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un nuevo día.

raúl odiaba las mañanas, odiaba despertarse y pensar "es un nuevo día que tengo por delante", aquello solo le hacía sentirse aun más débil de lo que ya se sentía normalmente.

pero aquel día había algo dentro de él que le animaba, le animaba a seguir adelante y afrontar lo que fuera que sucediera.

estaba feliz porque podría arreglar las cosas con luzu. y estaba feliz porque era viernes, y él amaba los viernes.

no porque después de eso habría un fin de semana y se alejaría de los estúpidos de sus compañeros. simplemente era su día favorito.

el moreno prefería a los viernes antes que los domingos, y lo cierto es que había una larga historia detrás de esa preferencia.

una historia que solo luzu conocía.

y, pensando en lo que le diría a su amigo, se vistió, se arregló y desayunó con tranquilidad. era pronto y tenía que preparar con calma todo lo que le iba a decir. no quería fastidiarlo todo. no podía hacerlo. no otra vez.

cuando pensó que tenía todo preparado, salió de la casa, sin despedirse de nadie.

su madre no estaba a aquella hora, se había ido a trabajar. su hermana estaba con su abuela y su hermano dormía. sería un error ir a despertarle, todos en la casa sabían como reaccionaría si alguien lo hiciera, era peligroso arriesgarse.

de modo que, con un sentimiento de que le faltaba algo, de vacío en su interior, salió del edificio para comenzar a caminar hacia el instituto.

estaba acostumbrado a hacer ese recorrido solo, ya que luzu solo le acompañaba a su casa a la vuelta.

el castaño vivía bastante lejos de él, por ello no solían ir juntos al instituto. aunque a veces se levantaba antes solo para ir a casa de raúl y, de ese modo, ambos pudieran ir a la vez y el moreno no estaría solo.

era algo que solo haría por auron, y esperaba que el notase que en verdad lo amaba y apreciaba.

llegó al recinto del instituto pensando en todo. entró y rodeó el edificio hasta llegar a la parte de atrás. aquella zona estaba llena de árboles y de bancos en los que los alumnos se podían sentar para conversar.

caminó, atravesando el campo, hasta llegar a un antiguo roble. ahí se solía reunir con luzu al empezar y al acabar las clases, a veces también durante el recreo.

llegó junto al viejo árbol y se encontró con que no había nadie allí.

al principio se sintió mal, pero luego pensó que tal vez era demasiado pronto y que por eso el castaño no había llegado.

de modo que se puso a esperar.

eran las 07:56, las clases empezaban a las 08:15. faltaban casi veinte minutos, eso lo convenció de que aquel día luzu se habría retrasado algo más.

esperó. los minutos iban pasando. muy pronto eran las ocho. ocho y cinco. ocho y diez. el timbre que avisaba a los alumnos que las clases estaban por empezar sonó.

ocho y cuarto. todos los alumnos debían de estar en sus respectivas clases, pero luzu aún no había llegado.

raúl se quedó a esperarlo un tiempo más. no iría a clase sin antes ver a su persona favorita en el mundo.

de modo que se saltó la primera clase. estuvo los cincuenta y cinco minutos que ésta duraba bajo el roble, jugando con los hierbajos y con las flores que crecían por los alrededores.

comenzó a pensar que tal vez el chico si había ido a clase, pero que no había asistido al lugar de encuentro porque estaba muy enfadado con él.

finalmente, un profesor lo encontró y le obligó a asistir a la segunda clase. de modo que, suspirando, el moreno se dirigió a la clase que le tocaba (que, por cierto, no le gustaba nada).

las horas hasta el recreo le pasaron demasiado lentas. todo pasaba más lento y era mucho más aburrido si borja no estaba a su lado.

bajó al recreo y se dio cuenta de que no tenía con quién estar.

borja no estaba, y nadie más aparte de él se le acercaba, además de para burlarse. todos le veían como el chico raro, estúpido al que era una tontería acercarse.

viendo que, gracias a la ausencia de luzu nadie le defendería, varios chicos se acercaron a él para molestarlo.

raúl suspiró. eran los cinco imbéciles de siempre.

"¡eh, raúl!" exclamó guillermo. él era probablemente el que más detestaba el moreno. "hoy no tienes a tu novio para protegerte, ¿eh?"

"¡sí!" lo apoyó manuel. "sin él no eres nada".

"aunque tampoco hay mucha diferencia", dijo rubén. "con o sin él, no eres nada".

"chicos, chicos. claro que es algo, no seais malos" mangel habló. "es un loco idiota que se pasa el día gritando.

el quinto no dijo nada, solo rio. y después de él, todos acompañaron sus risas.

pero lo cierto es que aquello no hacía ninguna gracia. se estaban riendo de una persona que no tenía la culpa de su esquizofrenia (y que, de hecho, desconocía de ella). eran unos cobardes.

el resto del día pasó y las ganas de llorar de raúl permanecieron junto a él todo ese tiempo.

el timbre que marcaba el final de las clases sonó. y, por primera vez en mucho tiempo, raúl volvió a casa solo.

n/a:
me dolió incluir a lolito en
este capítulo. odio MUCHO
al fandom en este momen-
to. tenemos una panda de
inmaduros aquí que no es
normal.

cuerdo ; luzuplay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora