Capitulo 76.
(PDV de Justin)
Llegamos a un restaurante muy elegante que conocía en Toronto, realmente hermoso, había música jazz en vivo y el ambiente era muy tranquilo, perfecto para que Spencer me diga aquello tan importante.
-su mesa está aquí, les dejo las cartas y enseguida vendrá un mesero a atenderlos, que tengan hermosa noche.
la mesera se fue y Yo le abrí la silla a Spencer , ella sonrió y se sentó en la silla mientras acomodaba su vestido.
Me senté frente a ella y miro la carta recién traída por el mesero.
Cuando miro los precios abrió rápidamente sus ojos y me miro.
-Justin, esto cuesta más que mi ex- departamento -dijo asombrada- con todo y muebles -añadió después de unos segundos.
Yo reí y negué.
-El dinero va y viene, tranquila mi amor. -le dije mirando la carta.
-Cielo, ¿no pudimos ir a comer alitas? -dijo alzando sus cejas- son más deliciosas que estas cosas elegante -dijo frunciendo el ceño.
-¿No pedirás nada?-dije sonriendo. Ella negó, yo sonreí y pare al mesero.- disculpe, nos puede traer dos filetes y un vino tinto.
-Enseguida señor Bieber -dijo el mesero y se fue con las cartas.
-Así que te conocen eh! -dijo Spencer riendo leve.
-Se podría decir que Era un cliente frecuente, me obligaban a gastar cada fin de semana.
-Déjame adivinar amor -dijo torciendo los labios como sí pensará- Alice?
-Era horrible amor, juro que estaba harto de la comida de este lugar. -dije riendo.
-Te dije que era mejor ir a comer alitas cielo -dijo frunciendo el ceño divertida.
-Pero es que hay personas que valen la pena gastar por ellas, y tu eres una, Spencer, tu te mereces todo lo bueno en esta vida, eres la mejor, por lo tanto debes recibir lo mejor. -dije tomando sus mano por encima de la mesa.
Ella se sonrojó y bajo un poco la cabeza, se veía hermosa de esa manera.
¿Cómo diablos Spencer no había tenido novio antes? Es decir, es hermosa, es simplemente la mujer más Perfecta que mis ojos pudieran haber visto, aparte de mama y mis hermanas.
Llego la comida y comencé a comer con Spencer mientras risas, no podía parar de reír con esta chica, era la mujer más simple y natural a la hora de hablar y convivir con la gente.
Terminamos de cenar y apenas eran las 11 de la noche, mire finalmente a Spencer, ella estaba algo pensativa.
-¿En que piensas mi amor? -la llame
Mientras la miraba fijamente.
Ella volteo a verme y sonrió leve.
-¿Recuerdas que tenía algo importante que decirte? -pregunto mirándome a los ojos.
-Sí mi amor, ¿que es eso?
Por unos minutos se me olvidó aquel asunto,y de repente mis manos comenzaron a sudar.
-Iré directo al punto mi amor. -dijo sin rodeos- Hoy me hablo el
Señor Sparks.
-¿El señor del club? El director de la escuela de música. -pregunte dudoso.
-Ese mi amor, me dijo que te quería como director de la escuela. -hizo una pausa donde yo me quede en shock- Dice que ya está muy viejo para eso, y que necesita alguien que se encargue de ese puesto.
-¿Es- es enserio? -pregunte pensativo.
-así mi amor, enserio, es una buena propuesta. Se que es un cambio radical dejar la empresa por esto, pero esto es lo que siempre haz querido o no? -pregunto suspirando.
Me conocía muy bien, esto era lo que a mi me gustaba, cantar, tocar el piano, la guitarra, me encantaba y era lo que más disfrutaba hacer y según Spencer lo que mejor hacia.
-Mi amor, es que, es la empresa de mi padre cielo. -solté un suspiro.
-Vamos príncipe, puedes buscar a alguien que se haga cargo de ella, alguien de confianza, alguien de la familia, no se un primo, un tío algo cielo.
Hizo una pausa y los dos intercambiamos, ella tomo mis manos y las acaricio lento.
-Sólo quiero verte feliz Justin -dijo sonriendo leve.- Se que ese empleó te hará feliz, música todo el día, imagina lo corazón.
Me quede pensando unos minutos, recordé todo lo que había pasado hoy hasta que llegue al mensaje de Derek.
-¡Derek! -dije rápido y con una gran sonrisa.
-¿Derek? -pregunto alzando las cejas.
-¡Sí Derek amor! -dije feliz.
Saque rápidamente el celular de mi sacó y busque el contacto de Derek, me metí a los mensajes y se lo pase a Spencer.
Emocionado espere unos minutos a que leyera y cuando término sonrió al igual que yo.
-¡Derek, amor! -dijo feliz.
-¡Derek! -repetí.
Toda la gente nos miraba raro, la razón era la siguiente; estábamos gritando "Derek" sin razón. Parecíamos psicópatas.
Derek era la mejor opción.
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