Lyra Black y el Prisionero de Azkaban [3]

01, El Caldero Chorreante

01, EL CALDERO CHORREANTE

—¡HARRY INFLÓ A SU TÍA!

Hermione saltó ante el grito de Lyra.

Ambas se encontraban en la habitación de la castaña, jugando con unas cartas muggles. Lyra había llegado a casa de los Granger una semana atrás, luego de recibir la invitación. Los señores Granger era unas personas muy amables aunque Lyra había notado que la madre de Hermione era algo estricta con respecto al estudio, pero aún así era encantadora.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Hermione, dejando las cartas sobre la manta de su cama.

Estaban sentadas encima de la cama de Hermione, en indiecito, poniendo las cartas entre medio de ambas.

—Es lo que dice la carta —Lyra le tendió el pergamino y observó la reacción de su amiga mientras leía—. ¿Cómo lo hizo? Aún no aprendimos a hacerle eso a la gente. Juro que si Harry se adelantó...

—No lo hizo —la cortó Hermione—. Aquí dice que fué magia accidental, ¿no lo leíste?

—Dejé de leer en tía —Lyra se encogió de hombros mientras Hermione negaba.

Al día siguiente, Nymphadora fué a buscar a Lyra, ya que ambas pasarían los últimos días de vacaciones en el Caldero Chorreante. Andromeda y Ted estaban de viaje gracias al trabajo del hombre, por lo que ambas pensaron que era una buena idea ir allí. Además, Harry había mencionado en la carta que se había escapado de la casa de los Dursley y se encontraba allí.

El camino al Caldero Chorreante fué muy tranquilo, la taxista había puesto la radio donde pasaron música muy buena. Llegaron y Nymphadora le pagó al taxista con dinero muggle. No había mucha gente cuando entraron. Se acercaron a Tom, el sueño del lugar, y este las guió hasta la habitación número trece.

Cuando acomodaron sus cosas, bajaron a buscar a Harry, pero no lo encontraron. Estuvieron mucha parte de la mañana buscando al azabache, pero no había caso. Lyra tenía dos teorías, la primera era que Harry nunca salía de su habitación, y en la segunda el chico no pasaba un minuto dentro del lugar. Es decir, ¿quién lo haría si estuviera a dos pasos del Callejón Diagon?

Incluso encontraron a los Weasley, muy felices por su viaje. Compraron los libros y útiles juntos (el hombre de la librería casi se desmaya de alegría al saber que Lyra no compraría el Monstruoso Libro de los Mounstros).

Lyra, Ron y Hermione, que también había ido a alojarse allí, decidieron tomar un helado en la terraza de la heladería Florean Fortescue, en el último día de vacaciones.