Al final del arcoíris © [ ✓ ] ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!

Capitulo #28

AL FIN EN PAZ..

AURORA GARTI

Negro..

Me veo en el espejo con un vestido que llega a mis rodillas, de un color negro, mis ojeras están peor que nunca y mi cabello desordenado peinado en una trenza. He dejado de comer y de ser yo misma, me veo simplemente fatal.. me siento de esa manera.

Habían pasado tan solo tres días desde la muerte de Axel, murió desangrado por una puñalada en su estómago, no hubo manera de salvarlo, ya era muy tarde para cuando nos encontraron. Hoy.. es su funeral, donde estarán todos sus familiares y amigos

«Mientras que yo aún sigo sin aceptarlo»

— Aurora, se nos hará tarde, tenemos que irnos, cariño— dice Carly adentrándose en mi habitación.

— Lo sé, es solo que.. aún no estoy preparada— mis ojos comienzan a cristalizarse.

— Oh, ven aquí— se acerca y me envuelve un abrazo.

Duramos un largo rato hablando, hasta que finalmente me calme para así poder irnos. De camino al cementerio nadie emite ni siquiera una palabra en el auto, veo en mi ventana los árboles y edificios transcurrir.

Era inevitable no sentirme vacía y culpable por todo, siento que es mi culpa.. yo cause su muerte y le quité su vida.. tan solo diecinueve años con una larga vida por delante y por mi eso no será posible

Basta, solo te lastimas más a ti misma

Al llegar veo a su padre observando su tumba, luce un traje negro y sus manos están dentro de sus bolsillos, su barba se encuentra sin afeitar y su mirada parece perdida. Cuando me acerco y él nota mi presencia frunce su ceño, viéndome con repulsión. 

—¿¡Que estás haciendo aquí!? ¡Asesina!

Freno mi paso y siento mi corazón detenerse por un largo momento—¿Qué?

— ¡Lárgate de aquí! No te quiero acá, aléjate, ya hiciste demasiado daño a esta familia— me gritaba enojado llamando la atención de todos

— Y-Yo.. no..— no se que responder ante eso.

La atención de todos recaen en mi y me miran con sumo odio al tiempo que alzan sus manos señalándome, dando pasos lentos hacia a mi mientras me ven con un odio indescriptible.

—¡Asesina! ¡Asesina!— comienzan a gritarme con fuerzas.

Me volteé rápidamente hacia a mis tíos y ellos también estaban señalándome con su mirada perdida—¡Eres una asesina Aurora! ¡Muérete!

Comienzo a hiperventilar, las personas hacen un círculo a mi alrededor gritándome miles de cosas horribles, me siento sofocada y no puedo hacer más nada que llorar, pongo ambas manos en mis oídos tratando de callar las voces.