Al final del arcoíris © [ ✓ ] ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!

Capitulo #9

COMO SI HUBIERA SIDO AYER

[Este capítulo será narrado por Axel, contando su versión de los hechos desde un principio y conociendo un poco más de el, espero les guste BEXOS]

Lunes

AXEL DAKER.

Mi asquerosa alarma sonó a las ocho de la mañana tal como lo había programado, ya es hora de regresar a ese patético internado al cual me obligan a asistir.

Aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer..

— Ya lo hablamos hijo, es irte a ese internado o irte a una escuela militar— fruncí mi ceño y apreté mis manos en forma de puños a mis costados.

— No pongas excusas de mi mal comportamiento para mandarme allá, solo lo haces para deshacerte de mi y poder estar solo con la puta a la cual me obligas decirle madrastra— un golpe a puño cerrado llego a mi rostro en cuestión de segundos.

— ¡No vuelvas hablar así de Karen!— me grita con fuerzas— Empaca tus cosas te vas hoy mismo.— dicho esto me dio la espalda como si nunca hubiéramos tenido esa conversación.

Acaricié mi mandíbula por el golpe que me había dado, así era Gael Daker mi gran ejemplo de padre. Necesitaba desahogarme sino quería causar una escena del crimen hoy mismo, así que fui al gimnasio que tenemos y comencé a golpearle a la bolsa de boxeo, una y otra vez, las gotas de sudor bajaban por mi frente hasta llegar a mi barbilla y el ardor en mis nudillos se hizo presente. Mierda.. había olvidado ponerme los guantes.

Pare por un segundo y tome una respiración profunda, ya se me había quitado un poco el estrés pero eso no cambiaba el hecho de que estaré en un internado de niños ricos mimados.

Yo también soy rico pero no mimado.

Unos tacones se hicieron presente en la gran habitación llamando mi atención, al voltearme la vi a ella como siempre vestida lujosamente gracias al dinero que le daba mi padre.

— Que bien peleas Axel— nada mas y nada menos que Karen.

Ignore sus palabras y decidí irme de allí para ir a mi habitación y arreglar mis maletas, al pasarle a su lado me agarro el brazo deteniéndome.

—¿Y el beso de despedida para tu madre?— bufé ante aquellas palabras.

Me incliné un poco hacia ella— Tú jamás serás mi madre— le susurré al oído.

— ¿Por qué siempre me dejas con ganas Axel? ¿Que ganas con eso?— prácticamente me estaba pidiendo a gritos que la besara y follara.

— Ver como sufres por algo que jamás tendrás, y sabes.. después de todo me alegra que mi padre me envíe a ese internado, así por fin estaré lejos de una loca como tú.— choque con su hombro y me fui de del gimnasio.