•Capítulo III•

9.8K 834 685
                                    

•🥀•

Recordaba vagamente la primera vez que había tenido sexo. Los detalles no parecían del todo claros en su cabeza, sólo algunas imágenes difusas de una mujer mayor sentada sobre sus caderas y sus labios gruesos succionando diferentes zonas de su cuerpo.

¡Raúl!— Había gemido la mujer su nombre, mientras se masturbaba sobre él, tratando de provocarle una erección con sus quejidos de placer.

Era incómodo, esa era la única descripción que tenía para aquel recuerdo. No sentía placer al ver esos senos sacudiéndose sobre su rostro ni al escuchar esos gemidos completamente fingidos y exagerados. Recordaba que pensó: "Yo lo haría mejor".

Y aunque al final se logró parar con una mamada y la penetración fue un éxito, tenía la plena certeza que no volvería a hacer eso en su puta vida. Después de todo el sexo era realizado por placer, pero, ¿Y si no sientes el más mínimo?

Los años pasaron y sólo habían sido un par de chicas las que habían logrado intimar con el castaño, con las otras simplemente se aburría antes de siquiera tener la oportunidad. Y la palabra "Incómodo" seguía sonando en todas esas experiencias.

¿Por qué lo hacía? Ni siquiera conocía una respuesta verdadera a aquella incógnita. Podría ser por complacer los deseos de su pareja de turno, o porque el sexo en una relación es algo fundamental... o tal vez ello era la manera de tapar sus verdadero ser, de autoconvencerse de no sentir ello.

Ahora, a sus 30 años de edad, aún se decía que él era un tipo "normal", que era un hombre heterosexual más del montón, que ni el porno gay o aquellas pajas al verlo significaban algo en su vida y, que el pensamiento de que un hombre se le hace sexy y atractivo no había sido más que una etapa dejada atrás.

Nadie sabía su secreto, todas esas bromas homosexuales sólo habían quedado como eso, simples bromas. No sospechaban y eso estaba bien, no tenían porque hacerlo. Su pacífica vida como ciudadano común andaba de maravilla, hasta que su personalidad verdadera salió a la luz.

Habían sido un par de tragos y el ambiente fiestero el que había comenzando todo. Otros chicos también actuaban como zorras dentro del juego sin levantar sospecha alguna, ¿Por qué él no podría hacerlo?

Y así inició su otra vida dentro de la realidad virtual. Y ahora se encontraba sobre su cama, acariciando su miembro mientras oía la voz de su amigo al otro lado de la línea.

—Acaricia la punta con tu pulgar— Ordenó el rubio mientras se hacía lo mismo.

Rubén Doblas, youtuber y streaming mundialmente famoso. Llevaban bastantes años de conocerse, sin embargo, ello no los volvía cercanos. Su relación podía compararse con amigos de lonchera, podían pasarla bien juntos pero eso no significaba que estarían ahí el uno para el otro en las buenas y en las malas, no eran confidentes ni mucho menos, ni siquiera sabían de la vida de cada uno más que lo que dejaban ver en las redes sociales. Se habían visitado mutuamente en algunas ocasiones, cortos encuentros que eran dedicados a comer y bromear, luego de eso simplemente cada quien seguía su camino.

Rubén simplemente le parecía alguien bastante atractivo, así como lo podía ser Vegetta o como lo podía ser Luzu, sólo que con el noruego tenía más oportunidad de interactuar. Y aunque le parecía jodidamente ardiente, jamás había imaginado terminar así con él, ambos teniendo sexo telefónico.

—¡Ah! ¡Nhg!— Gimió aunque trataba al máximo de reprimirse, no quería que sus quejidos de hombre apagaran al chico  al otro lado de la llamada. Aquello no pasó por desapercibido para el rubio.

—No los aguantes, gime más para mí, perrita— Aquel susurro ronco sólo provocó más espasmos de placer. Raúl podía asegurar que era hasta capaz de venirse sólo con la voz del menor.

𝒁𝑶𝑹𝑹𝑨 •Rubiusplay•🥀Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang