Del dolor y de las ramas secas han nacido amapolas.
¿Por qué amapolas y no rosas? —me cuestionaron los oyentes.
Porque las rosas son muy pasionales
y en tiempos de tempestad uno necesita desechar pasiones.
En cambio las amapolas,
solo piensa en ellas.
Campos cubiertos de pétalos suaves.
Campos que nunca verán el invierno.
Flores rojas abrazadas en cadena.
¡Qué delicioso sería tumbarse a contar estrellas!
Pero no rosas.
Nunca rosas.
Las rosas me recuerdan el amor
y la decepción que trajo.
Las rosas me recuerdan la partida
y la espera que contrajo.
Las rosas me recuerdan la sangre
de las heridas que nunca cierran.
Por eso yo quiero amapolas,
para sanar a mi alma,
para buscar mis colores,
en donde reina la calma,
y para pasar las horas,
tumbada contando amapolas.
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"Poesía de otoño"
PoetryNo esperes encontrar al amor o al odio entre mis versos, ni a ningún sentimiento tan complejo, pues no soy más que una mente inmadura, la mente de una joven nacida en otoño; y mis versos han de ser un reflejo de mí. «Un mes entero d...