"Poesía de otoño"

22/10/ "Análisis sobre la muerte"

Dime hombre, acaso le temes a la muerte.
¿Sí sabes que no hay camino de regreso?
Gota a gota tu sangre abandona tu cuerpo y el corte hecho, la herida abierta, nunca será sellada.
¿Sí sabes que de la oscuridad no hay vuelta?
Y que el aire que expulsan tus pulmones bien podrá unirse a la tormenta, pero nunca regresar a ellos.
No hay medios para devolver a su lugar a una cabeza amputada,
y el veneno que se mueve en tus arterias no ha de ser removido de allí.
¿Sí sabes hombre que la muerte es el honor más grande?
Solo aquellos que han vivido mueren, y los que no mueren es porque nunca han nacido.
Tú, hombre, has tenido la bondad de respirar aire limpio y de sentir calor o frío.
¿Sí sabes la honra que ha de caer sobre ti cuando mueras por salvar a otros, cuando mueras en medio del fulgor o de la deuda, cuando mueras y tu muerte se convierta en leyenda?
No pierdas la oportunidad porque pocos tienen el honor de decir que han sido un sacrificio, y que su sangre hoy nutre otro cuerpo.
¿Sí sabes hombre cuán cobarde se ven tus acciones cuando temes morir bajo la luz del sol o el brillo de las estrellas, después de una vida de gran satisfacción?
Entendido estaría tu miedo si aún eres joven y la muerte te llama a la alcoba en la hora del sueño.
Parece injusto morir sin ceremonia,
pero entonces dime, tú que hoy mueres en el fango, honor, sí, honor y alegría has de sentir.
Y que sea pregonado por todos,
porque no hay mayor motivo en la vida para seguir adelante que el de llegar a la meta.
Y acaso tú desaceleras el paso estando tan cerca del fin,
no hombre,
tú alargas las pisadas para alcanzarlo más rápido.
Y acaso la muerte no es el fin,
y acaso no vivimos solo para llegar a este.
¿Entonces deberíamos asustarnos por alcanzar aquello, que toda la vida hemos esperado?