Capitulo 3

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—¡Olivia! —escucho que alguien grita mi nombre a través de el tumulto de personas no puedo ver de quien se trata hasta que veo a un Josh mas ebrio del que conocí.

Mentiría si digo que es como lo imagine, su apariencia de hecho es graciosa, sus grandes lentes de pasta gruesa lo hacen lucir mas pequeño, su cabello rubio y esos grandes ojos azules, es tan chiquito y delgado que incluso me dan ganas de cuidarlo

—Josh, —mi lengua es tonta gracias al exceso de alcohol —. Voy por otro..., vaso...

—Eres muy bonita, —pasa su mano por mi mejilla y solo puedo reírme mientras aparto su mano

—¿Estas ligando? —hago una pausa por el hipo —. ¿conmigo?

–No me culpes,—se ríe—.Nadie me hace caso

Le muestro mi dedo medio y me tambaleo hasta llegar a la cocina, veo la botella de vodka que trajimos aun sellada en la mesa y me dispongo a tomarla cuando un idiota se me adelanta sin siquiera verme.

–¡Hey! —le grito enojada pero el ni se inmuta—. ¡Hey! ¡Idiota!

Lo sigo con valor para quitarle esa botella y cuando estoy a punto de llegar a él, gira quedando de frente a mí, matando todo el valor que había en mi cuerpo, es mucho mas grande que yo, le llego debajo del pecho aun con estos tacones que me están matando.

¡Dios Mio! Este espécimen del sexo masculino tiene que estar por encina del resto, luce ejercitado gracias a la playera de manga corta y tan pegada que lleva sobre él, sus ojos verde tan claro aun lucen tan intensos a pesar de la poca luz que hay en la cocina, lleva el cabello despeinado hacia atrás y esos labios tan lindos, lucen tan suaves... 

¿Por qué no nos estamos besando?

—¿Quién me habla? —comienza a mirar por encima de mi cabeza como si buscara a alguien —.¿Quien me habla? ¿lo imagine?

–Aquí abajo, —apenas puedo articular palabra y me sorprende poder mantenerme en pie después de lo que tome —. Idiota.

Sus ojos al fin hacen contacto con los míos y juro que por poco tengo un orgasmo aquí mismo ¿puede eso ser posible?

—¡Oh! —exclama con fingida sorpresa—. No sabia que las pulgas hablaran

Lindo, lindo, pero en definitiva un imbécil.

¿A quien le llamas pulga imbécil? —pregunto molesta.

Comienza a reírse ¿de mí? Maldito hijo de puta, creo que el alcohol me pone muy violenta y aunque sus dientes lucen sumamente perfectos mientras se carcajea me limito a quitarle la botella de las manos y tratar de salir de la cocina, mi intento es fallido cuando me arrebatan la botella de nuevo.

Giro para encontrarlo más cerca de mí, me toma de la cintura y se acerca peligrosamente, mis hormonas reaccionan al contacto, no puedo evitar cerrar mis ojos ante la sensación, no digo nada mas mientras su boca se acerca peligrosamente a mi oído, estoy ansiando el contacto de sus labios sobre la piel desnuda de mi cuello que apenas reacciono cuando habla.

—Nunca vuelvas a quitarme algo que ya es mío, —abro los ojos de golpe encontrándome con una mirada de suficiencia por su parte—. Nos vemos pulga

Me quedo estática en mi lugar, no puedo ni moverme, quede como una estúpida gracias a él, me quedo pensando en lo que paso y en como deje que un extraño se me acercara de esa manera.

Debe ser el alcohol.

Salgo de la cocina con la esperanza de encontrar a Mila, pero ya no la encuentro, Nora desapareció desde que llegamos con su ¿novio? Eso es lo de menos, estoy sola, ebria y deprimida en una fiesta en la que no conozco a nadie.

IT'S MEWhere stories live. Discover now