Un Omega Para Nakamoto ‹Yuwin› [Adaptación]

Ꮯꭺꮲꮖ́ꭲꮜꮮꮻ 10: Ꭺᏼꭱꭺꮓꮻꮪ ꭰꭼ ꭺꮮꮁ̵ꭺ

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—Uhm, déjame ver si entiendo esto— Dijo Johnny tocando su barbilla de manera pensativa—Sicheng te pidió hacer que Yuta saliera con él, pero, terminaste acostándote con el mejor amigo de Sicheng en su propia cama—Terminó con una sonrisa en los labios.

—¡Hyung! ¡¿Qué voy a hacer?!—Chenle  daba vueltas por la sala de la casa de Johnny.

—Antes que nada—Intervino el omega del moreno llegando con una bandeja de metal con tres tazas de chocolate humeante con malvaviscos—¿Dónde está ese chico?

—Ese es justo el problema, Ambos caímos dormidos, pero cuando desperté ¡él no estaba!—El alfa lucía molesto y dolido.

—Ahora... ¿Qué pasó con Yuta y Sicheng?—Habló de nuevo el omega de cabello castaño.

—No lo sé, hyung. No ha llamado y vine aquí a pasar la noche porque seguramente Yuta hyung estará molesto y me golpeará y le dirá a mamá y...—Soltó un suspiro cansado— Como sea, el problema principal es ¡¿cómo se atrevió a irse sin siquiera despedirse?!—El matrimonio compartió miradas y finalmente aceptaron dar un techo por esa noche al alfa menor.

Wong Yukhei regresó al departamento que compartía con su hermano menor, cansado y con el olor de su (casi) omega, quien trabajaba como su jefe en la oficina de gobierno que empleaba al alfa. El pelinegro entró al apartamento y un olor golpeó su nariz.

—Pero... ¿qué?—Salió corriendo a la habitación de su hermanito.

Lucas recorrió toda la habitación en busca de su hermanito y el pervertido que estuvo allí. Nada, no encontró nada. Salió de la habitación corriendo directo a su mochila sacando su celular para llamar inmediatamente el menor de los hermanos.

—¿Yukhei?—Escuchó el alfa del otro lados de la línea.

—¡Dong Sicheng! ¡¿Dónde demonios estás?!—Dijo furioso.

—Hyung, tranquilo ¿pasó algo?—Dijo el rubio con voz tranquila.

—¡El departamento huele a sexo! ¡Si encuentro al alfa que te quitó la inocencia lo voy a matar!—Gritó el mayor.

—¡Tranquilo hyung! ¡Juro que no fui yo!.

—¿Quién fue entonces?—Preguntó con evidente fatiga.

—¡Jisung! Él y el hermano de Yuta hyung, estoy donde él ahora mismo, No quería estar con ellos dos solo.

Lucas soltó un suspiro de alivio. Si su padre se hubiese enterado de que su bebé omega ya no lo es más, el pelinegro estaría muerto de inmediato.

—¿Regresarás temprano?—Preguntó más tranquilo el alfa.

—Estamos a punto de comer la cena, regresaré en una hora ¿está bien
eso?.

—Claro, te esperaré. Saluda al morenito—Y con eso cortó la llamada Lucas.

El alto decidió irse a su habitación y descansar un poco antes de que su hermano llegara para recibir el castigo por dejar a sus amigos tener sexo en su habitación.

—Ni siquiera tenemos planes de cenar aún—Dijo Yuta hundiendo aún más su pequeña nariz en el cuello del rubio.

—Está bien, hyung. Tú sólo relájate mientras preparo algo para ti ¿Qué tal algo de ramen?—Yuta negó con la cabeza apretando la cintura del delgado rubio.

Ambos se encontraban recostados en la cama de Yuta disfrutando de la compañía del otro. Nakamoto se rehusaba a apartar de sus brazos a Sicheng con la excusa de que sentía frío. Sicheng no se opuso en absoluto, al contrario.

—Tú eres en definitiva el alfa más mimado que he conocido—Sicheng rió mientras acariciaba las hebras de cabello castaños del alfa.

—Shhh .

—Yuta hyung, yo sí quiero ramen ¿qué te parece si me dejas libre unos minutos y cenamos justo aquí?—Yuta pareció meditarlo unos segundos antes de negar con la cabeza.

—Oh vamos—Soltó un golpe en el brazo del alfa—Rayos...- Dijo después de ver cómo su brazo estaba levemente rojo por el golpe- Moreno...~

—¿Cuándo regresas a la universidad? Estudias ¿no es así?.

—Dos semanas... ¿Pasarás por mí en la universidad para llevarme a citas?.

—¿Citas? ¿De verdad quieres ir a citas conmigo?—Dijo sorprendido.

—Si no vamos a citas ¿Cómo voy a convertirme en tu omega? Además, tienes que pedir permiso a papá y ugh... eso será difícil.

—Ni siquiera sabes si quiero que seas mi omega.

—No importa, basta y sobra con que yo quiera—Empujó a Yuta de encima de su cuerpo y salió de la habitación del alfa.

Caminó hasta la cocina perfectamente ordenada del alfa y observó la alacena con la esperanza de encontrar ramen, pero, su búsqueda se vio interrumpida por dos varoniles brazos abrazados a su cintura.

—Te dije que no te fueras, estuve a punto de morir de frío, Dong Sicheng—Apretó su agarre.

—Y yo te dije que tenía hambre. Y tú ni siquiera tienes ramen aquí.

—Uhm...—El alfa seguía hipnotizado por el olor a frutos rojos que desprendía el cuello de Sicheng.

—Tendrás que comprarme una pizza grande, Nakamoto—Codeó su abdomen.

—Sí, lo que quieras, pero regresemos a mi habitación—Habló Yuta sin filtro a su alfa interior.

—¿Lo que yo quiera?—Preguntó con una ceja alzada recibiendo una afirmativa de parte del alfa.
Y ambos se dirigieron a la habitación del mayor.