𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐎𝐎𝐌𝐄𝐃

XLIX: El cumpleaños de Mikey

Habían pasado dos semanas desde el fallecimiento de Vitto, la vida volvía a su rutina, aunque yo no había visto a Frank desde aquel domingo en casa de Ray, cuando un pequeño comentario lo había irritado a tal punto que se fue del lugar.

Aunque le enviaba mensajes a su teléfono para saber cómo estaba, él nunca respondía, pero sabía que los veía. No perdía mi esperanza en que en algún momento nos diéramos el tiempo de volver a hablar y de alguna forma retomar nuestra amistad, porque ya me resignaba que nada volvería a ser como antes, y si eso pasaba, sería un proceso lento. Sería algo así como un trabajo de mucha dedicación a largo plazo.

No le insistía sobre nada, le daba espacio y tiempo porque sabía por el duelo que estaba pasando. Frank en ese momento estaba destrozado, y aunque Gerard me contaba cosas positivas sobre él, Mikey jamás podía retener un secreto y de él me enteraba que Frank había tomado una semana libre en el trabajo, que cuando Linda volvió al crucero él retornó a su departamento y comenzaba a beber mucho, tanto que hace una semana debía tocar con su banda y estaba tan ebrio que no pudo presentarse porque apenas podía mantenerse de pie.

Pensaba en esa escena y me entristecía pensar como él volvía a un estado auto destructivo que no lo ayudaría en nada.

El día siete de septiembre era el cumpleaños de mi único y "nuevo" hermano, ese día iríamos a Manhattan en la mañana pero Gerard recibió una llamada, un aviso de bomba a una cuadra alertaba a quienes trabajan en el edificio donde estaba la editorial encargada de su historieta. Por ese motivo esa reunión se canceló.

- ¿Qué le compraste a Mikey? - preguntaba Gerard mientras acarreábamos unas cosas de vuelta a su oficina.

- Nada aún, es que no he tenido tiempo

- ¿Necesitas ayuda para pensar en algo? Alguna idea - preguntó él mirando su teléfono

- No, creo que necesita una lámpara para su escritorio, eso será útil

- ¿Sabes que eres pésima dando regalos? - soltó una carcajada.

- No, sólo soy práctica. ¿Mikey necesitas algo? Se lo doy

- Aburrida - soltó él con una risotada.

- ¿Quieres ir a almorzar conmigo? No quiero...

- ¿Comer sola? - asentí.

- Seguro

Volver a comer carne se sentía raro, pero me gustaba. Gerard daba un sorbo a su jugo y pensé en crear un poco de conversación antes de ir directo al tema que me importaba y que no salía de mis pensamientos... Frank obviamente.

- ¿Cómo van las cosas con Amelie? Veo que ella está muy entusiasmada con el bautizo de Lena - le pregunté intentando crear conversación.

- Si, está emocionada. Ella adora esas cosas pero no lo sé... - arrugó sus cejas como si algo le molestara.

- ¿Qué pasa? Hiciste una mueca, ¿Algo pasa entre ustedes?

Me observó por un momento y volvió a dar un sorbo. ¿Qué le pasaba? Esa expresión en su rostro era nueva para mí, suspiró - ¿Te puedo contar un secreto? - bajó su voz y se acercó a mí.

Asentí poniendo toda mi atención a lo que estaba a punto de decir.

- ¿Pero puedes mantener un secreto? Quería decirle a Mikey pero sé cómo es él y no... prefiero guardar ese secreto - volví a asentir para saber que pasaba - Frank tiene mucha mierda en la cabeza como para contarle algo... y eres mi última opción - soltó una carcajada.