Capítulo 4B

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Un chico nuevo llegó al liceo, su nombre era Williams, era un curso menor que las chicas. Tenía piel bronceada y una sonrisa a la que se le formaban unos lindos hoyuelos, sus ojos eran color avellana y su cabello también. Mirarlo era un espectáculo, y El Club tetas de dio cuenta de su llegada.

A la hora del almuerzo, ECT se sentaron juntas, reafirmando su poder. Rocío usaba vestimenta más alineada con lo normal, un mini vestido negro con líneas rojas de brillantina en la parte baja y lápiz labial del mismo color. Sofía llevaba una blusa celeste de mangas colgantes y unos jeans azules, tradicionales, lo más chic de su vestimenta ese día eran sus tacones que simulaban estar hechos de mimbre, eran muy lindos. Marcela llevaba unos putishorts de mezclilla, se podían ver sus bolsillos desde afuera, y una camisa negra sin mangas, peculiarmente era el estilo que todas querían tener el 2011, pero en pleno 2016, de alguna forma, se veía completamente a la moda en ella, era verdadero a su esencia como persona.

Empezaron a hablar sobre el chico nuevo, Williams, la lechuga de Sofía les recordó el cabello rizado del chico.

—¿Deberíamos hacer una alianza con él?

—¿A qué te refieres, Marcela? — Rocío no estaba tan centrada en el poder que ECT tenía, había otros problemas con los que lidiar a diario.

—Williams es hermoso, es peligroso para nosotros.

—Es un chico, no nos quitará popularidad a nosotras.

Sofía no formaba parte de la conversación, estaba ocupada con su tarea de matemáticas.

—Nos puede quitar popularidad si se hace amigo de...

—Ni lo digas, tenemos que atacar rápido.

Rocío y Marcela se entendieron rápidamente, tenían que formar amistad con Williams antes que ECC lo hiciera. Debían idear un plan, y eso hicieron. Marcela tuvo que cortar su relación con Antonio, por lo menos en forma pública, y conquistar a Williams por mensaje, era su especialidad.

Al día siguiente, Marcela llegaría con los resultados, a contar cómo le fue. Sofía no formó parte de la elaboración del plan, su guía de ejercicios era más importante.

Llegó el esperado momento de saber los resultados, día martes por la mañana.

Rocío por fin volvió a vestirse de una forma propia de sí misma, con un mini vestido burdeo y una chaqueta plástica negra, labial azul y sombra de ojos café oscuro, mas no negro. Sofía usó una camisa abotonada rosa pastel y una falda retro de cuadros. Marcela estaba usando unos jeans llenos de cierres, una camisa blanca suelta y un corsé turquesa con bordado negro. Le encantaba marcar su figura, se sentía bien.

—Williams es gay, no hay caso.

Rocío se quedó pensativa, tal vez lo que estaba a punto de idear era muy atrevido.

—¿Crees que sea un fuckboy?

—No estoy segura, ¿por qué?

—Tengo un amigo que podría ayudar.

Rocío pensaba en Diego, después de todo, era muy atractivo, y estaba soltero, emparejarlo sería matar dos pájaros de un tiro, tenía que hacerle la propuesta, lo cual salió mal. Rocío se acercó a él mientras guardaba sus cuadernos en su casillero, él no podía creer lo que estaba escuchando.

—No soy una especie de prostituto.

—Pero sí te vendría bien un novio...

Diego se quedó mirando a Rocío, pensándolo. Volvió a negarse a la idea, cerró su casillero violentamente y empezó a caminar a la dirección contraria a la que Rocío miraba, pasando al lado de ella.

—Es muy guapo...

—Lo sé.

—¿Entonces qué te detiene, amigo?

Diego volvió a mirar a Rocío, esta vez con una cara de súplica, ella replicó la misma expresión. Diego puso los ojos en blanco y aceptó, le pidió a Rocío que le diera alguna forma de contactarlo. Le entregó su instagram, mismo medio por el cual Marcela le habló.

—Dios, tiene un cuerpo asombroso.

—Es todo tuyo, brujito...

Ambos se miraron a la cara y luego siguieron mirando el celular, revisaron bien el perfil de Williams, mostraba muchas fotos en distintas ciudades, algunas dentro del país, otras fuera. Williams se veía como el chico popular promedio, pero con un toque un tanto más chic. Le gustaba arreglarse, y se notaba, sus cejas estaban hechas y sus labios se veían suaves, producto del bálsamo labial.

Rocío le dijo a Diego que le dijera sus resultados al día siguiente, y así fue.

—Dijo que es hetero.

—Entonces este tal Williams no es nada más que un imbécil.

Rocío estaba decidida, lo enfrentaría cara a cara, le preguntaría su nombre, lo que fuera. Iba camino hacia él, pero se encontró con una calamidad; ECC estaba toqueteando sus músculos, Williams miró a Rocío con una sonrisa, y Bárbara también, pero eran sonrisas distintas. Una era genuina, la otra era la sonrisa de un demonio, sabía que eso era un gol para su equipo. Bárbara ganó esa batalla.

El Club Tetas (ECT) #PGP2020Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt