esa tarde llegó a su casa incluso peor emocionalmente que el día anterior. no tenía ganas de nada, ni de comer, y su madre notó algo extraño en él.
el comportamiento de su hijo no solía ser así. ella lo conocía bastante bien y le extrañaba que actuara así.
de modo que, cuando él subió a su habitación después de comer, le siguió, quedándose en la puerta de su cuarto, sin llegar a entrar.
"raúl, ¿podemos hablar?" preguntó, llevándose una mano al cuello.
su hijo se tiró en la cama y se encogió de hombros, asintiendo unos segundos después. se tapó la cara con las manos y suspiró.
"te noto... más decaído, más desanimado últimamente. ¿ha ocurrido algo?" se sentó en orilla de la cama, al lado de su hijo.
raúl se colocó boca abajo y escondió su cabeza en la almohada. no le gustaba hablar de sus sentimientos.
"no sé, estoy bien", murmuró.
su madre colocó una mano sobre su hombro. "no estás bien, lo noto, yo... sé que no estás bien".
"serán solo impresiones tuyas, mamá. estoy perfectamente" mintió.
"¿todo bien en el instituto?"
el moreno recordó los constantes insultos y burlas de sus compañeros y su estómago se revolvió. qué asco les tenía.
"sí, mamá. todo bien".
"ayer hablé con el doctor de luque después de tú consulta", insistió. "y me dijo algo sobre un chico, tu mejor amigo".
raúl gruñó. ya sabía que no podía confiar en aquel hombre, esto ya había pasado con anterioridad y se había prometido que no ocurriría más.
"me prometió que no diría nada, que lo que yo le contase no saldría de las cuatro paredes de la consulta" , dijo entre dientes.
"¿entonces?" la madre ignoró el evidente enfado de tu hijo. "¿quién es tu mejor amigo?"
"luzu".
"¿luzu qué?" frunció el ceño.
raúl suspiró, sabiendo que tendría que contarle a su madre todo sobre el castaño, y se levantó para sentarse a su lado.
"en realidad se llama borja, borja luzuriaga, pero yo le llamo luzu. es... un apodo, ya sabes".
su madre asintió. "¿por qué le consideras tu mejor amigo?"
auron puso ojos en blanco. "porque sí".
"¿no hay ningún motivo en especial?" negó. "el doctor me dijo que querías que eh, ¿luzu? sí, que luzu fuese algo más que tu mejor amigo".
maldito samuel de luque, es el peor psicólogo que existe. yo lo haría mejor.
"sí, bueno, ¿y? ¿hay algún problema con eso?", preguntó, molesto.
"no, ninguno. solo que... luzu es un chico, ¿verdad?" auron asintió, aun más molesto. "yo no sabía que tú eras gay".
"bueno, ¿qué más da si lo soy? solo es una etiqueta. lo que importa es la persona que te guste, no su género, procedencia o lo que sea que la gente califique" se cruzó de brazos.
"tienes razón. solo quería que supieras que sea lo que sea que te guste, te acepto, raúl. mientras seas feliz, todo vale para mí".
"sí, sí... ¿por qué no me ibas a aceptar? es como si fuera heterosexual y no me aceptaras. no tendría ningún sentido".
bajó la mirada. "lo siento, raúl".
"lo que sea" rodó los ojos. "tengo deberes que hacer. ¿podrías...?"
"ah, sí, claro, perdón".
su madre se levantó y caminó hacia la puerta, dudosa. aquella pequeña charla solo la había confundido.
"mamá" la llamó auron cuando llegó a la puerta.
ella se giró. "¿sí?"
"gracias" sonrió mostrando sus dientes.
"oh, no tienes nada que agradecer".
raúl se levantó y ambos se fundieron en un abrazo. un abrazo que, aunque no viniera de parte de luzu, auron necesitaba demasiado aquel día.
