Novela Ligera- Beast Bungou Stray Dogs

3 (II/III)

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-Detente, hermano- la voz de Gin resonó en el pasillo donde estaban Akutagawa y Atsushi -Sólo regresa a casa-

-Gin- Akutagawa se dio la vuelta, buscando la fuente del sonido. -Gin, ¿dónde estás?-

-Date por vencido conmigo, vete a casa- la voz de Gin se rehusaba a expresar emociones y era plana hasta matar. -¿No lo entiendes?, me preguntaba si alguna vez volvería a verte.No fui secuestrada hace cuatro años, pero en mi soledad estuve dispuesta a tomar la invitación del líder. La razón por la que no apareciste es porque no debía ser una persona importante para ti.-

-¿Qué?- Akutagawa estaba confundido, buscando por la voz de Gin que parecía aparecer de la nada. -¿Qué quieres decir? -

-Tu forma de destrucción es diferente a la de la mafia. La destrucción de la mafia es intencional y racional.Pero la tuya no lo es. Tu violencia involucra a tus seres queridos y lo destruye todo. Incluso a mí. Es porque mi hermano es...- Las palabras de Gin se vieron interrumpidas. Inhaló en silencio un momento, tomó valor y volvió a hablar. -Es porque mi hermano es un ser nacido en el lado del mal.-

Las manos de Akutagawa cayeron inertes.

Su rostro tenía una expresión desconcertante, como la de un niño que ha sido separado de sus padres.

-¿Soy...Malvado? ¿Por qué no vuelves?-dijo Akutagawa con voz perpleja. -No entiendo, Gin. No entiendo nada. No entiendo lo que quieres decir.-

La voz no respondió.

-¡Gin, responde! ¿Qué está mal conmigo? ¿Cómo puedo recuperarte?-

La voz siguió sin responder. Porque la comunicación había sido cortada.

-¡No lo entiendo... Gin ¡Responde! ¡Te lo ruego, Gin! -

De repente, la pared se rompió y los escombros salpicaron.

Tan rápido Akutagawa se volteó,la tela de Rashomon se rompió. La bestia rugió. El que estaba ahí no era Atsushi. Ni siquiera era un ser humano.

-Qué...- Akutagawa abrió los ojos con sorpresa. -¡¿Un tigre blanco?!-

El cuerpo enorme comparado a un auto pequeño golpeó el cuerpo de Akutagawa.

Tanto hombre como animal chocaron contra el vidrio de la ventana y lo rompieron. Delante de ellos no había nada más que... Sólo aire. Akutagawa y el tigre blanco salieron catapultados fuera del edificio de la mafia.

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-Ha pasado tiempo, dijiste- pregunté al hombre mientras caminaba hacia él. -¿Alguna vez nos conocimos?-

El hombre que estaba esperando en el bar tenía una sonrisa suave que parecía haber estado usando desde que nació.

-No. Es la primera vez.- dijo, apretando el vaso con hielo-Es la primera vez que vengo a este bar, la primera vez que tomo una bebida aquí y la primera vez que me encuentro contigo aquí, Odasaku-

Miré alrededor del bar de nuevo. Las paredes ahumadas del cigarrillo, los pilares que se volvieron casi negros con el tiempo, las paredes y la iluminación, tenían un bautismo de mucho tiempo. El bar es pequeño y en los pasillos apenas pueden pasar los clientes. Todos los elementos que conforman el espacio en el bar son tranquilos e íntimos. Es un espacio creado para pasar tiempo secreto con alguien. La música de jazz que resuena en el bar está cantando una canción sobre una triste despedida. No es un mal lugar. Sin embargo, es difícil decir que es un recinto adecuado para el proceso de traición con información privilegiada de Mafia.