Capitulo #10

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NO TE DEJARE SOLA

Lunes

AURORA GARTI

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AURORA GARTI

Estamos agarrados de manos subiendo unas escaleras las cuales se sienten infinitas ¿a donde me esta guiando? mis piernas cero atléticas de fideo ya se están cansando, provocando así que me detuviera poco a poco hasta que ya no pude subir un escalón más.

Me frene y al hacerlo él también lo hizo, me miró por encima de su hombro y notó mi cansancio, volteándose así para estar frente a frente— ¿Estas bien?— su expresión ya no era de molestia como suele estar en público, ahora solo se ve preocupado.

Debe pensar que estás mal de la cabeza después de tu crisis en el pasillo, solo está ahora contigo por lastima.

Ladee mi cabeza ante esa voz tan pesimista que me invade en estas situaciones— Sí, tranquilo.

— ¿Por qué me mientes?— dijo seriamente.

— Y-Yo no..— antes de terminar mi frase se acercó a mi y me levanto cargándome inesperadamente.

—¡Oye!— grite— Bájame ahora mismo, peso mucho y aún faltan escaleras— aunque estando en sus brazos me siento liviana, debía entrenar o algo por la forma de su cuerpo, un cuerpo así no se da gratis en la vida.

— Mi perro Azul pesa más que tú— al mirarlo note una de esas escasas sonrisas que tanto me gustan de él.

— ¿Tienes un perro azul?— me observó por el rabillo del ojo como si hubiera dicho otra estupidez.

— Se llama Azul, tonta— reí ante aquel nombre, aunque no lo juzgaba yo tuve un perro al cual llame dona porque me gustan las donas.

Mantuvo su pequeña sonrisa y con eso comenzó a subir las escaleras que faltaban. Eleve mi mirada para observarlo nuevamente, este chico bipolar quien hace un rato me dijo que lo dejara tranquilo, ahora me tiene cargada llevándome a no se donde pero de algo mi mente estaba clara.

«Siempre me salvaba y le agradecía por eso»

Después de unos pocos escalones más finalmente me bajo de sus brazos, estamos frente a una puerta y al abrirla me encontré con la azotea del edificio del internado.

Apenas la abrió, la luz del sol casi me dejó sin vista por un momento hasta que me adapte, el viento pego en mi rostro y en mi cabello haciéndome sentir el aire fresco que tanto necesitaba para calmar mis ansias, él me pasó por un lado y me hizo una seña para que lo siguiera y así hice.

Se detuvo enfrente de las barandillas y yo me posicione a su lado, la vista desde aquí a lo alto es increíble. Se trata de montañas, árboles de pino por doquier y a lo lejos se ve nuestra ciudad. Nuevamente Axel me sorprende con sus lugares de gran altura y bella vista.

Al final del arcoíris © [ ✓ ] ¡DISPONIBLE EN FÍSICO! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora