Un Omega Para Nakamoto ‹Yuwin› [Adaptación]

𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟣𝟤: 𝑀𝑒𝒿𝒾𝓁𝓁𝒶𝓈 𝒸𝑒𝓇𝑒𝓏𝒶𝓈

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Jaehyun había aceptado gustoso la invitación de Johnny al departamento de Yuta, el omega prometió preparar el filete más jugoso que jamás hubieran probado alguno de los dos.

—¿Eso dijo Yuta?—Preguntó Jaehyun a Johnny cuando éste último exageró en demasía el pequeño relato que Yuta le había compartido.

—¡Incluso sus mejillas parecían un par de cerezas!—En eso último no mintió.

—¡Dime que le tomaste una foto, Seo Johnny!—Exigió el omega castaño.

—Lo siento, bebé. No lo hice ¡Pero cuando lo veas no dudes en mencionar a...

—¿Amor?—Dijo Jaehyun a través de la línea.

—Sí, Jae. También te amo, debo irme—Usó se voz formal de repente.

—¿Yuta entró a tu oficina?—Dedujo—Dale mis saludos ¡Y dile que no olvide llamar a su portero para avisar que iré!—Y con eso terminó su llamada.

—Así que...—Yuta lo veía con sus pequeños ojos entrecerrados—¿Un par de cerezas, Johnny?—Comenzó a acercarse al alfa a paso lento, como una pantera a su presa.

—Yuta, tranquilo—Johnny mostró las palmas de sus manos al peli castaño como signo de paz-—Sabes cómo es Jaehyun, le gusta que le hable bonito. No es como que yo piense que tus mejillas parecen cerezas, eso sería admitir que eres bonito y....

—¡Para! Ni se te ocurra decirlo en voz alta—Apuntó a Johnny con el dedo índice de su mano derecha.

—¡Bien!—Se dejó caer en su silla acolchada y Yuta se sentó en una detrás de su escritorio quedando frente a frente.

—Sólo... Uh, vengo a pedir un consejo—Admitió avergonzado.

—Te escucho...

—Yo... digamos que nunca he tenido uhm salido o tenido algún contacto
con un omega por algún tiempo—Comenzó.

—Sí, veintisiete años—Bromeó y se ganó un bufido de Yuta.

—Sabes a lo que me refiero, Johnny—Respondió con tono más desanimado.

—Sí, sí. Tienes nulo conocimiento sobre omegas, te daré una lección rápida sobre cómo llevarte omegas a la cama—Le guiñó.

—Me encantaría y apuesto que a Jaehyun también le gustaría escucharla.

—Aburrido~—Soltó el más alto—Pero en serio, si no lo tratas bien, se irá. Así de simple—Se cruzó de brazos.

—Pero, él... ugh él, me hace sentir nervioso, pero también seguro y...

—Te sientes como un cachorro ¿no es así?—Soltó un suspiro enamorado.

—Sí y él es como ¡Es tan tierno! Que me dan ganas de llorar, Johnny.—Dejó caer su cabeza sobre el escritorio del otro.

—Tienes suerte, nunca habría imaginado que alguien como él se fijaría en ti, con todo respeto.

—Tampoco yo, es como un sueño... o una broma—Alzó su cabeza y miró fijamente a su amigo—¿Qué si es una broma de mal gusto?—La paranoia se apoderaba de él.

—¡No digas eso! Él es encantador, algo debió llamar su atención, dime ¿Qué fue lo primero que hiciste cuando se conocieron?

—Pregunté si necesitaba ayuda con sus bolsas de compras...

—¡Ahí lo tienes! Le gusta que seas amable y atento.

—Entonces... tengo que ser atento y amable todo el tiempo ¡Pan comido!—Una sonrisa se coló en sus labios mostrando sus encías.