Herd - Omegaverse

SEVEN. Capítulo XXI

Aquel día, los chicos estuvieron enclaustrados en el despacho del líder Park junto al señor Park y al señor Jeon trazando una ruta y posibles planes de ataque y escape. Nadie hablaba mucho o decía de más, sólo era el señor Jeon hablándoles sobre el camino que debían seguir sobre un mapa de la zona. JiMin y NamJoon tomaban apuntes.
- Pasado el Clan Park, llegaréis a los dominios del Clan Oh, ya hemos avisado de vuestra llegada, por lo que no habrá problema- dijo el señor Jeon- ellos os acogerán y os brindarán apoyo, el problema será al salir del Clan Oh, os enfrentaréis a treinta jornadas de basta extensión de bosque que el Clan Oh tiene cerrada por miedo a lo que allí se esconde.
- ¿Hay alguna idea de lo que allí se esconde?- preguntó YoonGi.
- Alfas y omegas que una vez se transformaron en animal y decidieron no volver a su forma humana- dijo el señor Park- no tienen humanidad o sentimientos como vosotros. Si veis alguno, dadle muerte, pues no recibiréis misericordia de ellos.
Los siete asintieron.
- ¿Pasadas esos bosques?- preguntó SeokJin.
- Están los dominios de los clanes Huang, Wu y Zhang. Ahí estaréis en calma… desde allí lo más lógico es que atraveséis el clan Seo mediante el canal que está en el clan Wu, así llegaréis más fácilmente a Saint Fall, pero no es recomendable, seréis un blanco fácil, mi consejo es que evitéis los pasos tanto del clan Wu, como del clan Huang.
- ¿Entonces deberíamos atravesar el clan Seo a través del clan Zhang?- preguntó JungKook, mirando a su padre.
El señor Jeon se exasperó, no tenía ni idea de por donde debían atravesarlo.
- Esperarán que no atraveséis los pasos… yo esperaría a llegar al clan Wu y saber qué nuevas hay del clan Seo y de Saint Fall.
Tras aquello, todos se quedaron en silencio, ya estaba todo, sólo quedaba empacar y salir.
- Saldréis mañana antes de que salga el sol- dijo el señor Park, evitando mirarlos- evitad los caminos y llevar supresores de olor, no deben oleros.
Todos asintieron y se levantaron.
- Iremos a entrenar- dijo NamJoon.
- No- dijo el señor Park- pasad el resto de la tarde y noche con vuestros seres queridos.
Se miraron y asintieron. En otras circunstancias estarían eufóricos por poder tener un tiempo libre, ahora no.
- Comeremos todos en mi casa- dijo JiMin- venid, por favor- añadió, mirando al señor Park y Jeon.
Ambos asintieron.
Cuando los chicos salieron, los adultos no pudieron evitar derrumbarse.
- ¿Cómo hemos permitido que esto pase?- reclamó el señor Jeon.
- Yo me hago misma pregunta- dijo el señor Park, con lágrimas en los ojos- ¿en qué fallé? ¿Qué descuidé? ¿Por qué no lo vi? JungKook y JiMin…- se le quebró la voz.
El señor Jeon se acercó a él y le puso las manos en los hombro.
- ¡No es culpa tuya!
- ¡Es mi reino! ¡Pasó todo aquello en los bosques de mi reino! ¿Cuánto hace que no ves a tu mujer? ¿Cuánto hace que NamJoon y GaJoon no ven a sus padres y JiMin a su madre? No he hecho lo suficiente y ahora JiMin tendrá que pagar las consecuencias. ¡JungKook se acaba de casar! ¡Debería estar haciendo cachorros con su marido y no pensando si pasado un mes aun tendrá marido!
- ¡BASTA! ¡Se van a ir y van a volver sanos y salvos!
- ¿De verdad lo crees?
- Tengo que creerlo, porque es mi único hijo. Porque también he criado a JiMin y a NamJoon. Porque le he cogido cariño a TaeHyung y a YoonGi. Porque no soportaría que algo le sucediera a SeokJin y Hoseok.

