Sentimientos no correspondidos

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Me levanto con un dolor de cabeza de mil demonios. ¿Qué bebí ayer Dios mío?

Estoy un poco aturdida, miro el móvil y son las 14:00 pm. Veo que tengo 3 mensajes de WhatsApp y 2 en Instagram. Ahora no me apetece hablar, así que apago el móvil y me levanto.

Intento almorzar como puedo, después me tomó un paracetamol porque no soporto ni que me hablen del dolor que llevo, y me tumbo de nuevo en la cama. Hoy no estoy muy "católica" como diría mi madre, y todo por culpa del maldito ron de ayer.

Sobre las cinco me vuelvo a levantar un poco mejor. Tengo que arreglarme porque el viernes quedé con mis amigos para ir hoy a hacernos fotos. Pero cuando me miro al espejo sé que por mucho maquillaje que use no me va a quitar la mala cara que tengo.

Opto por vestirme cómoda, y mientras espero a que sea la hora para irme, decido contestar a los mensajes.

Mérida me dice: -"Dime que sigues viva, y que estás bien".- Y otro mensaje: -"Seguro que estás durmiendo, no te molesto, ya me llamas cuando puedas, un besito".- Le respondo rápidamente que llegué bien pero que me duele la cabeza, y que después la llamaría para contarle lo que pasó anoche.

El otro mensaje es de un número que no tengo agregado: -"¡Hola Eva! Soy David, ¿Cómo has amanecido? Anoche me quedé un poco preocupado... Ya me hablas cuando quieras, ¡un beso!".- ¿En qué momento de la noche le di mi número de teléfono? Aunque a decir verdad tengo escasos recuerdo de lo que pasó.

Le contesto muy agradecida por haberme acompañado, y le digo que luego hablábamos, que he quedado y que no tengo tiempo para hablar. Me responde un "¡Cuando quieras!", cierro la aplicación y me meto en Instagram para ver quién me ha mandado los otros dos mensajes.

Cuando abro los mensajes directos no me creo lo que veo, los dos mensajes son de Hugo. Me meto en el chat y leo el primer mensaje: -"¿A qué juegas Eva?".- El segundo mensaje está escrito una hora después: -"Creí que eras diferente".- Me quedé un rato pensando, atónita. 

No entiendo a qué viene, e intento demostrar que no me interesa mucho cuando le respondo: -"¿Y me lo dices tú?".- Cierro el chat enfadada y apago el móvil. No quiero que me molesten.

Paso la tarde con mis amigos, y una vez más lo agradezco porque desconecto de todo. Entre risas nos hemos hecho mil fotos, y aunque parezca raro me gustan algunas en las que salgo.

Llega la noche y vuelvo a encender el móvil. Llamo a Mérida por videollamada como es habitual en nosotras y le cuento:

-Tía, ayer la volví a liar. - Mi mejor amiga me sonríe y me dice:

-¿Y tú cuándo no amiga?.- Las dos reímos y prosigo.

-Pero enserio, que locura. No te puedes creer lo que hice cuando te fuiste.- Mérida abre los ojos de par en par.

-¿Qué hiciste loca? ¿Le volviste a pegar?- Me pregunta inquieta.

-No tía.- Me río e intento suavizar la cosa.- Sólo que... David se estaba portando muy bien conmigo, y Hugo no paraba de mirarnos, así que decidí ponerlo celoso y pues...-Pero mi amiga me interrumpe.

-¡¿Besaste a David delante de Hugo?!- Yo asiento y sonrío de manera traviesa, ella se queda pasmada ante lo que le acabo de confirmar.- Madre mía, que fuerte.

-Pero en realidad no sé si he hecho bien. David es un chico muy majo, y me encanta charlar con él, pero no quiero nada ¿sabes?.- Le explico con sinceridad.

-Ya, te entiendo, pero entonces no le des pie a nada, y sobretodo ¡no le beses! Porque no querrás hacerle daño ¿no?.

-Claro que no, es muy bueno y no se merece que jueguen con él.- Afirmo.- Ayer me contó lo que pasó con la arpía de su exnovia. De lo que me acuerdo ha sufrido mucho y yo no soy nadie para hacerle más daño la verdad.

-Ya, yo había escuchado algo, pero nunca hemos tenido oportunidad de hablar. Por eso mismo Eva, haz las cosas con cabeza y no juegues con él.- Me pide.

-Tranquila, solo quiero un buen amigo en este momento.- Sentencio.

