Autismo ; Fack

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Finn miró con odio a Noah, y claro, a él eso le molesto, pero decidió no hacer nada, en cambio, Finn no se iba a quedar quieto, y Sophia realmente no podría detener al mayor aunque lo quisiera.

-Te odio.- Murmuró Finn y se soltó bruscamente del agarre de Sophia y se dispuso a empujar a Noah y comenzar una posible pelea pero algo le interrumpió.

-Perdón...- Se escuchó un murmuro desde el pasillo y Finn miró preocupado.

Jack estaba allí parado sosteniendo su típico peluche. Estaba llorando, y aún se podía apreciar la sangre seca de su labio, sus manos tenían cicatrices pero en su mano izquierda había una en especial, y claro, tenía sentido, su mano izquierda tendría una cicatriz para el resto de su vida a causa de esa estúpida lámpara que le libró de tal infierno al que tuvo que acostumbrarse, y Jack odiaba pensar a la cicatriz que permanecería en su mano... y su corazón...

-Jack...- Susurró Finn y se acerco al pequeño para abrazarle olvidando por completo su ira.

Pero el abrazo no duró mucho, Jack se apartó afectado y corrió hacia la puerta para salir de esa casa. Se sentía culpable de todo, de que Finn no recordara a sus amigos...Por lo que Jack decidió huir lejos de allí para dejar de ser una carga para Finn. No sabía a donde iría pero en cuanto cruzó la puerta corriendo no había vuelta atrás. Notó que Finn después de estar unos segundos paralizado comenzó a correr en su dirección y Jack aceleró bajando las escaleras corriendo peligrosamente.

En cuanto salió a la calle no tenía mucho tiempo para pensar a donde ir así que solo corrió hacia su izquierda para tratar de escapar y dejar de arruinar la vida de Finn.