¿Jugamos?

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Todas las noches cuando regresaba del trabajo pasaba por una casa abandonada, toda la gente de la colonia rumoraba cosas sobre que estaba embrujada y que toda la gente que habia rentado la casa no duraban ni un mes y cuando se mudaban decian escuchar ruidos como si un niño jugara canicas y escuchaban como se reia, yo no solia prestar atencion a ese tipo de cosas, no me gustaba llenarme la cabeza de cosas que no eran ciertas ni tenian sentido.

Aún que no puedo negar que no podia evitar sentir un escalofrio cuando pasaba por alado  de la casa sentia que alguien me miraba desde adentro, nunca tube el valor para voltear a la casa, hasta hace unas semanas, venia del trabajo como todos los dias, al pasar por la casa senti ese escalofrio, sentia esa mirada que me perforaba el alma, segui  derecho sin voltear, hasta que escuche algo que me hizo entrar a la casa, escuche el llanto de un niño, al atravesar el patio y estar frente a la puerta pude ver que en una ezquina estaba un pequeño sentado llorando, pense que algo le habia pasado que quizas estaba perdido o alguien lo habia lastimado no me quise acercar mucho solo le pregunte si se encontraba bien, el levanto la cara y me respondió con una voz muy tranquila y dijo "Si ¿Tu estas bien? " senti un escalofrio que me recorria   desde la nuca hasta la espalda, me tranquilice y le pregunté por sus padres y por qué lloraba, no alcanzaba a ver su cara solía podía ver la silueta de su cuerpo, el me respondió que no tenía padres que el siempre había vivido solo ahí que aveces llegaban personas a su casa pero no sé quedaban y que lloraba por que no querían jugar con el, derrepente ví como una canica rodaba hasta mis pies, me agache a recogerla y cuando levante la vista lo tenía de frente, sus ojos eran totalmente negro y sus dientes afilados, me dijo con una sonrisa en la cara "aceptaste mi canica ahora jugaras conmigo" salí corriendo de ahí tan rápido como pude al llegar a mi casa me desmayé cuando desperté estaba mi madre y padre sentados en el comedor muy preocupados, cuando vieron que desperté se acercaron y me preguntaron que tenía, les conté todo lo que había pasado y lo asustada que estaba, al principio pusieron cara de confusión no entendían lo que les decía, lo único que me dijeron era que alguien me había jugado una broma, me tranquilizaron y me dijeron que lo olvidará, pasaron muchos días y empecé a olvidarlo hasta que lo volví a ver pero esta vez bajo mi cama, estaba apunto de dormir hasta que ví esa canica salir de abajo de mi cama al agacharme alcance a ver su mano blanca como la nieve yo empecé a llorar y gritar mis padres corrieron a mi habitación e intentaban abrir la puerta pero no podían, él comenzó a salir de debajo de la cama y comenzó a gritarme a decirme " Tú aceptaste mi canica ahora tienes que jugar conmigo, no te quiero lastimar solo quiero jugar" cerré mis ojos y al abrirlos ya no estaba mis padres por fin pudieron entrar a mi cuarto, al entrar me dijeron que lo escucharon, que teníamos que hacer algo para alejarlo de mi, me llevaron con un señor que la gente decía que era brujo que sabía mucho de lo paranormal, acudimos con él, le conté lo sucedido en mi cuarto la noche anterior y lo que pasó semanas atrás, lo que él me dijo fue que esas entidades no son niños como aparentan, son demonios que utilizan el aspecto de niños para lograr atraer gente, que no me podía ayudar, que lo único que podía hacer era ir a jugar con él todas las noches pero que cada día que fuera a jugar iba a absorberme poco a poco el alma y que si me resistía el acabaría con mi familia.

Hoy es mi primera noche de ir a su casa a jugar, por favor ayúdenme.

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