Aquella tarde comieron en silencio, no había conversaciones típicas “¿Qué vas a hacer?” o algo así. No, simplemente sabían que mañana se tenían que despedir y no podían encajar que estuvieran allí comiendo como si nada.
La tarde la pasaron juntos y la noche la pasaron cada uno con sus respectivas parejas, salvo Hoseok, que en su forma de lobo estuvo en el bosque, mirando a la luna.
Al amanecer, las chicas los abrazaron a todos y, evitando llorar, les dijeron un último adiós.
- Se han ido- dijo HaNeul.
- Sabes lo que eso significa, ¿verdad?- preguntó GaJoon.
HaNeul se quedó mirando a GaJoon, sin entender.
- NamJoon es tu alfa y Jin mi beta, además el resto son nuestros amigos, no podemos permitir que vayan allí ellos solos.
- ¡No tenemos entrenamiento! Bueno, tú sí… pero…
- HaNeul, tenemos que llamarlos- dijo GaJoon- escuché la conversación que tuvieron con el líder Park y el señor Jeon. ¡Van a atravesar los bosques del clan Oh!
HaNeul abrió los ojos horrorizada.
- Pero para llamarlos…
- ¡Nuestras parejas destinadas se acaban de ir a una misión suicida! ¡Nadie nos va a reclamar que no vayamos a trabajar!
Así pues, las mujeres se dirigieron a la casa donde siempre habían vivido juntas y empacaron sus cosas. Mientras lo hacían, alguien llamó a la puerta. GaJoon cogió un arco y una flecha, se escondió y HaNeul abrió. Era el señor Jeon.
- ¡Señor Jeon! Me asustó.
- No lo pretendía. Sólo quería saber cómo estabas… sé que tú y GaJoon…
HaNeul borró su sonrisa y sus lágrimas comenzaron a aflorar.
- Oh, no… no llores…
El señor Jeon la abrazó y, de pronto, reparó en las mochilas que estaban en el salón.
- ¿Ibas a algún lado? ¿Dónde está GaJoon?
La chica salió de un lado, no se molestó en esconder el arco, simplemente se lo colgó a la espalda y cogió su mochila.
- ¿No es suficiente arriesgar siete vidas?
- ¡No pretendas que nos quedemos aquí! ¿Realmente piensas que TaeYeon, sabiendo que TaeHyung tiene una manada, se habrá quedado en su casa de brazos cruzados esperando a que TaeHyung la atrape?
- Que…
- ¡TaeYeon se crio en las aldeas de los bosques del clan Park- dijo HaNeul, mostrándole un mapa de la zona- aquí está la zona donde se crio TaeYeon, abajo están los bosques del clan Oh y justo arriba los bosques del clan Lee.
- Por no hablar de que el clan Kim no se ha pronunciado sobre esto- dijo GaJoon- sólo nos queda suponer que ha traicionado el antiguo acuerdo. A fin de cuentas su bosque está al lado del bosque de los Oh. Quizás TaeYeon sí tenga un ejercito después de todo, un ejercito en las profundidades del clan Oh.
- ¿Y me lo decís ahora?- preguntó, furioso.
- ¡No se quede ahí parado y ayúdenos a reunirlos!- dijo HaNeul- TaeYeon ya tendrá su ejército. Nosotros le daremos uno a los chicos.
- ¿De qué?- preguntó.
- ¡Los Siete Ejércitos!- dijo GaJoon.
El señor Jeon se quedó en el sitio.
- Espera… eso… ¿Cómo vas a poder…?
- Es una larga historia- dijo GaJoon, se la contaré mientras vamos a buscarlas.
- ¿Y dónde se supone que están?
- Ese es el problema… ellos evitan que el clan Lee entre en guerra con el clan Park… y que maten a la señora Park, a mi padre y a su mujer.
- Póngase guapo, señor Jeon, va a ver a su mujer- dijo HaNeul.
Con una sonrisa, HaNeul y GaJoon terminaron de recoger sus cosas y el señor Jeon fue a palacio a hablar con el señor Park.
- Hola, las chicas se van.
- ¿A dónde?- preguntó el señor Park- ¿es que los jóvenes de éste clan se han vuelto todos locos?
- Puede, pero no me parece del todo mala su idea.
El señor Jeon le contó su idea al señor Park y éste lo valoró durante un momento.
- Jeon, llama a todos los soldados del clan- dijo el señor Park- que el pueblo abandone sus casas, que se protejan aquí.
- Ese el procedimiento cuando…
- Estamos en guerra- dijo el señor Park- voy a ir contigo y quiero asegurarme de que esto queda bien protegido, nuestros mejores hombres se han ido a una misión suicida y nosotros nos iremos a otra. Hay que proteger al pueblo. Llama a MinJae y déjale al cargo.
El señor Jeon asintió y convocó a los jefes de ejército del clan, les contó lo sucedido, a dónde había ido la manada de JiMin, a dónde iban a ir ellos, sus sospechas de TaeYeon y lo que debían hacer.
- Proteger el pueblo- dijo MinJae.
- Otra cosa- dijo el señor Jeon- como el señor Park y yo nos vamos y tampoco están NamJoon, ni JiMin, ni JungKook, te vas a quedar como líder en funciones, MinJae. No sabemos cuando volveremos- el chico palideció- tienes que mantener al pueblo a salvo. Una vez que todo el pueblo haya entrado, cierra las fronteras, que nadie entre, ni salga, tapar todos los pasos y todos los soldados…
- Pendientes del pueblo y las fronteras- dijo.
- ¿Y el abastecimiento?- preguntó un soldado.
- Todos los ciudadanos vendrán con sus alimentos, se almacenarán junto con los de palacio, y eso servirá para que coma el pueblo- resolvió MinJae- nosotros debemos hacer lo mismo. Y, cuando falte comida, nosotros nos arriesgaremos a ir por ella.
- Estamos en guerra- dijo un soldado.
- Estamos en guerra- dijo el señor Jeon.

NOTA DE AUTORA:

Antes de empezar el capítulo, me pareció correcto dejarles un plano de la zona por donde los chicos tendrían que pasar.

Lo hice yo a mano, disculpen la cutrez y me pareció que sería de ayuda.

Lo dejaré al principio de todos los capítulos para que vean con exactitud dónde se encuentran los chicos.

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