No le cuento lo que Hugo me escribió porque no quiero darle importancia. Además no he recibido ningún mensaje más, por lo tanto he decidido pasar de él, o eso voy a intentar. Finalizamos la conversación y yo procedo a enviarle un mensaje a David:

-"¡Hola! ¿Puedes hablar?"

-"Claro, dime."- Me responde rápidamente.

-"Quería disculparme por lo de anoche, no sé en qué estaba pensando, estaba afectada por el alcohol y supongo que me confundí, por eso te pido perdón, no pretendo jugar contigo ni con tus sentimientos, lo siento mucho."- Me disculpo. 

-"No tienes que disculparte por nada Eva, sé lo que pasó, y sé también por qué lo hiciste, y sinceramente no me molestó en absoluto. Me contaste todo de camino a tu casa, y aunque al principio tuvo su gracia, realmente me gustaría que contaras conmigo si necesitas algo, porque sé que no lo estabas pasando muy bien por como me lo explicabas anoche."- Leo y releo lo que me ha dicho, y puedo jurar que este chico es un ángel caído del cielo.

-"No sé ni que decir, seguro que anoche te volví loco con mis tonterías... Perdona de nuevo y no sabes cuánto te agradezco que me digas esto, eres un amor de persona".

-"Para compensarme de alguna manera, ¿qué te parece si quedamos el fin de semana que viene? Seguramente tenga la casa sola, así que tú y tu hermana estáis invitadas. Vamos a estar los mismos de anoche. Beberemos y luego iremos a bote, aunque no sé si es buena idea que tú bebas jajaja"- Me río, pero me sorprendo por la invitación, sin embargo acepto sin pensarlo porque seguramente no tenga nada mejor que hacer.

Cuando termino de hablar con David, ceno y me acuesto, mañana empieza la semana y aún me tengo que reponer del sábado noche. Muchas cosas que digerir y asimilar en tan poco tiempo.

De nuevo lunes, un día más aburrido, un día más con sueño. ¿Lo único bueno? Mis amigas sin duda. El recreo es el mejor momento de la mañana, Sam y yo nos ponemos al día, nos reímos y hablamos. Está alucinando con lo que le cuento, y me dice que estoy loca. ¿Yo? Nah. 

Cuando Samantha me abraza, me siento tan, tan bien. Aunque, ¿por qué cuento esto?. Ella es increíble, pero es mi amiga, solo mi amiga. O es que... No, no puede ser. Ya sé cómo acaba esto, y no quiero volver a repetir.

Este verano me gustaba una chica, bueno más bien me enamoré de ella. Era muy amiga mía, y digo era porque ya no quiso saber más nada de mí desde que se enteró que me gustaba. No entendía qué me pasaba, hasta que me di cuenta de que sentía cosas muy fuertes hacia ella. Desgraciadamente tenía pareja, y aunque un día casi nos besamos, todo quedó en eso; un amor de verano. Ella no me volvió a hablar más, y a mí la verdad, no me gustaría volver a perder una amistad por mis tontos sentimientos no correspondidos. 

Así que decido olvidarme de mis pensamientos y me centro en la conversación entre Sam y Mérida.

El día transcurre igual de aburrido que siempre, cuando llego a casa almuerzo, hago deberes... La verdad que llevo un mal día, estoy dándole vueltas a la cabeza todo el tiempo y mi cabeza no descansa. Decido plancharme el pelo, ya que me aburro demasiado, y de repente veo que mi móvil se ilumina: 1 mensaje en Instagram.

Sí, es él y dice: -"¿Quieres quedar?".- Me he quedado patidifusa, pero cuando me recupero, lo dejo en leído y me obligo a pasar de él como ya había decidido antes. Pero al ver que no le contesto me vuelve a escribir: 

-"No paro de pensar en ti".- Vale, lo siento Eva, eres débil, queda con él ¡ya!. O no, espera, ¿qué se supone que tengo que hacer?.

Llamo por teléfono a Mérida, pero no me lo coge ¿dónde ha metido el móvil ahora?. Necesito que me aconseje qué hacer y no puedo esperar. Llamo a Eli, y tampoco me coge el teléfono. ¿Qué hago? Aunque mi cabeza dice que no, mi instinto dice que quede con él, y... ¿quién soy yo para contradecirle?.

Le contesto:- "¿Dónde?"-. Pero rápidamente vuelvo a escribir: -"Voy hacia el parque que está detrás de tu casa, necesito andar. Dime una hora".-

-"En media hora".- Me contesta al instante. Madre mía, ¿qué estoy haciendo?. Pero sin darme mucho tiempo a pensarlo más, le pongo un simple "Okay." Supongo que ya tendré tiempo de arrepentirme más tarde.

La vida de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora