025.

5.5K 513 626
                                    

La siguiente semana pasó en un abrir y cerrar de ojos; Seungmin tuvo dos exámenes y sus padres lo llevaron a una gala, así que es innecesario decir que la segunda semana escolar del año había sido completamente caótica para Seungmin.

Era miércoles y había acordado ir a casa de Félix esa tarde para iniciar su proyecto de economía. Tenían que elegir una compañía exitosa y básicamente escribir toda su historia en una presentación de PowerPoint. Era fácil, pero a Seungmin realmente le gustaba ir a casa de Félix porque sus padres raramente estaban en casa y no había nadie fastidiándolos, ni siquiera su hermano pequeño.

Caminó con Félix hacia la escuela de Changbin para que pudiera hablar con su novio y darle un beso de despedida. Era lindo y también asqueroso al mismo tiempo.

Seungmin se ofreció a esperarlo cerca de la parada de autobús, así no tendría que molestarse en verlos chuparse la cara el uno al otro. Él estaba viendo a Hyunjin, quien estaba recargado contra la pared, fumando con Changbin, cuando alguien tiró de su chaqueta.

Era un niño pequeño con la ropa sucia, que parecía un indigente.

—¿Puedes darme algo de dinero?

—No. Vete —Seungmin murmuró y se alejó de él. Odiaba a los mendigos.

Observó como el niño caminó a través del patio de la escuela, directo hacia Hyunjin, Changbin y Félix.

«Esto va a ser bueno.»

Su boca se abrió de par en par cuando vio al niño extendiendo su mano hacia Hyunjin, y Hyunjin realmente buscando entre sus bolsillos antes de colocar un billete en su mano.

El pequeño niño le sonrió y le agradeció, antes de correr lejos con una enorme y radiante sonrisa en su rostro.

Seungmin clavó la mirada en el suelo hasta que Félix regresó por él, ligeramente avergonzado de haber sido grosero con el niño.

Félix los condujo hasta su casa en su nuevo Porsche Spyder que había recibido por Navidad. Todo el mundo en su clase había recibido autos por Navidad; Jisung y Yuna ambos obtuvieron un Bugatti Veyron, Lia obtuvo un Maserati. A Seungmin todavía le gustaba más su Lamborghini sobre todos los demás, si era honesto, y sabía por hecho que era el más costoso de todos ellos.

Cuando llegaron a casa de Félix, él tomó una botella de agua y dos vasos, antes de que ambos subieran las escaleras.

Llevaban treinta minutos trabajando en su proyecto cuando sonó el timbre, sobresaltando a Seungmin un poco.

—¿Esperas a alguien?

—Changbin dijo que vendría, así que probablemente sea él. Tenía algunas cosas de las cuales ocuparse antes, por eso no vino con nosotros.

Seungmin asintió y esperó a que Félix bajara y dejara entrar a Changbin. A él realmente le agradaba Changbin porque era escandaloso, alegre y muy divertido.

—Entonces ¿Has estado engañándome con Seungminnie? —Preguntó Changbin tan pronto como entró a su habitación y vio a Seungmin en el escritorio.

—Sí —Dijo Félix y Seungmin se habría defendido si no hubiera visto la sonrisa de Changbin, la cual significaba que estaban bromeando.

—¿Puedo ordenar pizza? —Preguntó Changbin cinco minutos más tarde, después de haberse tirado sobre la cama, Félix asintió —¿De cuál quieres?

Seungmin se volvió a mirar a Changbin, quién ahora estaba recostado sobre su estómago con el teléfono en su oreja.

—Pepperoni, por favor.

Baby, heaven's in your eyes. ✧ HyunMin -αdαpтαcιóɴWhere stories live. Discover now