi dulce, Thalía.-enmarcó el contorno de mi rostro con sus finos y fríos dedos.-No arruines esto.-

Madre que casi nos echó de la casa, ya que nos daba empujones hasta que cerró la puerta detrás de nosotros. Ethan me ofreció su brazo mientras se erguía, mostrándose más alto de lo que ya era.

-Y nosotros que pensamos que te quedarías sola por el resto de tu vida.-comentó cuando pasábamos por nuestro corto jardín.-Mírate ahora, hermana. A tres días de casarte.-

-De todas las cosas que me dijeron, esa me llegó al corazón.-ironicé. Él soltó una risa ronca y siguió avanzando.

Cuando pasamos los setos que adornaban la entrada de nuestra casa, me puse tensa. Me aferré mucho más a mis hermanos. Cuando cruzase la puerta de la casa de Mikael, no tendría a mis padres para entablar una conversación; debía de hacerlo por mi cuenta. Madre decía que debía de ganarme a mi nueva familiar, interactuar con ellos, pero resulta ser que soy muy mala hablando; casi siempre digo algo que corta una "conversación".

-Todo estará bien.-me afirmó Aidan mientras acariciaba mi cabello.-Solo será un momento. Nos iremos en cuanto te sientas incómoda.-

-¿No podemos irnos ahora?-me detuve antes de dar un nuevo paso.-No estoy preparada.-

-No digas estupideces.-gruñó Ethan.-No te vas a morir. Te vas a casar.-

-Ya cállate, hermano.-replicó Aidan, mirándolo con el ceño fruncido.-Todo estará bien, Lía. Vamos.-besó mi frente, antes de entrelazar mi mano con la suya para incitarme a seguir caminando.

Miré por encima de mi hombro: mi hogar se encontraba a unos cuantos pasos de distancia, solo debía de liberarme de los gemelos y correr para ponerme a salvo. Pero, no. Eso sería de cobarde.

Una vez que llegamos a la casa de los Mikaelson, escuchamos risas. Una de ellas, muy en particular, era jovial, fresca y despreocupada.

-Tatia.-masculle, castañeando los dientes.

Desde la llegada de Mikael, se empecinó en querer llamar la atención y ser vista por los integrantes de la familia. Varias veces la veía coqueteando con Elijah y obviamente dejó de hablarme en cuando se enteró de mi compromiso. Pero se ve que ahora encontró algo con que entretenerse.

Sentados en dos trozos de tronco, se hallaban Tatia y Klaus conversando entre carcajadas y alguna que otra mirada furtiva el uno hacia el otro.

Hace días que Klaus y yo habíamos acordado tomar distancia, luego de lo de la rivera. No quería arriesgarme a que mis padres se enterasen de eso, pero algo me decía que Ingrid me había delatado. Él no se lo había tomado muy gusto, pero terminó aceptando a rasga dientes. No pensé que se lo tomase tan enserio mis palabras.