capítulo 5-"Los amantes de Gusu"

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Los días transcurrieron sin mayores percances, la vida para algunos era igual con su rutina diaria, escuchando y trasmitiendo los chismes de aquí para allá. Pero para otros era completamente diferente, pues significaba un nuevo "comienzo", mas específicamente para Wei wuxian y Lan xichen quienes cerraron un pacto aquella noche.





Al principio, para el primer jade No existía la suficiente confianza, a pesar de que anteriormente habían tenido intimidad, por lo que le avergonzaban ciertas actitudes y
acciones con wuxian, este último en verdad parecía no conocer la palabra "vergüenza", ya que se la pasaba provocándolo casi todo el día, haciéndole constantemente "visitas" Inesperadas, y enfrente suyo sin la más mínima pena se desnudaba riéndose incitandole, otras veces le hablaba en doble sentido o incluso se metía a su jinshi en secreto para que durmieran juntos, aunque esto se lo había pedido el mismo, ya que disfrutaba mucho de su compañía, aparte no quería que el menor se quedará solo, aprovechando así para cuidar  que no se saliera del Receso de las nubes.



Lan xichen mentiría si dijera que no se sentía sumamente culpable por lo que estaba haciendo, no sólo estaba rompiendo como 2000 reglas de su secta, si no que también faltando a la promesa echa cuando era niño y sus padres fallecieron; la cual era proteger a su hermano menor, ver primero por su bienestar y felicidad, sin embargo, el solo Recordar, las hermosas sonrisas que le dedicaba el menor, su mirada llena de luz, los fogosos o dulces besos que se daban, las interminables pláticas de las que ambos participes.




Pues wei wuxian parecía no quedarse sin tema de conversación, se le ocurría cada tontería, pero igualmente también preguntaba, opinaba en diversas cuestiones, contaba sus aventuras, sus intereses, incluso decía cosas que le ponían a pensar, además que el coleta no sólo era un sin vergüenza, en realidad podía llegar a ser muy lindo, alguien cálido, así como podía ser necio también muy comprensivo, algunas veces distraído pero también sabía escuchar, poniendo mucha atención hasta el mas mínimo detalle.




Xichen siempre supo de la Gran capacidad del menor, este era muy brillante, hablando en términos de cultivo, pero de igual forma se daba cuenta de su gran imaginación, lo juguetón que era, lo travieso, dormilón gracioso y desordenado que podía llegar a ser, alguien que aunque tenía un pasado doloroso, lleno de cicatrices y de más, ahora mas bien eran de ilusiones, sin mencionar que en la cama el ex Patriarca era muy pasional, muy fogoso, sensual, de iniciativa aunque disfrutaba ser dominado, sin duda un bello ser que desprendía confianza.



Aunque el no era de fijarse en el físico, reconocía que su ahora añoracion poseedor de un muy buen cuerpo, un atractivo rostro con finas facciones, amaba su alma, su cuerpo, mas bien amaba todo de el menor, que le daba motivación, así como la fuerza para seguir con su vida, y es que wei wuxian le daba sentido a su a todo, y reconocía que eso le asustaba, Pues ese mismo hombre podía acabar con el en el momento en que se fuera de su lado.
















































Un hombre de túnicas Rojas y negras se encontraba recargado en uno de los tantos árboles de ese lugar, su mirada denotaba descontento, un deje de tristeza y hasta molestia, pues tenía rato tratando de atrapar a alguno de los tantos conejos pachoncitos de ahí, pero estos parecían ignorarlo, más bien rechazarlo, Cada vez que intentaba cargar a alguno, pataleaban sin cesar, incluso uno que otro le haruño la mano, corrían de un lado a otro, sacando bufidos de parte de wuxian, ni hablar de darles zanahorias, simple y sencillamente no había resultados.
-No es como si los estuviera cazando para comerlos asados.-se decía así mismo wuxian, con un puchero, lentamente razco su nariz con leve irritación, unos minutos después una pensamiento cruzó por su mente.
-Mmm, sera que...se han dado cuenta de lo que estoy haciendo...¿me odian pequeños?.-hablo bajito, repentinamente sus ojos se acuaron, el recuerdo de su marido provocaba que su pecho doliera, tal vez aquello explicaba el comportamiento de los animalitos, lo despreciaban por traicionar a su cuidador, a Lan wangji, sin embargo admitía que estos días se la había pasado muy bien, pues ya no se sentía aburrido, ni solo, ya que xichen era una persona maravillosa, nunca creyó que el mayor podía ser tan paciente, cariñoso, detallista, protector, así como también caliente, excelente en la cama, se daba cuenta que xichen y el, podían ser ellos mismos uno con el otro, sin filtros.





~La Traición~Where stories live. Discover now