Las flores de su jardín crecían más vigorosas y fuertes a medida que las regaba con la sangre de una nueva víctima. Pero su insaciable locura lo llevaba a querer conseguir más muertes.
Fue entonces cuando el florista se topó con un bello tatuador.
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Girasoles:Pueden superar los 2-3 m (puede alcanzar los 6 m). Hay variedades enanas de 40 cm de altura. Tiene hojas anchas, ovales, opuestas, pecioladas, con tres nerviaciones muy aparentes, aserradas y toscas al tacto. Cabezuelas grandes algo inclinadas, con disco oscuro y las lígalas radiales de color amarillo. Su principal significado e interpretación es la adoración que puede sentir por aquella persona a la que se lo regala. Aunque también se puede entender y definir en una frase "Eres mi sol. Solo tengo ojos para ti, y como el girasol, yo me giraré siempre hacia ti." En relación a que siempre la flor gira hacía la luz.
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-¿Sigues aquí?- Dijo Taehyung cuando entró a su tienda con una sonrisa maliciosa. Yoongi estaba detrás del mostrador, sentado en su silla hablando por el teléfono celular de Taehyung. -Creo que estás tomando demasiada confianza. ¿Ese es mi celular?
-¿Podrías hacer silencio? Intento hablar aquí. - Se acercó hasta él y forcejeó un poco con el chico hasta que consiguió su aparato. Del otro lado de la línea se oía la voz de Jimin, revisó su celular y vio que llevaba hablando él por más de 5 minutos, y él había llamado, así que cortó.
- ¿Cómo piensas pagarme esto? - Por alguna extraña razón, Taehyung era un completo mal educado con el moreno. No fingía ser dulce, ni le sonreía de manera exagerada. Bufo al no escuchar respuesta del otro chico, que se puso a girar en la silla como un niño pequeño. - ¿No te piensas ir jamás? - Negó con la cabeza. Sonó su celular, Jimin ahora lo estaba volviendo a llamar. - ¿Qué?
-Mal humorado. - Respondió su amigo del otro lado.
De todas formas, Taehyung necesitaba hablar con él. Sus planes malévolos jamás podían ser ejecutados sin la ayuda del joven enamorado, por eso lo necesitaba. Le hizo un gesto a Yoongi para que se fuera, el otro solo largó una carcajada, y su risa se volvió más fuerte cuando Taehyung le mostró su dedo medio. Su relación era bastante cómica y complicada. Al chico repleto de tatuajes le caía bien Taehyung, en cierto modo distante.
-Es hoy, Minnie.- Su compañero de matanzas no respondió, sabía que significaba eso. -Te necesito aquí en media hora.
-¿Tienes una coartada?
-Sí.
-¿Puede ayudar Yoongi?- Taehyung miró de reojo al intruso y vio que estaba nuevamente girando en la silla.
-No.
-¿Por qué?
-Es estúpido.
Resultaba raro como Taehyung cambiaba al momento de ingeniar un cruel plan para asesinar a alguien. No sonreía de la misma forma que lo hacía normalmente. Sus ojos se veían oscuros, como si las flores de su jardín además de llevarse una vida inocente se llevaran lo más bello de él. Todo su ser se volvía amargo y frío, haciendo desaparecer la alegría que contagiaba normalmente. Era triste. Era muy triste que para hacer que sus plantas se vieran bien tuviera que pagar tan caro precio.
